Cierro mis ojos...
Cierro mis ojos y siento un borbotón de palabras
que se agolpan en mi mente, que se me escapan del alma
como un torrente de sangre, violenta, caliente y grana
que brota del pecho hendido del que ya no siente nada.
¡Y yo no quiero que venga! ¡No quiero que llegue el alba!
Quiero a mi Luna conmigo. Quiero a mi luna de plata
de escolta en mi cabecera, iluminando mi cama
así en el sueño más dulce, como en la noche más brava.
Quiero el frío de sus rayos al acariciar mi cara.
Quiero sentirla mi amante; la amante más delicada.
La mujer que me acompaña cada noche, enamorada
y que me deja llorando cuando llega la alborada
y siento tan turbios los ojos que me duele la mirada
cuando los rayos del sol atraviesan mi ventana
y se clavan en mis párpados como mortales espadas,
de acero, de luz, de muerte… cargados de otra mañana.
MI ROSA
José Miguel Román Espinosa