Dios en este diciembre quiere
hacer de tu vida una constante Navidad,
donde la paz, la esperanza,
el amor y la convicción
de un futuro seguro llenen tu mente
y corazón para siempre. Solamente,
tienes que invitar a Jesús para que
sea el Señor y salvador de tu vida,
alegrándote así no solo por un mes,
sino por el resto de tus días.