Malos hábitos: lo que engorda sin comer
No todo pasa por las dietas y las calorías.
A veces ganamos peso porque comemos mal o vivimos mal.
La alimentación es sólo una parte del asunto.
Te contamos qué cosas debés desterrar para evitar los kilos de más.
A todas nos ha ocurrido:
Hay etapas en que genamos peso sin haber cometido excesos,
sin haber cambiado demasiado la cantidad ni la calidad de
los alimentos que ingerimos.
Es importante saber q hay otros factores que pueden hacernos
engordar y que no tienen que ver con la alimentación:
* Estrés y ansiedad:
Son dos enemigos importantes del buen peso y la calidad de
vida.
Hacen que tengamos más ganas de comer y nos acercan a los
dulces y la comida chatarra.
Están muy asociados al "hambre emocional".
Cuando te pase,tratá de retomar la calma y pensar qué te llevás
a la boca y por qué.
Reemplazalo por una botella de agua fresca y alguna fruta.
Pronto sentirás una sensación de satisfacción y comprobarás que
eran los nervios los que te estaban jugando una mala pasada.
* Trasnochar y dormir mal:
Estirar la jornada hace que uno siga picando aún después de una
buena cena.
Y la falta de sueño y de descanso reparador crea un desequilibrio
hormonal, que provoca que no te sientas satisfecha al comer.
* Dejar de fumar:
Nada más recomendado que abandonar el tabaco.
Pero es importante que tengas en cuenta que tendrás picos de
ansiedad que te llevarán a picotear.
Planificá qué hacer en esos momentos.
Lo más aconsejable es realizar ejercicio y seguir una dieta en
esa etapa.
* Comer rápido:
Cuando comemos a las corridas, sin masticar bien, tenemos
menos sensación de saciedad e ingerimos más alimentos de
los que necesitamos.
* Sedentarismo:
La falta de actividad física es muy perjudicial, para el peso
y para la salud.
Cuanto más nos movamos, mayor gasto calórico tendremos
y acumularemos menos grasa.
Si hacemos ejercicio podemos comer más sin ganar peso.
* Atracones:
Comer mucho en un sólo momento del día y mantener muchas
horas de ayuno no es bueno, porque favorece los atracones.
Lo mejor es fraccionar la alimentación en seis comidas diarias.
Esto aumenta el funcionamiento metabólico y disminuye la
probabilidad de acumular grasas, dado que la provisión de
alimento constante reduce notablemente la ansiedad.
* Exceso de sal:
Salar demasiado la comida es malo.
Es conveniente disminuir el consumo de sodio para retener
menos líquidos y eliminar el riesgo de presión alta.
Se puede compensar agregando mayor variedad de especias
en tus comidas.
* Poco líquido:
Ingerir menos de 1 litro de agua por día hace que nuestros
riñones trabajen poco y más toxinas queden en nuestro cuerpo.
Los especialistas recomiendan beber a diario 2 o 3 litros de a
gua, soda, jugos dietéticos, gaseosas light, caldos caseros
desgrasados o infusiones