Pobres Inocentes. Dos traviesos ratones, perturban la tranquilidad de la noche, inquetando al silencio con sus travesuras, la soledad se asusta y entre la locura del viento y el infernal calor corren por el tejado sin ninguna precaución, y sin medir las consecuencias, se descuidan, no se percatan de las trampas del destino, una trampa de ratones los espera en un rincón, el peligro acecha, un malicioso gato los esperaba con ansias de dar un zarpazo y terminar con sus existencia... pobres inocentes juegan con sus vidas, en un instante se termina todo, los depuradores, no perdonan. Julianita Cisne. Nicaragua. |