LA LEY DE DIOS CRISTO LA CONSTITUCION DEL CIELO Y LA TIERRA . STGO 2 : 10 Porque quien observa toda la Ley, pero falta en un solo precepto, se hace reo de todos.
11 Pues el que dijo: No adulteres, dijo también: No mates. Si no adulteras, pero matas, eres transgresor de la Ley.
12 Hablad y obrad tal como corresponde a los que han de ser juzgados por la Ley de la libertad.
Santiago 2-> Ver. 10
[V.10-> Guardare. Gr. teréo, “guardar”, “prestar cuidadosa atención”. Santiago presenta como ejemplo el caso hipotético de un miembro de iglesia que guarda toda la ley, excepto un mandamiento. No afirma que ese caso fuera real. Ofendiere. Gr. ptáio, “tropezar”, “delinquir”, “faltar al deber”. Punto. La ley no es una simple colección de preceptos aislados: es un trasunto perfectamente armonioso de la voluntad divina. Todos los preceptos son manifestaciones del amor en acción, ya sea hacia Dios o hacia nuestros prójimos. Preferir la parte de la ley que nos conviene e ignorar el resto, aunque sólo se trate de un pequeño detalle, revela el deseo de hacer nuestra propia voluntad y no la de Dios. Se quebranta la unidad del amor y aparece el pecado básico del capricho egoísta. Culpable de todos. Para quebrantar la ley, ya sea civil o religiosa, no es necesario violar todas las leyes: una sola falta es suficiente. El punto esencial es la cuestión básica de ser leal a la autoridad; es suficiente una sola violación para manifestar la inclinación del corazón. ”Un vidrio que es golpeado en un solo punto queda, sin embargo, destrozado. La ley no es un conjunto de diez bolos, uno de los cuales puede ser derribado mientras los otros quedan firmes. La ley es una unidad; su unidad es el amor. Si se viola en un punto, se viola el amor como tal, o sea la unidad de ella”Así como una cadena queda rota cuando se rompe su eslabón más débil, así como una nota puede echar a perder toda la armonía musical, así como una parte herida hace sufrir todo el cuerpo, o así como la lepra en cualquier lugar del cuerpo hace que todo el hombre sea catalogado como leproso, así también quebrantar un mandamiento arruina la plenitud y la armonía de toda la ley para el transgresor ]
Santiago 2-> Ver.
[V.11-> El. Hay sólo un Legislador (cf. Stg 4:12),y la ley es la expresión de la voluntad divina(ver com. Exo 20:1); por lo tanto, la autoridad de Dios se revela igualmente en cada uno de los diez preceptos pronunciados por él en el Sinaí, y cualquiera que voluntariamente viole un mandamiento, se rebela contra la expresa voluntad de Dios. Dijo. Probablemente sea una referencia al hecho de que el Señor pronunció personalmente los Diez Mandamientos (Exo 20:1; Deu 5:26). No cometerás adulterio. El apóstol cita, como ejemplo, dos de los Diez Mandamientos; pero otros dos pudieran igualmente haber servido como ilustración. El Señor citó esos dos mandamientos en el Sermón del Monte, en donde mostró que pueden ser violados tanto en el corazón como con las acciones 537 (Mat 5:21-28). Con esta ilustración Santiago enseña que la observancia de una parte de la ley no justifica la violación de otra parte. Ningún juez perdonaría la violación de una ley sencillamente porque el infractor ha respetado muchas otras leyes. Por eso se recordaba a los miembros de la iglesia que excusaban su parcialidad hacia los ricos como el cumplimiento de la ley del amor, que esa práctica no anulaba sus injusticias con los pobres. Así se destruía la unidad del genuino amor cristiano. Transgresor. Ver com. Stg 2:9. Ley. De ese modo es violado el espíritu de toda la ley y se revela la falta de una entrega completa a la voluntad de Dios. ]
Santiago 2-> Ver.
[V.12-> Hablad. En resumen: el apóstol exhortaba a sus hermanos en la fe a esforzarse para que sus palabras y acciones diarias se sujetaran a la ley de Dios. La afirmación de Santiago de que somos responsables por nuestras palabras y nuestros hechos, es característica de él; es otra alusión a las enseñanzas de Cristo (Mat 12:36-37). Juzgados. El registro de la vida de cada ser humano será un día revisado por Dios (ver com. Hch 17:31; 2Co 5:10). Ley de la libertad. Ver com. Stg 1:25. Además del Decálogo, las otras “palabras” que Jesús habló finalmente juzgarán a los hombres (ver com. Jn 12:48). “El pecado puede triunfar solamente debilitando la mente y destruyendo la libertad del alma. La sujeción a Dios significa la rehabilitación de uno mismo, de la verdadera gloria y la dignidad del hombre. La ley divina a la cual somos inducidos a sujetarnos, es “la ley de la libertad’ “
La ley es una revelación de la voluntad y del carácter de Dios.EXODO 20:1,17,EXODO31:12,18 ESCRITA SU PROPIO DEDO EN PIEDRAS Y EN EL CORAZON .
De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. Romanos 7:12.
Muchos maestros en religión aseveran que Cristo abolió la ley por su muerte, y que desde entonces los hombres se ven libres de sus exigencias. Algunos la representan como yugo enojoso, y en contraposición con la esclavitud de la ley, presentan la libertad de que se debe gozar bajo el Evangelio. RJ 38.2
Pero no es así como los profetas y los apóstoles consideraron la santa ley de Dios. David dice: “Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos”. Salmos 119:45. El apóstol Santiago, que escribió después de la muerte de Cristo, habla del Decálogo como de la “ley real”, y de la “perfecta ley, la de la libertad” Santiago 2:8; 1:25. Y el vidente de Patmos, medio siglo después de la crucifixión, pronuncia una bendición sobre los que “lavan sus ropas [o “guardan sus mandamientos”], para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad”. Apocalipsis 22:14.
El aserto de que Cristo abolió con su muerte la ley de su Padre no tiene fundamento. Si hubiera sido posible cambiar la ley o abolirla, entonces Cristo no habría tenido por qué morir para salvar al hombre de la penalidad del pecado. La muerte de Cristo, lejos de abolir la ley, prueba que es inmutable. El Hijo de Dios vino para engrandecer la ley, y hacerla honorable. Isaías 42:21. Y con respecto a sí mismo declara: “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón”. Salmos 40:8. La ley de Dios, por su naturaleza misma, es inmutable. Es una revelación de la voluntad y del carácter de su Autor. Dios es amor, y su ley es amor. Sus dos grandes principios son el amor a Dios y al hombre. “Así que el cumplimiento de la ley es el amor”. Romanos 13:10. El carácter de Dios es justicia y verdad; tal es la naturaleza de su ley. Dice el salmista: “Tu ley la verdad”; “todos tus mandamientos son justicia”. Salmos 119:142, 172. Y el apóstol Pablo declara: “La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno”. Semejante ley, expresión del pensamiento y de la voluntad de Dios, debe ser tan duradera como su Autor. Es obra de la conversión y de la santificación reconciliar a los hombres con Dios, poniéndolos de acuerdo con los principios de su ley. Al principio el hombre fue creado a la imagen de Dios. Estaba en perfecta armonía con la naturaleza y la ley de Dios; los principios de justicia estaban grabados en su corazón. Pero el pecado lo separó de su Hacedor. Ya no reflejaba más la imagen divina... Mas “de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito”, para que el hombre fuese reconciliado con Dios. Por los méritos de Cristo puede restablecerse la armonía entre el hombre y su Creador
La ley de Dios aparece en los cielos a su segunda venida.
Y los cielos declararán su justicia, porque Dios es el juez. Salmos 50:6.Las nubes se retiran, y el cielo estrellado brilla con esplendor indescriptible en contraste con el firmamento negro y severo en ambos lados. La magnificencia de la ciudad celestial rebosa por las puertas entreabiertas...En el templo se verá el arca del testimonio, en la cual están colocadas las dos tablas de piedra, sobre las que está escrita la ley de Dios. Esas tablas de piedra serán sacadas del lugar donde estaban ocultas, y sobre ellas se verán los Diez Mandamientos escritos por el dedo de Dios. Esas tablas de piedra que ahora reposan en el arca del pacto, serán un testimonio convincente en favor de la verdad y de la vigencia de los requerimientos de la ley de Dios...Mentes y corazones sacrílegos pensaron que eran lo suficientemente poderosos como para cambiar los tiempos y leyes de Jehová; pero a salvo en los archivos del cielo, en el arca de Dios, están los mandamientos originales, escritos sobre dos tablas de piedra. Ningún potentado de la tierra tiene la facultad de sacar esas tablas de su sagrado escondite, ubicado bajo el propiciatorio.Aparece en el cielo la mano de Dios padre que sostiene dos tablas de piedra puestas una sobre otra. El profeta dice: “Denunciarán los cielos su justicia; porque Dios es el juez”. Salmos 50:6. Esta ley santa, justicia de Dios, que entre truenos y llamas fue proclamada desde el Sinaí como guía de la vida, se revela ahora a los hombres como norma del juicio. La mano abre las tablas en las cuales se ven los preceptos del Decálogo inscriptos como con letras de fuego. Las palabras son tan distintas que todos pueden leerlas. La memoria se despierta, las tinieblas de la superstición y de la herejía desaparecen de todos los espíritus, y las diez palabras de Dios, breves, inteligibles y llenas de autoridad, se presentan a la vista de todos los habitantes de la tierra.Es imposible describir el horror y la desesperación de aquellos que pisotearon los santos preceptos de Dios... Los enemigos de la ley de Dios... reconocen demasiado tarde que el día de reposo del cuarto mandamiento es el sello del Dios vivo.