Juan 14:17,26; 15:26; 16:7,8, 13-15:
Los Trinitarios sostienen que el Espíritu Santo es un persona, pues aparecen pronombres masculinos (El Espíritu Santo). No obstante, todos los pronombres en Griego en relación al Espíritu Santo están en neutro. Lo interesante es que en nuestras Biblias el Espíritu Santo aparece a veces con pronombre masculino, en otra veces con el pronombre neutro. A veces en un mismo versículo el Espíritu Santo aparece con el género masculino y después en neutro y viceversa. ¿Por qué este cambio?
Este cambio se debe al hecho que en el Griego el género no está basado en el sexo, o no sexo, como en el español (Él, Ella), sino con la terminación de los sustantivos, a pesar del sexo o no sexo. Por ejemplo., la palabra Griega para Consolador es Parakletos, y es masculino, pero es un sustantivo que termina en ‘os’. Sólo en muy raras excepciones no se cumple este principio.
La palabra Griega para Espíritu es Pneuma, y es neutro porque es un sustantivo terminado en ‘ma’. ¿Por qué esto es así? Los pronombres en Griego deben concordar, entre otras formas, en género con los sustantivos a los que se refieren; por lo tanto, si se habla del Parakletos, éste tiene que ser masculino, y neutro si es Pneuma.
Así, con los géneros de los sustantivos usados en conexión con estas dos palabras no se puede inferir si el Espíritu Santo es o no una persona. Es imposible. Esto debe investigarse en las enseñanzas de todas las Escrituras en donde se usa el término Espíritu Santo.
Estaremos de acuerdo en afirmar que los sustantivos masculinos de Juan 14:17,26; 15:26; 16:7,8, 13-15 no prueban que el Espíritu Santo sea una persona, como tampoco los sustantivos neutros de estos pasajes no prueban que el Espíritu Santo no sea una persona.
Sin embargo, desde que es una costumbre llamar a la luna con el pronombre femenino, y al sol con el masculino, nosotros frecuentemente nos referimos al Espíritu Santo con pronombres masculinos, p-ero ello no significa que sea una persona.
No hay ningún pasaje bíblico en que sea le dé adoración al Espíritu Santo. Por tanto la Biblia no enseña ni manda a adorarlo. Pero entendiendo al Espíritu Santo en un sentido secundario---la propia disposición de Dios--- Su santa mente, corazón y voluntad---no diríamos que está mal reverenciarlo, entendiendo tal reverencia como para Dios el Padre en Su santo carácter.
Los Trinitarios creen que por el Espíritu Santo se creó todo (Génesis 1:2). Por tanto, dicen que el Espíritu Santo es Dios Todopoderoso, el Creador. Por supuesto que el Espíritu Santo intervino en la creación. Y es que el Espíritu Santo es el poder y la Sabiduría de Dios. En Salmos 33:6 se refiere a Su Palabra, como “el aliento(pneuma=espíritu)) de su boca”. Dios creó todo con Su Palabra (pneuma), la cual es poder y sabiduría.
La prueba más grande que tenemos que el Espíritu Santo es el poder de Dios---aunque hay muchas más--- se registra en Lucas 1:35. Allí el lector verá con claridad que el Espíritu Santo es el poder de Dios.
http://www.mindspring.com/~anthonybuzzard/trinidad.htm