Hasta entonces, la poesía dormitaba oculta en el capullo rosa de un cuento de hadas, detrás de la ultima pagina de un cuaderno de adolescente, deambulaba melancólica con careta de carnaval entre pseudo poetas en una babel infatigable de obras y autores, que no pasaban de ser blasones en sus magníficos apellidos. era la carta perfumada de requiebros amorosos de un envejecido corazón, el rubor encendido de una sentida declamadora de versos en un costurero parroquia, la mas sincera y anónima declaración de amor escrita en iniciales en la piel de un árbol, entonces...
tras un bostezo prolongado las musas descendieron para susurrar ideas y convertir el pincel de un paisaje ambarino en una plegaria al creador. se adentraron furtivas, en esos recónditos secretos donde habita el alma de los viejos y hurgaron en los bolsillos de su corazón. para sacarle un postrer suspiro a su soledad.
el graffiti lapidó con furia , la huella de un mensaje frente a la injusticia, en una muda pared.
el verso escaló en el pentagrama hasta llegar a esa cima, desde donde los jóvenes con el arma letal de una guitarra, lanzan al aire su grito desaforado de libertad. la poesía está de vuelta, en un mundo que se olvidó de soñar. ALBA