Entre 1943 y 1944 se rodó en Roma "La puerta del cielo", película dirigida por Vittorio de Sica y
producida por el Vaticano, en la que se contaba el viaje de varios peregrinos a Loreto.
En realidad, la propia película en sí era lo que menos les interesaba a todos: era una simple tapadera
para poder salvar a 300 judíos y antifascistas de la muerte. Para conseguirlo, se dijo que eran
técnicos y extras y se les alojó en la Basílica de san Pablo Extramuros, donde se realizó la grabación.
La grabación se alargó justo hasta el día antes a la llegada de los aliados, lo necesario para salvar
a cientos de personas. La película, en cambio, pasó sin pena ni gloria.