Marcos cap. 9: v 30 al v 32
Al salir de allí atravesaron la Galilea sin detenerse. Jesús no quería
que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Y les decía: El
Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de los hombres, que le darán muerte
y, a los tres días de muerto, resucitará. Pero ellos no entendían lo que les
decía y tenían miedo de preguntarle.
ENSAYO:
Glorificado sea el Padre en el Nombre de Jesús, porque esto que sus
discípulos no preguntaron por miedo a no entender eso de resucitar, a nosotros
ya nos ha sido contestado, y entendemos que deberemos dejar morir al hombre
viejo tradicional y materialista, para que resurja en nosotros el hombre nuevo,
el ser espiritual que vive dentro de cada ser humano que le dará la esencia, la
substancia y eternidad de haber sido hecho a la imagen y semejanza en Dios, es
decir: espíritu, alma (mente) y cuerpo en armonía con él en su Trinidad Santa y
Perfecta.