Imagínate a una mujer que se ama a sí misma
Imagínate a una mujer quien cree que es bueno ser mujer. Una mujer quien honra su experiencia y cuenta sus cuentos. Quien rehusa cargar con los pecados de otros en su cuerpo y su vida.
Imagínate a una mujer que ha reconocido la influencia del pasado en el presente. Una mujer que ha caminado a través de su pasado. Que ha sanado hasta el ahora.
Imagínate a una mujer que ama su propio cuerpo. Una mujer que cree que su cuerpo está bien, así como es.
Quien celebra los ritmos y ciclos de su cuerpo como un recurso exquisito.
Imagínate a una mujer que tiene acceso a la gama entera de emociones humanas.
Una mujer quien expresa sus sentimientos clara y directamente; que permite que pasen a través de ella tan graciosamente como un respiro.
Imagínate a una mujer quien está interesada en su propia vida. A una mujer que aprovecha su vida como si fuera su maestra, su curandera y un reto. Quien está agradecida por los momentos ordinarios de belleza y gracia.
Imagínate a una mujer quien es la autora de su vida. A una mujer que confía en su intuición para saber que es lo mejor para ella. Quien rehusa retorcer su vida fuera de forma para alcanzar las expectativas de otros.
Imagínate a una mujer que participa en su propia vida. A una mujer que afronta cada reto con creatividad. Quien toma acción a su favor con claridad y energía.
Imagínate a una mujer quien rehusa devalorar su vida para que otros se sientan mejor.
A una mujer que trae a cada relación la plenitud de sus años, su experiencia y su sabiduría. Quien espera que los demás sean retados y bendecidos con su presencia en sus vidas.
Imagínate a una mujer que valora a las mujeres en su vida. A una mujer que se junta con círculos de mujeres que le recuerdan su verdad cuando a ella se le olvida.
Imagínate a una mujer quien ha crecido en conocimiento y amor hacia ella misma.
A una mujer que se ha prometido fidelidad hacia su propia vida y capacidades. Quien se mantiene leal hacia ella misma. A pesar de todo.
Imagínate a ti misma como ésta mujer.
©Patricia Lynn Reilly
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