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1.2 Moisés: el gran libertador
El faraón dio a José un nombre egipcio (Safnat-Paneaj) y una esposa egipcia: Asenat, hija de Potifera, sacerdote de la ciudad santa de On (Heliópolis). José adquirió así un rango sagrado. Al linaje de su esposa Asenat –cuyo nombre significa «ella pertenece a la diosa Neith»–, se sumó la etimología del suyo propio (según unos autores Safnat significa «alimento» y Paneaj «de la vida»; según otros, «hombre de conocimiento») y la indumentaria ritual de lino que vestían sacerdotes y magos en el país del Nilo.
Cuando Jacob reunió a sus hijos para bendecirlos antes de morir (Génesis 49), distinguió especialmente a los hijos judeoegipcios de José: Manasés y Efraim. Por un lado, dijo a José que estos dos nietos serían considerados como sus propios hijos carnales, convirtiéndolos en padres de dos de las doce tribus de Israel. Por otro, a pesar de que el primogénito era Manasés, bendijo como tal a Efraim y profetizó que éste sería el mayor y el fundador de muchas naciones.
Según Gary Greenberg, presidente de la Sociedad Bíblica Arqueológica de Nueva York y autor del libro 101 mitos de la Biblia (Ed. Océano Ámbar), la rama israelita nacida de Raquel –José y Benjamín– provenía de Egipto. Por eso, Raquel llamó a su hijo menor Benoni, que significa «hijo de On» (Heliópolis), luego cambiado a Benjamín. También menciona un sello del reino de Israel, datado hacia el 730 a.C., que muestra a un funcionario hebreo vestido con ropas egipcias y de pie sobre el icono egipcio de un globo alado. Por otra parte, observa que muchos miembros de la tribu de Levi, procedente de Moisés, tenían nombres egipcios.
Moisés: el gran libertador
Moisés fue adoptado por una hija del faraón y educado como príncipe. Según sostiene Jan Assmann su obra Moisés el egipcio (Ed. Oberon), los autores antiguos egipcios y griegos –Manetón, Hecateo de Abdera, Lisímaco, Queremón, Estrabón y Apión, entre otros– afirman que era un sacerdote egipcio de On. En cualquier caso, lo fuese por su sangre o sólo por el lugar de su nacimiento, adopción y cultura, como sostienen Josefo y los autores judíos, conocía en profundidad la cultura del Nilo. Así lo asegura Filón de Alejandría entre los judíos y, entre los cristianos, Clemente de Alejandría y Lucas (Hechos 7: 22).
Moisés destaca como el gran Libertador de Israel: sacó al pueblo hebreo del cautiverio y le dio las Tablas de la Ley, que Yavé le entregó en el monte Sinaí. También le reveló Dios la explicación oral de la Torá o Ley –con el mandato de que ésta no debía ponerse por escrito– y Moisés la transmitió a un grupo escogido de discípulos. El más destacado de éstos fue Josué, de la tribu judeoegipcia de Efraim, el hijo de Asenat.
Treinta años antes de iniciarse el Éxodo de Israel bajo el liderazgo de Moisés, un grupo de guerreros de la tribu de Efraim salió de Egipto y alcanzó la Tierra Prometida, aunque fueron masacrados por los filisteos. Pero si no es casual que esta avanzadilla judeoegipcia se adelantara al Éxodo, tampoco puede serlo que Josué fuese elegido por Moisés «el egipcio» como su sucesor al frente del «pueblo elegido». A este descendiente de Efraim encomendó Yavé la conquista de la Tierra Prometida y, como había hecho con Moisés al separar las aguas del Mar Rojo, también dividió las del río Jordán para que Josué entrara en Canaán. Sobre esta estirpe, originaria del país del Nilo, recayó una y otra vez tanto la misión de aportar un Libertador a Israel como la de preservar el legado esotérico y la Ley oral. Josué comunicó dicha tradición no escrita a los sabios del periodo de los Jueces (los zequenim) y éstos a los profetas.
En esta transmisión oral resulta clave Samuel, el último de los jueces y el primero de los profetas, que pertenecía a la tribu de Efraim. Pero antes de Samuel hallamos a otra figura mesiánica de enorme relevancia en Israel: la profetisa Débora (1125 a.C), que actuó como juez –caudillo militar en la guerra y gobernadora en la paz– entre Betel y Ramá. Cuando Israel estaba sometido a los cananeos del rey Jabín, Débora reunió una fuerza de 10.000 hombres en el monte Tabor, desde donde atacó y venció a los cananeos. Como Josué y Samuel, también Débora pertenecía a la tribu de Efraim.
Samuel fue el juez –estos jueces eran llamados también «libertadores»– que condujo a los hebreos a la victoria sobre los filisteos en la batalla de Mispá (1020 a.C). Pero el pueblo le pidió un rey. Samuel se opuso, porque en el concepto original de Israel el único rey era Dios. Entonces, Yavé le dijo: «no te rechazan a tí, sino a mí, porque no quieren que Yo sea su rey». Sin embargo, le instó a concederles lo que pedían, aunque dejando constancia de su contrariedad. Samuel les advirtió que un rey les oprimiría y Dios ya no escucharía sus súplicas, porque le habían rechazado.
Este episodio tiene enorme importancia porque, según la tradición rabínica, el mesías «purificaría la escoria de Israel» y restablecería el sistema de los jueces, «como en el principio» (Talmud, Tratado Sanhedrín). Esto significa que «el reino mesiánico» no sería una monarquía en el sentido histórico del término. En rigor, lo que anuncian los profetas es la utopía de una sociedad sin estado y sin sacerdotes, ya que Dios hablaría directamente a todos en el corazón, incluyendo a los niños, y no serían necesarios autoridades ni intermediarios (Jeremías 31: 35).
Sin embargo, Yavé acabó por patrocinar la monarquía judía. Samuel ungió a Saúl, de la tribu de Benjamín –«el hijo de On»–, después que éste atravesó la región montañosa de Efraim (I Samuel 15). No obstante, más tarde saldría de su retiro en Ramá para anunciar a Saúl que había perdido el favor de Yavé y ungir en su lugar a David, nacido en Belén-Efrata (I Samuel 16), nombre asociado a Efraim. Desde entonces el propio Yavé reiteraría una y otra vez la promesa de que el linaje de David (de la tribu de Judá) permanecería en el trono para siempre o, al menos, hasta que llegara el mesías.
El faraón, instrumento divino
Pero la consolidación de la monarquía judía no mermó el papel del antiguo Egipto como legitimador de Israel. El sucesor de David en el trono, el rey Salomón, desposó a una princesa real egipcia y, según I Reyes, esta fue su esposa principal y su preferida. Salomón hizo construir un templo consagrado al culto egipcio en el monte de los olivos para agradar a esta princesa.
En I Reyes el faraón aparece siempre como un instrumento de la voluntad de Yavé. Cuando éste castiga a Salomón por su idolatría, el profeta Ajías anuncia a Jeroboam –de la tribu de Efraim– que Dios le concederá reinar sobre diez de las doce tribus de Israel. Entonces Salomón decide matar a Jeroboam, pero éste huye a Egipto, donde el faraón le protege. Más tarde le apoya para que regrese a la Tierra Prometida, bajo el reinado de Roboam, hijo y sucesor de Salomón. Con respaldo egipcio, hacia el año 926 a.C. Jeroboam declarará la independencia del norte y fundará el reino de Israel, también conocido en la Biblia con los nombres de Samaria, Efraim y Casa de José.
Con estos antecedentes, no debe extrañarnos que en este reino del norte o de Efraim, hallemos el culto al toro bajo la forma del becerro de oro. Las fuentes rabínicas, Filón, Lactancio y San Jerónimo lo identifican con el culto egipcio a Apis, símbolo del dios-hombre muerto y resucitado del país del Nilo: Osiris. En el reino de José o de Efraim, Apis contó con santuarios en Betel y Dan, que simbolizaban de «Trono de Dios», igual que el Arca de la Alianza venerada en Jerusalén por Judá.
También el Arca de la Alianza tenía origen egipcio, como los cuatro querubines que la adornaban, entre los cuales destacaba la imagen leonina de la esfinge (un hombre con cabeza de león) y el toro Apis, que asimismo aparecía como emblema en el estandarte de la tribu de Efraim. Además, en I Reyes, libro en el cual se mencionan por su nombre todos los dioses de las esposas paganas de Salomón cuyos cultos eran abominables para Yavé, no se menciona el egipcio. Por tanto, es evidente que la religión del país del Nilo tuvo un estatus especial tanto en Israel (reino del norte) como en Judá (reino del sur).
El mesías «hijo de Efraim»
Cuando los asirios destruyeron el reino del norte o Casa de José, en el año 722 a.C., nació el mito de las diez tribus perdidas de la Casa de Israel (II Reyes). El reino de Samaria o de Efraim jamás se repuso de este golpe: sus gentes fueron desterradas y dejaron de pertenecer al «pueblo elegido». Según el Talmud, a todos los efectos los efrateos deben ser considerados goyim (gentiles) y tienen el estatus de «no judíos» hasta hoy. Sin embargo, también eran y son imprescindibles en relación a la expectativa judía del mesías, ya que la misión de éste consiste en volver a reunir a «los dispersados de Israel» (el reino de Efraim), traerlos de nuevo a la Tierra Prometida y fundirlos en un sólo pueblo con la tribu de Judá, el reino judío del sur con capital en Jerusalén (según Oseas, Isaías y Jeremías).
El antiguo reino de Efraim había ocupado el mismo territorio que, cuando nació Jesús de Nazaret, correspondía a su Galilea natal y a la vecina Samaria. Los samaritanos habían protagonizado un cisma del judaísmo y rechazaban el Templo de Jerusalén. También tenían otro monte sagrado (el Gazirim) y esperaban a su propio mesías (Taheb). Estos israelitas cismáticos y odiados por los judíos del sur –hacia quienes Jesús siempre tuvo una actitud amistosa, que le valió la acusación de ser un samaritano– afirmaban que el fundador de su nación había sido el efrateo Josué.
También Galilea tenía mala imagen entre los judíos de Jerusalén. El término significaba «círculo de los gentiles» (Galil HaGoyim), por su carácter de población mestiza, fruto de la recolonización con extranjeros que hicieron los asirios después de llevar al cautiverio a las diez tribus del norte. Sin embargo, Isaías había profetizado la grandeza de esta región, cuna de héroes judíos y bastión de los sucesivos levantamientos contra Roma en el siglo I d.C.
En el Génesis, Jacob profetiza un rey del mundo salido de Judá. Pero también se afirma que la corona no se apartará de esa tribu «hasta que llegue Siló», uno de los nombres del mesías y de la ciudad del reino de Efraim donde estuvo el Arca antes de su traslado a Jerusalén. Este pasaje plantea serias dudas sobre si el linaje del mesías debía ser forzosamente davídico o no. La frase «hasta que llegue Siló» es muy ambigua. ¿Acaso el último monarca davídico debía ser el predecesor de Siló o bien era necesario que también Siló fuese davídico? ¿No debería Siló, en buena lógica, ser un efrateo –un galileo en la época de Jesús–, ya que este nombre designa a la ciudad del antiguo reino de Efraim donde estuvo originariamente el Arca de la Alianza con las Tablas de la Ley?
No había unanimidad en Israel sobre esta cuestión. En tiempos de Jesús, la mayoría pensaba que el mesías debía provenir del linaje de David (Judá). Pero también existían otras expectativas. Algunos esperaban a un mesías «Hijo de José» o «de Efraim», sobre la base de numerosas profecías, entre ellas Jeremías 31, en la cual Dios afirma: «Yo soy un padre para Israel y Efraim es mi primogénito»; o el Salmo 60: «Efraim es la cabeza y la fortaleza de Yavé». Por otra parte, algunos entendían la expresión «Hijo de David» como un título real. En el Talmud se equipara el término «mesías» al título romano de «César» y el de «rey David» al de «vice-César». También la profecía de Oseas sobre la unificación de Efraim con Judá por el mesías emplea la expresión «entonces buscarán a David su rey» en sentido simbólico y no literal, ya que David llevaba muerto varios siglos cuando vivió este profeta. Además, Oseas se refiere al reino de Efraim directamente al identificar al mesías con Jezreel («el día de Jezreel será grande»).
Este Jezreel nació de la unión de Oseas con su esposa Gómer y fue llamado «hijo de la fornicación», pero engendrado por mandato de Dios y nacido en el reino del norte. Su nombre significa «Dios siembra» o «Dios esparce su semilla» y también designa la llanura al pie del monte Tabor donde Débora (efratea) derrotó a los cananeos. El extenso valle de Jezreel se extendía al pie de Nazaret, donde nació Jesús, y asimismo evocaba el derramamiento de sangre inocente, ya que allí Naboth de Jezreel había sido acusado falsamente de blasfemia y lapidado.
¿Estamos ante una prefiguración del asesinato de Jesús, acusado falsamente de blasfemia? En Juan 8 unos judíos hostiles insinúan que Jesús era «hijo de la fornicación», expresión que recuerda a Jezreel («semilla de Dios»), hijo de la adúltera Gómer, pero engendrado por mandato divino. Y en esta misma profecía de Oseas hallamos varios signos asociados a Jesús en el Evangelio: la resurrección al tercer día, la Huida a Egipto, la matanza de niños y el anuncio de la llegada del reino mesiánico.
¿Fue el Jesús de la historia un mesías «hijo de José» o «de Efraim»? ¿Acaso el nombre de su supuesto padre putativo en Mateo y Lucas (José) alude a la Casa de José o reino de Efraim, y no a una persona? ¿Por qué José no aparece como padre de Jesús en las fuentes cristianas más antiguas –epístolas de Pablo, evangelio de Marcos, Epístola a los hebreos– y sólo se menciona en éstas a María?
El Evangelio de los hebreos, hoy perdido pero estimado en los siglos I y II como el auténtico Mateo escrito en caracteres hebreos, no contenía la genealogía davídica que recogen el de Mateo y el de Lucas que han llegado hasta nosotros, según sostiene San Irineo y sugiere San Epifanio. San Jerónimo lo tradujo al latín y afirma que los judeocristianos que seguían dicho texto estimaban a Jesús como el fruto de una unión natural entre María y un hombre. A comienzos del siglo II, San Papías aseguró que este evangelio perdido fue la base de todos los otros («después cada uno lo interpretó como pudo») y, significativamente, desconfiaba de los textos y estimaba más fiable la tradición oral sobre Jesús transmitida por sus discípulos directos y por los seguidores de éstos, según reconoce San Eusebio en su Historia eclesiástica.
Ninguno de los mesías del siglo I d.C. mencionados por Flavio Josefo fue davídico. Este linaje real se había interrumpido trágicamente en el siglo VI a.C., cuando el reino del sur o de Judá fue llevado al cautiverio en Babilonia, donde murió el rey Jeconías, sobre quien Yavé había lanzado una maldición, según la cual él y su descendencia quedaban excluidos para siempre del trono de Israel.
En el siglo I d.C. nadie podía probar que tenía una ascendencia davídica. Por eso, en La Regla aneja de los esenios de Qumrán se afirmaba que Yavé distinguiría al mesías con un signo para identificarlo como el Ungido esperado y muchos creían que dicho signo se manifestaría con un nacimiento sobrenatural. Este rey-mesías no debía ser un monarca como los otros, sino el intermediario de Dios, o incluso el propio Dios. En la profecía de Zacarías 14, vemos que es Yavé quien libra la batalla final para derrotar a los enemigos de Israel con diversos prodigios.
Según Zacarías, Yavé pondría sus pies en el monte de los olivos –el mismo en el cual Salomón había edificado un templo consagrado al culto egipcio– y lo dividiría en dos, creando un valle entre ambos para que huyeran los fieles mientras él exterminaba a los invasores (acto que evoca la división de las aguas del mar Rojo y las del Jordán). Esta escena anuncia la fundación del reino mesiánico y explica la enorme importancia político-religiosa del monte de los olivos, asociado a Egipto y al linaje judeoegipcio.
El propio Jesús de Nazaret evoca la advertencia antimonárquica del efrateo Samuel cuando dice a sus discípulos que los reyes y potentados oprimen a sus súbditos, añadiendo: «no ha de ser así entre vosotros». Tampoco es casual que descienda a Jerusalén desde el monte de los olivos para ser aclamado rey-mesías por el pueblo, ni que después de su crucifixión, en el año 57 d.C., un mesías judeoegipcio –de quien no se conoce el nombre– concentrara en el monte de los olivos una fuerza para atacar Jerusalén, en otra revuelta anti-romana. En esa ocasión, San Pablo se hallaba en el Templo de Jerusalén y estuvo a punto de ser asesinado cuando le confundieron con ese mesías.
Esta simbiosis entre Egipto e Israel estaba especialmente viva en tiempos de Jesús, como vemos en los Anales del historiador romano Cornelio Tácito que, tras confirmarnos que Jesús fue crucificado por orden de Pilatos bajo el reinado de Tiberio, califica a su movimiento de «peligrosa superstición judeoegipcia», añadiendo que después de haber sido derrotado, había renacido y vuelto a extenderse «no sólo ya en Judea, origen del mal, sino también en la propia Roma». A esta luz podemos entender mejor el episodio evangélico de la Huida a Egipto, el exilio de la Sagrada Familia en el país del Nilo y ese retorno en cumplimiento de la profecía en la cual Dios afirma: «De Egipto llamé a mi hijo» (Oseas 11).
Jesús acampa en este famoso monte antes de entrar en Jerusalén y allí, en el paraje conocido como huerto de Getsemaní, padecerá la pasión y será detenido. Según la tradición cristiana, tras su muerte también ascendió al Cielo desde el monte de los olivos. No se trata de simples coincidencias. Según proclaman los profetas bíblicos, el Juicio Final se celebrará en el valle de Josafat, situado al pie de este monte, y allí comenzará el reinado «del Eterno sobre toda la Tierra», según Zacarías 14.
Los pasos de Jesús suponen un cumplimiento preciso de las profecías mesiánicas. Antes de su descenso desde el monte de los olivos vemos que acampa en el monte Tabor, donde tiene lugar su reunión con Moisés (el gran Libertador egipcio) y con Elías (el precursor del mesías), en el episodio de la Transfiguración, probablemente el episodio más importante después de la resurrección, iniciáticamente hablando.
El Tabor está situado en el antiguo norte (reino de Efraim). Como vimos antes, Débora concentró allí al ejército israelita en vísperas de la batalla en la llanura de Jezreel, nombre que evoca la profecía mesiánica de Oseas. Es significativo que los árabes lo llamen Jebel et tur («monte de los montes») y denominen así indistintamente al Sinaí (donde Moisés recibió la Ley), al Tabor (asociado con Débora y Jesús), al de los olivos (vinculado con Jesús y el mesías judeoegipcio del año 57) y al Gazirim, el monte sagrado donde los samaritanos esperaban a su mesías y hacia el cual peregrinaron en el año 35 d.C, siendo masacrados por orden de Pilatos.
En el Evangelio según Juan vemos que, antes de entrar en Jerusalén, Jesús permanece oculto un tiempo en la localidad de Efraim. Finalmente, será crucificado a pocos metros de la Puerta de Efraim. El signo judeoegipcio aparece también en el hecho de que Jesús reitera con su muerte el drama que la religión del Nilo atribuía a Osiris. En 14 trozos fue mutilado Osiris y 14 son las estaciones del Vía Crucis de Jesús. Los tres principales números de Osiris son 14 (por su mutilación), 28 (por los años que duró su reinado) y 42, suma de los libros escritos por Thot, en los cuales, supuestamente, se recogían todos los secretos revelados por los dioses a los antiguos egipcios. Sobre estos libros legendarios, en el texto hermético conocido como La Virgen del mundo Isis afirma que fueron escondidos de tal modo que no pudieran ser hallados por nadie y que en ellos «el Señor de todo lo que existe» dejó constancia de la fórmula de la inmortalidad. Significativamente, encontramos los mismos números en la genealogía de Jesús que recoge Mateo, estructurada en 3 tramos de 14 generaciones, que suman sucesivamente 28 y 42.
El texto de Mateo llama la atención sobre estos números, asociándolos a la historia de Israel desde Abraham, nombre-código bíblico que significa «padre de los creyentes» y que no designa a una comunidad de la sangre, sino de la fe, como afirma San Pablo en sus epístolas, al calificar como «descendientes de Abraham» a quienes creen en Cristo. Esto podría indicar que las supuestas genealogías de Jesús en Mateo y en Lucas fueron añadidas para transmitir un mensaje secreto a través de su simbolismo, pero no para documentar un linaje literal «según la carne».
La mayoría de los especialistas piensa que Jesús nació en Nazaret (Galilea), o acaso en Belén de Nazaret, una aldea muy próxima a esa localidad. El nacimiento en «Belén de Judea» que aparece en Mateo y que San Jerónimo tradujo mal como «Belén de Judá» en la Vulgata para adaptar dicho texto a los pasajes bíblicos de Miqueas y de Jueces, podría evocar a través de Belén-Efrata, donde nació David según Miqueas, la misión de unificar a Efraim (Efrata es su femenino) con Judá (Belén), mediante un simbolismo que así confería a Jesús tanto la condición de mesías davídico como la de mesías de Efraim. Originariamente, el texto hebreo de Miqueas sólo mencionaba a Efrata y Belén se considera un añadido posterior, introducido para identificar inequívocamente al clan Efrata con el rey David.
Al designar este lugar como «Belén de Judea», no «de Judá», el Mateo original pudo expresar simbólicamente que Jesús –nacido en Galilea y ungido como «mesías hijo de Efraim» o «de José»– también era el esperado mesías davídico. Pero no por su linaje carnal (Judá), sino por designación divina directa, una idea que recoge la Epístola a los hebreos al sostener que Jesús «no fue constituido mesías por su linaje ni por herencia, sino por el poder de una vida indestructible».
Según Marcos, Jesús nació en Galilea (antiguo reino de Efraim) y fue un apasionado defensor de los samaritanos, que también habían sido parte del mismo reino, ya que en Samaria estuvo su capital. El Evangelio le asocia al monte Tabor (Débora era efratea); muy íntimamente con el profeta Samuel (otro efrateo), tanto a él como a su madre María, en Lucas; a la localidad de Efraim y a la Puerta de Efraim, en Juan; aparte del monte de los olivos, vinculado a Egipto, a la Casa de Efraim y al advenimiento del reino mesiánico en la tradición bíblica. Como colofón, Jesús encarna en su vida el mismo simbolismo que Osiris, cuyo culto fue la primera religión moral de la salvación.
Jesús se inició en el movimiento de Juan el Bautista, que esperaba un redentor del mundo. Según Martin Dibelius –uno de los más reputados especialistas en Jesús– Juan era un mandeo. Estos mandeos se consideraban la religión verdadera, originada en tiempos de Adán y arraigada en Ur. Abraham –patriarca al que remonta Mateo la genealogía de Jesús– fue el encargado de transmitirla al Próximo Oriente. Los mandeos sabeanos rendían culto a la Estrella-guía y a la Estrella-dios (¿la Estrella de la Anunciación, identificada con Sirio y asociada a la diosa egipcia Isis, la hermana y esposa de Osiris?). Asimismo peregrinaban a la meseta de Giza –situada junto a la ciudad santa de Heliópolis, origen del linaje sacerdotal judeoegipcio de Efraim, por su madre Asenat, y también de Moisés– y creían que las tres pirámides de Giza eran tumbas de sus profetas. Uno de éstos –Set, hijo de Adán– es identificado con Cristo en el texto apócrifo conocido como Evangelio de los egipcios, descubierto en Nag Hammadi en 1947.
Todos estos indicios iluminan la afirmación de Tácito, quien asocia a Jesús con una «peligrosa superstición judeoegipcia». También nos permiten entender en todo su calado una afirmación de San Agustín: «la religión verdadera existió desde siempre... hasta que Cristo vino en un cuerpo y empezó a llamarse cristiana, pero ya existía».
El esoterismo del antiguo Egipto la legó a Israel y éste, a través de Jesús, el mesías ben Efraim, a los gentiles. Esta fue la misión de Jesús como libertador de la Humanidad, anunciado desde el Génesis: el maestro del Camino que conduce al despertar, a transformarse en el «Hijo» y, en la culminación, a convertirse en «una sola cosa con el Padre», porque –como leemos en el papiro Nesi Ansu del antiguo Egipto–, «el objetivo de todo lo que vive es divinizarse».
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Lección 4
"Presa Rápida"
(Benjamín Toma la Naturaleza de Leví y la Realeza de José y Siloh)
El Dios y Patriarca Número Siete
A Horus el Viejo, muerto en combate por Seth, le sobrevive el hijo que tuvo de Hathor, a saber Horus el Joven. Horus el Joven fue designado además como el heredero de Osiris e Isis. Este Horus era un niño pequeño, débil, y enfermizo, cuidado por su madre adoptiva, y protegido especialmente de las malas intenciones de Set. Aunque nunca fue derrotado, Set con el tiempo entregó su pretensión al gran trono y se sometió, más o menos, a "la autoridad legítima." En los últimos años antes del Gran Diluvio, la regencia de Egipto perteneció a Thoth, el cual pertenecía a la línea masculina de Shu.1 Bajo él estaba Horus el Joven, heredero de la línea secundaria de reyes. Isis también gobernó junto a su padre Thoth bajo sus epítetos de Sheshat y Maat.2
Como patriarca del Génesis, a Thoth se le llama Lamec. Lamec, al lograr la soberanía, la utiliza para pronunciar una maldición. Él debe ser vengado 77 veces si es muerto en represalia por el asesinato de un joven divino pero ofensivo. La víctima era Osiris (el patriarca Mehujael, "muerto por Dios"), el cual fue asesinado por Seth con la ayuda de Thoth y la aprobación de Ra. Ese énfasis en el número siete es una asociación adicional de Lamec, el séptimo patriarca, con Thoth.3 De los siete patriarcas antidiluvianos mencionados en Génesis, sólo Lamec (Thoth) y Mehujael (Osiris) eran descendientes naturales de Abel (Alal) y su heredero (Shu-Enlil).4 Los otros eran de la línea de Adán y Caín.
Hay tres mujeres importantes mencionadas en el discurso de Lamec del Génesis. Dos de ellas son las esposas y la otra es una hija. Lamec también tiene tres hijos principales. Jabal, "padre de los que habitan en tiendas," que son los semitas, es el hijo mayor. Aparece de nuevo en el Génesis después del Diluvio con un nombre diferente, Sem, el "hijo" mayor de Noé. La madre de Jabal/Sem se llama Ada (Hathor). Ella también es identificada como la madre de Jubal (Horus el Joven), sin embargo no engendrado por Lamec sino por una pareja anterior (Horus el Viejo).5 Jubal también aparece después del Diluvio con un nombre diferente, Cam (hebreo Ham) (Har) el segundo "hijo" de Noé. La otra "esposa" de Lamec se llama Zila (Nut). Por Lamec ella es la madre de una hija, Naama, "amabilidad," que corresponde a la diosa Isis, "La Dulce de Voz." Zila también es la madre de Tubal-Caín (Seth),6 no por Lamec, sino por una pareja anterior (Geb). La narración de Génesis proporciona por consiguiente un "Quién es Quién" en los días anteriores al Diluvio, lo cual se relaciona directamente con lo que se sabe de la mitología egipcia.
La Redención de Seth
Después de Lamec, esperaríamos que siguiera inmediatamente el relato de Noé y el Gran Diluvio.7 Esa historia es presentada a su debido tiempo, pero primero el autor de Génesis tiene algo más en mente. De forma brusca, la narración interpone una lista de nueve patriarcas nuevos. Estos surgen, se nos dice, porque "conoció de nuevo Adán a su mujer."8 El primer patriarca de esta nueva dinastía se llama Set (Leví), y se le identifica como "otra semilla" para sustituir a la del asesinado Abel. Las palabras traducidas arriba como "de nuevo"9 y "otro"10 dice de forma disimulada que la Casa de Set no sustituyó (o desplazó) a la primera dinastía de patriarcas del Génesis, sino que vino completamente detrás de ella. En otras palabras, la segunda línea sigue el modelo de la primera, así como la primera siguió el modelo de la lejana y anterior dinastía "divina."11
Ciertos rasgos, como una extrema longevidad, son atribuidos a la última (segunda) línea de Adán como si los hubiesen heredado directamente de los mismos dioses primordiales, y como si pasaran por alto la "generación" de Adán, cuyas duraciones de vidas no se dan. Aún así, la última línea de Adán y Eva se parece mucho a la que le precede. Las dos incluyen un patriarca llamado Enoc y otro llamado Lamec. Otros nombres no son exactamente iguales pero son bastante similares en forma. Por lo tanto, la última línea de Adán no intenta ser una reduplicación perfecta, sino una variación del tema recurrente. Por ejemplo, en la línea anterior de Adán, Set (el dios egipcio Set) es representado por un patriarca menor llamado Tubal-Caín, que significa "el que fluye (de) Caín."12 Sin embargo, Set hijo del último Adán es un patriarca destacado - ya no sigue al "pecador" Caín sino más bien al "virtuoso" Abel.13
En la primera línea de Adán (que emula a la dinastía divina de Atum), el patriarca Abel fue considerado como el superior de Caín, no sólo en virtud de una ofrenda más agradable a Dios, sino porque era considerado un "hijo de Dios." Por otro lado, Caín era un hijo natural del "humilde Hombre/Adán". En la siguiente repetición, Seth, aunque designado como un hijo de Hombre/Adán en vez de hijo de Dios, se le reclama como un "sustituto" (simbólicamente, un heredero) para la línea del difunto Abel. Esto eleva la posición de la nueva Casa de Set/Leví, al menos en un sentido espiritual. También da a conocer una antigua creencia según la cual cada ciclo era una especie de "nueva creación" y que traía la esperanza de corregir los errores de los anteriores, tales como las tendencias homicidas de Caín y Tubal-Caín (Set I).
Algo más sirve para precisar la última línea de patriarcas en lo que se refiere a su tardía fecha de advenimiento, y también en dignidad. En la época de Enós hijo del segundo Set, Dios, se dice, fue invocado como nunca se había hecho antes. El patriarca Enós corresponde a un miembro suprimido de la repetición anterior, que es Shu-El/Enlil (Aser) hijo de Abel. El Aser anterior actuaba con arrogancia e idolatría. Después, este homónimo en la dinastía divina fue llamado el "hijo de Dios" y el "Supremo." Sin embargo, Enós es un nuevo y diferente Señor Aser (En-Ash). En este ir y venir está contento con el título de "hijo de Hombre."14 El nombre de Enós significa "mortal, hombre, sediento de sangre,"15 y procede del hebreo anash, "frágil." Perfecciona el culto del hombre mortal para crear una "religión verdadera" - la adoración de un Espíritu Universal en lugar de un ser finito.
"Invocar el nombre del Señor" tenía una importancia capital para el autor del Génesis. El patriarca asociado con este acto revolucionario no sólo puede redimir la función de Aser, sino que también es digno de ser conocido como un nuevo Adán, como implica también el nombre de Enós. Detrás de Enós, en la última lista de patriarcas, viene Cainán, un nuevo, si no mejorado, Caín hijo de Adán. El nombre del siguiente patriarca, Jared, es igualmente una variante del anterior Irad. Le sigue Mahalalel, una variante del Mehujael de la lista anterior. Después viene Matusalén, una variante de Metusael. Después de sigue Enoc. Este Enoc aparece muy tardíamente en la última lista (si se le compara con el Enoc anterior), y también se marcha de forma prematura.16 El último patriarca de la segunda lista es otro Lamec. Con este Lamec hay una confluencia de las dos líneas patriarcales de Adán y la narración, sin más demora, puede proseguir con Noé y el Gran Diluvio.17
Enoc y el Nuevo Orden Mundial
Aunque Noé sigue a Lamec en la lista de patriarcas, él no es su verdadero hijo. La tradición dictaba que él es el hijo y el protegido de Enoc. El Héroe arquetípico del Diluvio se llamaba Adapa, el más sabio.18 Era hijo de Ea/Enki y sacerdote en su ciudad de Eridu. Adapa no fue considerado originalmente un dios, sino se volvió "como los dioses" después de desafiar al Diluvio. También se le contaba entre los famosos Siete Sabios (Apkalla, derivado del sumerio ab-gal, "Gran Padre"). El Gran Diluvio "inicial" que involucró a la humanidad marcó el final de la legendaria primera era (Sep Tepi) de los dioses. Adapa rellenó la brecha. Era el último en el primer grupo de patriarcas y el primero en un nuevo ciclo de venerables "Grandes Padres." Pertenecía a los dos grupos y a ninguno.
Enki padre de Adapa había demostrado tanto su genio como su discreción en la creación y la salvación de humanidad.19 Había trabajado hábil e insistentemente dentro de las opresivas restricciones que le puso su superior Enlil, y sin recurrir al asesinato ni a la rebelión abierta. Sin embargo, en un mito, la era divina termina con el siempre leal y de baja realeza Ea, ya no mordiéndose la lengua sino reprendiendo severamente a Enlil por ser de mente tan simple y tan cerrada. El engrandecimiento de Ea/Enki sobre Enlil, una vez cumplido, fue visto como un hecho consumado y por consiguiente un precedente legítimo para ser seguido en futuras dinastías.20
Según el Libro de Génesis, en los días de Noé, la humanidad fue una vez más abandonada a la muerte por parte de "Dios", (esto es, el rey que gobernaba en el lugar de Enlil). Es por consiguiente Enoc (representando al dios Ea/Enki) el que debe rescatar a uno de sus propios hijos favoritos y declararlo "padre" de todos los que sobrevivan. Y así el ciclo se repitió - no sólo en los días de Enoc y Lamec de Génesis 4 sino también en los de Enoc y Lamec de Génesis 5.21
Cambio de Carrera para un Marinero Borracho
No hay ninguna mención de esposas o de hijos en la Leyenda de Adapa, aunque podemos presumir, incluso predecir, que los hubo. En Génesis se nos dice que el héroe de Diluvio tiene tres hijos, y que ellos y sus esposas se salvan junto a Noé y su esposa para continuar viviendo después del Diluvio. Aunque caracterizado como un pacífico y humilde labrador (heb. abed), Noé había sido designado como "atador" (heb. obed), esto es, "padre" no sólo de su propia descendencia, sino también de los demás príncipes destacados. Después del Diluvio se esperaba que se convirtiera en algo más que un pescador, granjero, o incluso un rey-sacerdote, en la cabeza de una nueva casa gobernante. Noé, en cambio, planta un jardín, fabrica vino, y cae borracho. Parece que tiene poco interés o pocas aptitudes por su parte en imponer su designada autoridad. Por el contrario, uno de sus así llamados hijos, con el nombre de Cam, no pierde el tiempo en imponerse. El sueño de Noé, como pasó con Adán, simboliza la muerte de la soberanía.
Cam es la identidad bíblica de Horus el Joven como hijo nominal de Noé. Antes del Diluvio, este mismo Horus fue contado entre los hijos de Lamec y se llamaba Jubal. El nombre de Cam (heb. Ham) es una adaptación directa del egipcio Har.22 Cam significa en hebreo "caliente,"23 y connota "enojo, veneno (por la fiebre que provoca), rabia, furia, y calor intenso como el del sol."24 Horus, llamado "Vengador de Su Padre," estaba decidido a asegurar el gran trono de su padre legal Osiris. Como heredero y vengador de Osiris-Sokar-Sekhem, Horus el Joven fue llamado Sekhem-wy y Sekhem-hotep.25 Sekhemwy connota Sekhem II o "pequeño Osiris," y Sekhem-hotep indica que Osiris estaba satisfecho o complacido con los castigos infligidos por su vengador Horus sobre todos aquellos que podrían oponerse a su pretensión como heredero.
Horus, como Cam, también tenía pasión por restaurar la adoración de Horus el Viejo (Metusael/Judá), su homónimo y padre verdadero. Esta relación padre-hijo estaba determinada por la mitología egipcia, pero también es evidente en Mesopotamia. Inmediatamente después del Diluvio, la figura más activa es el héroe Lugalbanda. En la Epopeya de Gilgamés, Lugalbanda es identificado como el padre de Gilgamés y como un dios muy temido. El nombre o epíteto sumerio de Lugalbanda significa "pequeño gran hombre." Lugal es "gran hombre, jefe." Banda se define como "joven; menor; vigoroso; impetuoso; aguerrido; orgulloso,"26 y lo identifica con el "aguerrido" pero "querido" dios Adad. Más específicamente, Lugalbanda, como el Cam bíblico, era el pequeño pero dominante hijo de Adad - Adad, Jr.27
Todo Sobre los Benjamines
Hasta ahora hemos encontrado los arquetipos de Jacob y once de sus hijos entre el panteón antiguo. El último, y también el menor en tamaño y ante los ojos del autor de Génesis, es Benjamín. Benjamín se define tradicionalmente como "hijo de la mano derecha," lo que indica un hijo favorecido. Sin embargo, más correctamente, el nombre estigmatiza a su portador como alguien que está subordinado a un gobernante más favorecido que él mismo. Benjamín se refiere geográficamente al sur, como si estuviera "debajo" del norte.28 A lo largo de la época de los dioses, Mesopotamia fue considerada como la sede de la autoridad. Egipto y sus gobernantes estaban "bajo" el rey del norte. Esta convención procedía de la división del mundo en partes, en la cual el superior Enlil recibió la parte norte y el sur ("inframundo") le cayó a Enki.
Horus el Joven fue el último "Benjamín" en una línea de reyes-dioses secundarios. El progenitor de esta línea menor era Adán (Dan), al cual se le denegó en algunos círculos el título de rey y se le consideró sólo un "juez."29 El perfil de Caín (Gad) como "hijo de Hombre/Adán" fue abatido ante los "hijos de Dios," primero Abel y después Shu-Enlil (Aser) y sus hijos.30 El hijo de Caín, Enoc (José), y su nieto Irad (Jacob) estaban también subordinados a Enlil y su casa. Irad, el nombre patriarcal del dios Ra, era conocido en particular como un juez en Egipto, y tanto sobre los vivos como los muertos.31 Sin embargo, con la muerte de Osiris y el exilio de Ra por consecuencia de ello, se nombró a un nuevo heredero de la línea de la "mano derecha" de Enlil, que fue Thoth (Simeón). Horus el Joven (Benjamín) fue designado entonces como el sucesor de la línea menor del desterrado Ra, y como tal se convirtió en el nuevo "hijo de la mano derecha."32
De los doce hijos del patriarca Jacob, Benjamín es con mucho el más joven, un hijo que le nació en su vejez. Jacob es sobreprotector con Benjamín, presumiblemente porque cree que José, el único hermano carnal de Benjamín, está muerto.33 Sin embargo se puede ver ahora que esta sobreprotección del joven Benjamín era una parte necesaria para cumplir con la tradición. Benjamín, como la encarnación de Horus el Joven, tenía que ser un príncipe pequeño y perseguido, pero después asumiría la naturaleza y el nombre de Leví con el fin de convertirse en un poderoso defensor, incluso en una figura salvadora.34 Estaba "destinado" a alcanzar la casa gobernante, la que Jacob dejó en herencia al hijo de José, Siloh, una pacífica figura de Noé.
En la Bendición de Benjamín, este hijo es comparado con un lobo feroz que empieza a atacar a la salida del sol y que no reparte los despojos hasta noche. En Egipto, Horus personificaba (y deificaba) la salida y la intensificación del sol. El símbolo de Horus era el halcón, el ave rapaz por excelencia. Horus venía a representar la conquista y la renovación periódica de las hostilidades entre las naciones y los hombres.35 Horus, como Cam/Benjamín, fue caracterizado como un "asesino por naturaleza." Era un "chico anuncio" de un estado que patrocinaba el terrorismo (maher salal has baz)36 asociado con la antigua realeza, una institución a la que el Libro de Génesis se niega rendir honores, al menos directamente.
Horus el Joven, el Benjamín arquetípico, era hijo del alabado Horus el Viejo, el Judá arquetípico.37 En la Biblia, Benjamín y Judá aparecen geográficamente en pareja. Ellos, junto con Leví, también son los nombres más comúnmente asociados con la realeza legítima (y mesiánica).38 Horus simbolizaba al guerrero siempre joven e incansable. Es el primer "dios regio" y el fundador de la antigua casa real. Virtualmente todos faraones adoptaban un "Nombre de Horus" para que fuera el primer título regio. El triunfo de Horus se convirtió en la inspiración para todos los futuros pretendientes al trono, legítimos o no, inspirándose en su propio hijo Escorpión (el Horus Aha - "luchador") y su nieto Narmer (el Horus Huni - "el que castiga"), a lo largo de la historia hasta el infame Herodes el Grande. Incluso en el Nuevo Testamento, el pequeño pero enérgico Pablo alardea de un linaje de Benjamín, el cual se establece en la Escritura no mediante una genealogía, sino por su presunto poder sobre el veneno mortal de una serpiente.39
Cuando era un niño, Horus sufrió un envenenamiento casi fatal y fue cuidado hasta recuperar la salud por su madre adoptiva Isis en la reclusión de los pantanos del Delta del Nilo.40 Más tarde no habría lugar en donde los otros pudieran ocultarse de su furia. Irónicamente, el joven príncipe preparado para sustituir al malvado Set se convirtió en alguien mejor que él en la violencia.41 Los griegos llamaron al joven defensor Horus-Apolo. Añadir Apolo al nombre de Horus atrapa la sucesión política de Horus de manos de Set-Montu,42 la hazaña militar de Horus al estilo de Set, y también su posición como un dios del sol. A principios del periodo dinástico hubo un intento común de reconciliar y asimilar la naturaleza de Set con la de Horus. Esto se hace evidente gracias a un nuevo amuleto de culto llamado Nubti, que co-unía las imágenes de estos dos dioses en una sola insignia.43
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God signifies His Truth consistently in different media so even a fool should not err therein. He displayed It first in the stars, erected It as the Great Pyramid, then wrote It in paper and ink we call the Bible (Have Not I sent Thee? 62-0124; Paradox, 64-0418B). In our today lesson we'll speak on many things but our topic will be the Great Pyramid at Giza.
Our text is Jeremiah 32:20, "God has set signs and wonders in the land of Egypt, even unto this day, and in Israel, and among other men; and has made Himself a Name, as at this day".
The Bible is the Book of Life, the Book of Redemption for Adam's race and the Title Deed to the inheritance we forfeited. It tells how God redeemed the saints in each Age, from the first couple in Eden to the 144,000 elect Israelites, and how at the White Throne Judgment we will judge the world by Christ, granting the different groups of the "saved" into eternal Life, and casting the lost into the lake of Fire.
The Bible is the story of God changing His Form from the eternal Holy Spirit alone with His thoughts to the manifestation of those thoughts in the glorified flesh of His family. It is fitting that we see this represented in the Great Pyramid. Its missing capstone represents the rejected Christ and His rejected end-time Bride who will be under pre-eminence as He was, to manifest the Sons of God. Its open coffer signifies He is risen, and the various passageways and chambers explain the story able minds of mathematicians and intellectuals have sought for centuries to understand.
The word "god" means "object of worship" and Jesus has told us that to be pleasing and acceptable to God, we must worship Him in spirit and in Truth. That is, whole heartedly by revelation, having the mind that was in Christ in us. For true worship is not singing and shouting "Hallelujah's," but having the Token Life of Christ on display all the time. Our lives are to be written epistles of the PRESENT Truth, read and known by all men. So we can only worship or serve God as we understand His Word. And He made the way.
As a result of Eve's deception and swift redemption by Adam, the human race was separated from God's Presence. But He provided a way of return past the cherubim in the East guarding the Altar with a flaming sword, through the shed blood of an innocent Kinsman Redeemer. It was illustrated in the heavenly archetype after which Moses patterned the Tabernacle and Solomon built the Temple, whose instructive architecture and furnishings reveal the three steps of grace replicated in the Revelation of Jesus Christ and manifest in new birth that restores us into His Presence. Our labours ended, we enter His rest in the Holy of Holies adorned with cherubim, palm trees, open flowers, blue, purple and scarlet, emblematic of our restoration to Edenic paradise.
Confronted by this great cloud of witnesses we are without excuse. Job and Moses, Paul and Brother Branham, wrote how nature declares redemption by marking God's appointed times of meeting in the heavenly bodies and in her cycle of birth, death and resurrection.
Brother Branham said that if we follow Bible types we won't make a mistake as they all foreshadow the same story. God employs these symbols over and over again so that His people will recognize His Voice. When God revealed the Seven Seals to His Prophet, Brother Branham, He used the symbolism of the Pyramid and the Temple.
 Picturing the Temple in our minds we see the place of the Presence or Holy of Holies in the West. East of the vail in the Sanctuary stood the Altar of Incense, to the North was the Shewbread, and on the Southern side stood the seven Lamps of Fire representing seven portions of the Spirit that anointed the seven stars or Church Age Messengers to Illumine the Message of Life to the saints of their day. The people worshipped Eastward and beside the Sanctuary.
Now Brother Branham's ministry was two-fold. His Message was first to restore the apostolic faith (Malachi 4:5-6), then to introduce the second Coming of the Fullness of the Word—Christ's 'parousia' (Acts 3:23; I Corinthians 13:19; Revelation 10:7). In the visions and dreams Brother Branham recounts in Messages like, "Sirs, is This the Time?" "The Seven Seals", "This Day This Scripture is Fulfilled", "What is the Attraction on the Mountain", and "And Knoweth It Not", we view the Southern side of the pyramid extending East and West with the capstone representing the Fullness of the Word, for the seven golden lampstands that represent the Church drawn out from all seven Church Ages sat on the southern side of the Holy Place.
 The seven heavenly anointings make up the fullness of the Spirit, and when the Messages of the seven stars or angel are aligned in a constellation they form a conjunction or pyramid of Light from three lamps East and three West of one central lamp on the seven-branched Golden Lampstand.
In restoring the revealed Word Brother Branham retraced the Gospel Light from the East through the Seven Church Ages to the Presence in the West; there on Sunset mountain in Arizona he was caught up into a constellation of those seven portions of the Spirit shortly before their work of quickening  the PART-Word saints was completed at the end of the Laodicean Church Age. As they departed Westward they formed the Pillar of Cloud signifying Christ's imminent 'parousia' Coming promised in Matthew 24:3, 30; 26:64, Daniel 7:9, Acts 1:9-11 and Revelation 1:7, 14. At the close of Laodicea they left this earth and returned before the Throne of God, and as we read in Revelation 4:5, "Out of the throne proceeded lightnings and thunderings and voices: and there were seven lamps of fire burning before the throne, which are the seven Spirits of God" (I Corinthians 13:10).
Visualizing the sanctuary with its Golden Lampstand in the South you will see why the Prophet had to go West for the "evening-time Light" of that last Angel who would unite with the other seven portions of the Spirit to form the Fullness of the Spirit that would anoint him as he ministered, to introduce the Fullness of the Word: Christ. Not the Man, but the Spoken Word of his Message (I Corinthians 13:10). This is why he could so readily identify with that seventh angel, which was his own theophany.
He returned East from Tucson to Jeffersonville where he was inspired to preach the Seven Seals to his people as seven successive anointings of the Spirit came upon him in a cumulative manner until, anointed with the Fullness of the Spirit he introduced Christ, the Fullness of the Word. A partial anointing of the Spirit would not suffice, which is why the Church Age saints were only able to receive the revelation of the Seals. If you are familiar with his visions you will understand Brother Branham had to be caught up into the constellation of the seven angels because the mystery of the voices of the seven thunders that John was forbidden was the continuum or unbroken sequence of their Messages which was the seven-fold voice of God (Revelation 10:1-4).
In another vision, Brother Branham was interpreting writing worn over aeons into the rocky sides of a pyramid-shaped mountain by run-off. This represented the Six written Seals and Church Age saints whose lives epistles written by the washing of water by the Word, or faith (Ephesians 5:26). It showed him going Westward and opening the top of the pyramid mountain to reveal a white granite stone with no writing, emblematic of the Seven Thunders or unwritten Word of the Seventh Seal, which is the revelation of the previous Six written Seals God would declare through the mouth of His Prophet. He said, "I stood there a little bit till the Holy Spirit revealed it. I said, "The entire Bible, as much as has been revealed to men through justification, sanctification, the baptism of the Holy Ghost, the baptism in Jesus' Name, and all these things has been revealed, but there is secrets that's hid inside, because the Bible's sealed with Seven Seals. I must go there to find it."
"That morning when those seven Angels came down and blasted the earth and rocks flew every way, seven Angels stood there and said, "Return back to Jeffersonville from where you came from, for the Seven Seals of the seven mysteries will be opened."
"Here we are today, we're understanding Serpent's seed; in a few days, if God willing, we'll understand the correctness of marriage and divorce and all these things that God's opened, every Seal, the mysteries, since the foundation of the world, and we've been enjoying the Presence of His blessings" (This Day This Scripture is Fulfilled, p. 21:172-180).
In The Revelation of the Seven Seals he said, "If you're listening to the tape of "What Time is it, Sir?" you'll notice that one Angel was very notable to me. The rest of them just seemed ordinarily; but this Angel was a noted Angel. He was to my left in the constellation in a form of a pyramid. And you remember, it was in the pyramid where the mysterious white rock was not written on. And the Angels took me into that pyramid of themselves, the mysteries of God known only to them. And now, they were the messengers that came to interpret that pyramid or that message of the secret of these Seven Seals which lays with inside the pyramid." (That is, the unwritten Word uttered by the Voices of the Seven Thunders).
(Brother Branham was in the West looking North at the Pyramid, or pyramid formed by the seven Lamps of Fire in the Southern side of the sanctuary, typing the angels or portions of the Spirit that anointed each of the Church Age messengers).
"Now, the Angel was to my left, would really be the last, or seventh Angel, if we would count them from left to right, because he was on my left, me looking to him towards the west, him coming towards the east would be on the left side, so that would be the last angel's Message: very notable. You remember how I said he had kind of his head back, and his great sharp wings, and how he flew right to me. Now, that is this Seventh Seal. It's still is a notable thing. We don't know what it is as yet, because it's not permitted to be broken" (Seals, p. 578:1-2).
The understanding didn't break to his followers until about twelve years after Brother Branham's death as he'd predicted in his 1977 statements. By that time the Bride began to realize she was not a part of Laodicea and started to separate from the Pentecostals and their Message. She began to see that her Messenger was not William Branham who was the angel to the Seventh Church Age, but the Messenger he introduced, Christ Himself (Revelation 10:8-11; II Corinthians 12:1-4).
Sadly, the Book is still sealed to most people in Message circles. They haven't the faintest notion what It's all about. Like the disciples of John the Baptist Paul encountered at Ephesus, these good people are following the prophetic forerunner oblivious to the Coming of the One He introduced.
They've learned the dead letter of the Message, but not having met the Author, they know not what It means. They are like sightseers and scientists who climb through and study the pyramid instead of standing back and reading the witness of the last of the Seven Wonders of the Ancient World standing today.
 The Great Pyramid was constructed of granite overlaid with 144,000 white limestone slabs cut to optical precision. The joints are consistently one fiftieth of an inch, that's about as thick as five pages of your Bible, but the cement was probably used as a lubricant to slide the blocks into position. None of these highly polished stones weigh less than a ton. Typing the Church of All Ages, Brother Branham said, "It's got to be honed. In that pyramid, you can take a razor blade, and you can't run between them rocks where the mortar was; it's so fitly put together" (Spoken Word Original Seed Jeff, p. 107:5). Our revelation must be Word upon Word, line upon line, contiguous from Genesis to Revelation— each dispensation blending seamlessly into the next.
 Long ago those beautiful protective stones were carried away as the 144,000 Israelites, who will be the Bride's servants, were dispersed. But Matthew 24:31 says, "He shall send his angels (the two witnesses of Zechariah 4 and Revelation 11) with a great sound of a Trumpet, (the Seventh Trump of I Corinthians 15:52 and I Thessalonians 4:16) and they shall gather together his elect from the four winds, from one end of heaven to the other." Revelation 7:4, "I heard the number of them which were sealed: and there were sealed an hundred and forty four thousand of all the tribes of the children of Israel."
Revelation 21:10-13, 15-17, "He carried me away in the spirit to a great and high mountain, and showed me that great [pyramidal] city, the holy Jerusalem, descending out of heaven from God, having the glory of God: and her Light was like unto a stone most precious, even like a jasper stone, clear as crystal; and had a wall great and high, and had  TWELVE GATES, and at the gates twelve angels, and names written thereon, which are the names of the TWELVE TRIBES of the children of Israel: On the east three gates; on the north three gates; on the south three gates; and on the west three gates. . . And he that talked with me had a golden reed to measure the city, and the gates thereof, and the wall thereof. And the city lies foursquare, and the length is as large as the breadth: and he measured the city with the reed, twelve thousand furlongs. The length and the breadth and the height of it are equal. And he measured the wall thereof, 144,000 cubits, according to the measure of a man, that is, of the angel."
There we are, back at our symbolic Great Pyramid. The photograph illustrates some remaining outer limestone casing.
Proponents of the Supernatural inspiration of the Great Pyramid have been legion. We are taught by the Prophet William Branham that the Great Pyramid was designed by the Great Architect of the Universe and its builder was none other than His prophet Enoch.
According to Dr Joseph Seiss, "It has been ascertained and clearly demonstrated that there is in the measures, pointings, form, and features of that great primeval monument . . . a massive and indestructible stone memorial of a complete and faultless knowledge of the structure of the universe, of the exact and physical sciences both terrestrial and cosmical, a determination of a perfect system of weights and measures scientifically conformed to what the Opifex Mundi (Creator of the World) fixed in things when he fetched a compass round the worlds and weighed the hills in balances. Scientific investigation on the part of different men competent to the task have made it clear that there is built into that edifice a record of the heavens at the time of its erection which gives its age by astronomy in full accord with all external indications and evidences; also a record of the size, form and weight of the earth and its relation to and distance from the sun, the true length of the solar year, the number of years in the precessional cycle, the average temperature of the habitable world, together with the multitudinous cosmical facts and mathematical formulas and proportions no better told by sciences now existing among men" (Joseph Seiss, Gospel in the Stars, p. 175).
The Great Pyramid was God's Absolute that would preserve a great wealth of knowledge for the generations born after the Flood. For instance, the constant pi, which more than a thousand years after the Flood the Egyptians did not know. It reveals the shape of the earth, its size and distance from the sun and that the Poles were flattened. None of the later pyramids reveal such perfection of mathematical and architectural skills as The Great Pyramid.
Brother Branham said, "just before the antediluvian destruction and the flood time . . . they had a greater civilization than we have today. I believe that they had control of atomic power. I think that's what shook the world from its orbit. . . . And we're taught and know that the world stood upright. But they had such mechanical and such science till they could build a pyramid, sphinx, so forth, that we couldn't reproduce today. We have no machinery to lift those blocks that far, 'less it would be atomic; gasoline power won't do it, and electrical powers won't do it. But it was another age much smarter than our age" (End-Time Evangelism, p. 13:73)
 I believe they had a more sophisticated understanding of atomic theory than we have today, and by changing polarity were able to levitate mass so as to eliminate friction so that men or animals could guide perfect masonry to the top of the structure via ramps. There one man might levitate and accurately position their immense mass and weight according to the plans. I once saw a film about Edward Leedskalnin, an immigrant American, who, unaided, built Coral Castle in Miami, Florida. He quarried, shaped and erected 1,100 tonnes of coral over 28 years.
The average weight of each block was 6 tonnes, (almost three times the average weight of the stones used on the face of the Great Pyramid), and the largest stone in the Castle weighed 30 tonnes. His only mechanical aid was a small lewis that would not support one ton.
Because of his reclusive nature, no-one learned how he lifted and maneuvered the giant coral blocks. No machinery is up to the task. They were convinced he knew the secret of how the Pyramids of Egypt were constructed. He explained that, "All matter consists of individual magnets, and it is the movement of these magnets within material through space that produces measurable phenomena" (Colin Wilson, From Atlantis To The Sphinx). He must have known how to produce and use radio waves to control magnetic polarity.
Altogether there are 80 pyramids in Egypt, 100 in the Sudan, still more in China, South America, and even in Australia. The most famous in Egypt are the step, "bent" and Great Pyramids. It is commonly held that these pyramids illustrate an evolution in engineering sophistication. Scientific knowledge encoded in the Great Pyramid has only begun to be fully understood in the past two centuries. I rather suspect they illustrate a degradation of engineering skills from the time of the construction of the Great Pyramid to the more recent pyramids.
Before the Eiffel Tower, the Great Pyramid was the world's tallest building. It stands 481 feet and its masonry is twice the volume and thirty times the mass of the Empire State Building. It covers 13 acres, an area large enough to hold the cathedrals of Florence, Milan and St. Peters, as well as St. Pauls and Westminster Abbey. It measures 756 feet along each side at the base and is estimated to have contained 2,300,000 blocks of stone. The largest measure 30 feet in length, and weigh 880 tons. All of its stones laid end to end would stretch two-thirds of the way around the equator.
While being the oldest structure, the Great Pyramid is the most accurately oriented, its sides being aligned true North, South, East and West with such accuracy navigators can swung a compass. The Great Pyramid is only three minutes deviant, and Raymond Capt claims this is due mainly to subsidence. Modern man's best effort, the Paris Observatory, is six minutes off true north. Architects and engineers who have studied the Pyramid's structure contend we could not build it today, indicating man is in a state of entropy.
 Dr. Seiss and others have shown that the Pyramid lies in the center of gravity of the continents, dividing earth's land mass into approximately equal quarters. The north-south axis (31 degrees East of Greenwich) is the longest land meridian, and the east-west axis (30 degrees North) is the longest land parallel on the globe. The only place where these lines of the terrestrial earth can intersect, is at the Great Pyramid. Enoch its builder possessed an advanced knowledge of earth's geography, and he knew the size, shape and position of each of the continents and was accustomed to thinking on a global scale. The "pyramid is so geographically set in the center of the earth, till there's never a shadow around it, no matter where the sun is" (William Branham, Perseverant 62-0729).
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Of course at sunset the Great Pyramid does cast a shadow, but not on its own sides which are slightly convex. Each side represents a segment of the Northern Hemisphere, or a quadrant of 90 degrees. Its apex corresponds to the North Pole, and its perimeter to the equator in perfect scale. Isaiah 19:19-20 says, "In THAT DAY there will be an ALTAR to the LORD in the MIDST of the land of Egypt, and a PILLAR at the BORDER thereof to the Lord. And IT shall be a SIGN and a WITNESS to the Lord of hosts in the land of Egypt: for they shall cry to the Lord because of the oppressors, and He will send them a Savior, and a Great One and He shall deliver them". The Great Pyramid will be standing "in that day," when the Seventh Trumpet announces the great and dreadful day of the Lord and two prophets go forth to introduce the parousia of Israel's Savior Who will deliver them according to their faith. The word "IT" conveys the idea that the "altar" and "pillar" are one and the same object.  The Great Pyramid is located at Giza, which means "BORDER," on the border of Upper and Lower Egypt, and stands at the geographical center or MIDST of Egypt, defining the segment of a circle around the Nile Delta subtended by diagonal lines extending northwest and northeast. The Pyramid is certainly a "PILLAR" as the text requires, and also an "ALTAR" in the sense of being a witness to the Lord. Joshua 22:26-27 "Let us now prepare to build us an ALTAR, not for burnt offering, nor for sacrifice: But that it may be a WITNESS between us, and you, and our generations after us, that we might do the service of the Lord before Him . . ." The gematria of Isaiah 19:19-20: also identifies the Great Pyramid as God's special revelation. Gematria is the science of finding meaning in the numerical value of words and was used by Ivan Panin and others to demonstrate the Supernatural inspiration of Holy writ. Having no numerals, the Hebrews designated the letters of their alphabet with a numerical value. Thus every word has the numerical value of the sum of the value of its letters. The sum of the value of all Hebrew characters in the these verses is 5449, the height in inches of the Great Pyramid! In Job 38:4-7, Earth is compared to a building. "Where were you when I laid the FOUNDATIONS of the Earth? Declare, if you have understanding. Who laid the MEASURES thereof, if you knowest? or who stretched the LINE upon it? Whereupon are the FOUNDATIONS thereof fastened? or who laid the CORNER STONE thereof; When the MORNING STARS sang together, and all the sons of God shouted for joy?"
Job well knew that the Earth spins on its axis in its orbit around the sun and has no foundations (Job 26:7). However the Earth was represented in the mathematics of the Great Pyramid which IS built upon four foundation stones. The Pyramid HAS a Capstone or chief corner-stone, but it was not until Brother Branham introduced the Capstone in 1963 that "the Sons of God Shouted for Joy."
Revelation 5:8-12, "And when Jesus had taken the Book, the four beasts and twenty-four Elders fell down before the Lamb, having every one of them harps, and golden vials full of odors, which are the prayers of saints. And they sung a new song, saying, 'You are worthy to take the Book, and to open the Seven Seals: for You were slain, and have redeemed us to God by Your blood out of every kindred, and tongue, and people, and nation; and have made us unto our God kings and priests: and we shall reign on the earth'."
"And I beheld, and I heard the voice of many angels round about the throne (these are the Sons of God), and the Living Creatures and the Elders: and the number of them was ten thousand times ten thousand, and thousands of thousands; saying with a loud voice, 'Worthy is the Lamb that was slain to receive power, and riches, and wisdom, and strength, and honor, and glory, and blessing'."
Those of you who are familiar with the Questions and Answers on the Seals will recall the Holy Spirit stopping Brother Branham and correcting him on one of his answers. These are the New Testament saints God saw from the foundation of the world rejoicing in the revelation that placed them into the Body of Christ (Seals, p. 501:4).
Like all Scripture, the Great Pyramid has a compound revelation. In the natural it represents God's footstool, this earth. In the Spiritual it is His future dwelling place and throne in His elect.
Ephesians 2:20-22, "We are built upon the FOUNDATION OF THE APOSTLES AND PROPHETS, Jesus Christ Himself being the CHIEF CORNER-STONE; In whom all the building fitly framed together grows unto a HOLY TEMPLE in the Lord: In whom we also are builded together for an HABITATION OF GOD through the Spirit."
Only the pyramid can represent God manifested in the saints of all Ages, the New Jerusalem. No other architectural form has a "chief corner stone" which is reproduced by the building it completes as the Bride reproduces Christ. "All God was He poured into Christ, and all Christ was He poured into His Church" (John 17:20-23). Being five-sided, it has no place in the building but as the chief corner-stone or Capstone to whose angles the whole building is fitly joined together.
Israel rejected that Stone for which they could recognize no place until the building was completed. He became a "Stone of stumbling and a Rock of offense" to them (I Peter 2:7-8; Romans 9:32-33). The capstone of a pyramid has five sides and five corners, the chief of which always points heavenward. Anyone falling upon it would be "broken" or injured, and were it to fall on anyone, it would grind him to powder (Matthew 21:42-44).
"The Stone which the builders refused is become the Head Stone of the Corner" (Psalm 118:22). Soon the Building will be completed and God will send two prophets to "turn away ungodliness from Jacob" by introducing the Capstone and the Building, his King and Queen, and change his name to Israel (Romans 11:26).
We've said that God's first Bible is written in the stars. Genesis 1:14-18 informs us the sun, moon and their offspring, the stars, are for signs warning us of things to come and for instruction how we must walk in Light and not be confused by the secret things of the darkness that surrounds them. Check the Hebrew. Isaiah 40:26 and Psalms 147:4 inform us they were named by God Himself. Read these verses at home.
Job 26:13, "By His Spirit He has garnished (or decorated with a summons and warning) the heavens; His hand has formed the crooked serpent." Job 38:31-33, "Can you bind the sweet influences of Pleiades, or loose the bands of Orion? Can you bring forth Mazzaroth (the Zodiac) in his season? or can you guide Arcturus with his sons? Do you know the ordinances of heaven? can you set the dominion thereof in the earth?" The silent summons and warning of the stars witness to all the world (Psalm 19:1-4).
Paul taught that the stars silently witness God's Attributes and expectations, declaring His glory. Romans 1:18-20, "For the wrath of God is revealed from heaven against all ungodliness and unrighteousness of men, who hold the truth in unrighteousness; Because that which may be known of God is made evident in their consciousness; for God has shown It to them. From the creation of the world His invisible character and nature have been clearly seen, being understood by the things that are made, even His eternal power and Godhead; so that they are without excuse."
Adam was endued with innate science which was passed down to Seth, preserved in the Pyramid by Enoch and rekindled on this side of the Flood. This explains how Egypt sprung forth spontaneously as a sophisticated civilization.
After the Fall, God made known to Adam His purposes concerning the Serpent and its seed, and the woman and her Seed—the Gospel and the mystery of redemption. Nothing of the New Testament is "new." It was all written in the Stars from the beginning of time and revealed to God's holy prophets since the world began. Man is in a state of entropy from the superior being he was created, to the perversion Satan has been developing since the Fall.
Our prophetic forefathers were not primitive ape men. They knew and loved God. They wrote books recording the prophecies and wisdom revealed to them and explained the Gospel in the Stars aeons ago.
Luke 1:67-70, "John's father Zacharias was filled with the Holy Ghost, and prophesied, saying, 'Blessed be the Lord God of Israel; for he has visited and redeemed His people, (that's Adam's race), And has raised up an horn (or power) of salvation for us in the house of his servant David; As He spoke by the mouth of His holy prophets, WHICH HAVE BEEN SINCE THE WORLD BEGAN'."
You can read down to verse 79 when you get home. Notice Zechariah declared God's redemption an accomplished fact before Messiah was born? The birth of his own son was vindication enough because John was to forerun Messiah. That's the faith we must have for our own body change. The ministry of Christ's second forerunner, the late William Branham, is its vindication.
Peter rebuked the Israelites for their unimaginable ignorance of the prophetic Word God revealed by His prophets from the beginning of the world. How was it they could fail to recognize when Messiah should come and how He should be crucified by His own people?
Acts 3:17-23, "Brethren, I know that through ignorance you killed Messiah, as did also your rulers. But those things, which God before had shown by the mouth of all His prophets—that Christ should suffer—He has so fulfilled. So repent, and be converted, that your sins may be blotted out, when the times of refreshing (the new birth) shall come from the Presence of the Lord; And He shall send Jesus Christ, who before was preached unto you: Whom the heaven must receive until the times of restitution of all things, which God has spoken by the mouth of all His holy prophets since the world began."
God has had prophets since the beginning of the world, and all the prophetic revelation from Adam must be restored before Christ's parousia. This necessitated one final prophetic ministry to we Gentiles because the Word of God comes only to a prophet and this man was to restore "all things, which God has spoken by the mouth of all His holy prophets since the world began." That is, the Fullness of the Word, which IS Christ. His second or "parousia" Coming to we Gentiles was through the mouth of the late William Branham in WORD Form (I Corinthians 13:10).
"For Moses truly said unto the fathers, A prophet shall the Lord your God raise up unto you of your brethren, like unto Me; him shall you hear in all things whatsoever He shall say unto you. And it shall come to pass, that every soul, which will not hear that prophet, shall be destroyed from among the people".
Of that forerunner, Jesus said, "Elijah truly shall first come and restore all things spoken by the mouth of all God's holy prophets since the world began" (Matthew 17:11). Hence when Jesus opened the Seventh Seal, "There was silence in heaven." The Fullness of the Word had already gone forth by the mouth of all God's Holy Prophets since the world began. Not one Word could be added to or taken from that which is already perfect. Praise God!
Those who fail to receive the Message will fail to receive Christ. Those who add to the Message will be cast into the tribulation and those who reject and take from It commit the unpardonable sin and will be cast into the Lake of Fire. Outside the Message of this hour there is no possibility of becoming a Christian!
Jude 14-15, "And Enoch also, the seventh from Adam, prophesied of these, saying, Behold, the Lord comes with ten thousands of His saints, to execute judgment upon all, and to convince all that are ungodly among them of all their ungodly deeds which they have ungodly committed, and of all their hard speeches which ungodly sinners have spoken against Him".
And in our day the mystery of God is finished. In other words, His plan of redemption is fulfilled in the restoration of the Fullness of the Word which is the return of God's Presence in Word Form. That's right, we're on our way back to the garden of Eden. Very soon that Presence will be manifested in the glorified flesh of His saints. Then we will change and be caught up with them to meet our glorified Lord in the Air.
Sanchoniathon and other ancient historians inform us that the seven vowels in the earliest alphabet were "so arranged as to express the places of the seven visible planets in the Zodiac" at the time when the alphabet was completed. The twenty-five letters and the twelve zodiac signs were superimposed, with the vowels unevenly spaced to represent the planetary positions at that time. Thus the alphabet records "an exact notation of the actual condition of the heavens at an ascertainable date, which can occur but once in many thousands of years, and that date is the seventh of September, 3447BC" (Joseph Seiss, Gospel in the Stars, p. 23, 174).
Even if Dr Seiss is out by a day or two, a finished astronomical science as well as writing were already completely developed in Adam's lifetime and these astronomical facts and chronologies were preserved in the Great Pyramid.
 Since Mary's conception by the Word of the Angel when Earth was in Virgo, the first sign of the zodiac, Earth's position in space has moved about 30 degrees or one full sign, so that Leo, the last sign in the zodiac, will take Virgo's position when the Zodiac has traveled its full cycle. This prophecy is recorded in the Sphinx that stands before the Great Pyramid in which the Body of the Lion of the Tribe of Judah, the Church, is united with the Head of the Virgin (and the Capstone of the Pyramid) in the catching-away of the Church. The Word sphinx derives from the Greek "sphiggo" which means "to bind closely together" and signifies to Christians the circle begun with Christ's conception by the eternal Word ends by taking the Offspring of that Word back into eternity with Him.
The Great Pyramid has been called "the Bible in stone" because its passageways and chambers reveal geometrically, in line and symbol, the profound spiritual truths of the plan of redemption. Silent geometry reveals a remarkable witness.
 One enters the Great Pyramid at the Descending Passage which has an elevation of 26 degrees 18' 9.7", the elevation of the Pole Star, Alpha Draconis, the chief star in the Constellation of the Dragon or Great Serpent at that latitude in 2170BC around the time of the Flood.
The Great Pyramid represents the Earth that now is. It is a perfect prophecy in stone so its Passageways are aligned with heavens which are now. But all who endeavor to unlock its mysteries by measurements based on Earth's present relationship with the heavens cannot hope to obtain correct answers as the pre-Flood year was one of only 360 days.
When earth had its water baptism, the Flood only washed away past sin. Sinful Ham was in the ark with the remnant, so as man entered the post-diluvian world symbolized by the pyramid he was under the Dragon star sign and dominion of Satan, on the Descending Passage and bound for the Pit However, about a quarter of the distance down the Descending Passage we encounter an Ascending Passage, indicating a separation from sin and representing God's dealings with Israel in the Exodus and under the Law until Calvary.
The elevation of this narrow upward passageway is 26 degrees 18' 9.7". The ceiling is so low one must stoop, indicating the Law was based upon works of obedience no man could satisfy.
 The Grand Gallery continues upward at the same angle, representing Pentecost and the Seven Church Ages. Its corbelled walls are formed by seven successive overhanging courses of masonry at an elevation of 26 degrees 18' 9.7" so although the way is strait and narrow, it is no longer necessary to stoop.
This is a picture of the Grand Gallery looking back down towards the ascending passage from the Great Step at the top of the climb. Soon after the commencement of the Grand Gallery, we encounter the mouth of an open well. The Well Shaft follows a serpentine passage to the Pit or prison house of the lost, opening part way down into an empty cavern that may represent the dimension called Paradise where the Old Testament saints waited upon their Kinsman Redeemer.
Its covering stone is gone as if violently blown-out from beneath when Paradise emptied-out at His resurrection. Nowadays, the traffic is downward with no return. "Now the just shall live by faith: but if any man draw back, my soul shall have no pleasure in him" (Hebrews 10:38). Those who commence the journey and draw back in unbelief commit the unforgivable sin.
From the mouth of the Well Shaft, a horizontal passageway leads to the Queen's Chamber which may represent the dimension wherein the Israelite "souls under the (Sacrifice) Altar" and other groups of the "saved"—remaining on the Book of Life being justified and sanctified but not filled with the Spirit. These await the general resurrection when they will appeal at the White Throne Judgment. The position of the Queen's Chamber almost directly under the Ante Chamber to the King's Room further identifies it with the "saved" when we extend a time line downwards, for when the Seventh Trumpet sounds, the elect enter the King's Chamber and salvation ends.
 The Great Subterranean Chamber is an ominous place of disorder with a pit where Satan is said to be chained a thousand years then loosed for a brief span, and after the Judgment, annihilated with his subjects in the lake of Fire. The passage continues on the far side of the Pit, terminating abruptly in a blind wall, portraying the general resurrection, the white Throne Judgment and the second death when death and hell are cast into the lake of Fire.
Daniel 7:11-12, "I beheld then because of the voice of the great Words which the horn (Rome) spoke: I beheld even till the beast (or Devil-incarnate Pope) was slain, and his body destroyed, and given to the burning flame. As concerning the rest of the beasts, they had their dominion taken away: yet their lives were prolonged for a season and time." until after the Millennium when they will be resurrected and judged in the bodies in which they had sinned.
The Grand Gallery terminates at a Great Step beyond which, a level floor under a low passageway takes one to the Ante Chamber of the King's Chamber. Known as "Enoch's circle," the Ante Chamber is 10 feet long by 42 inches wide, by 12 feet high. Here we met the Prophet of Malachi 4:5-6 and Revelation 10:7 who stood in the gap or breach after the end of the Laodicean Church Age and Christ's Mediation, but before the revelation of the Seven Seals by which he introduced us to the King (God's Only Provided Place of Worship, p. 33:217). Just before the passageway to the King's Chamber two granite beams cross the chamber, suspended just below the ceiling, one above the other, 52 inches above the floor.
 The upper block appears to be broken-off from above and is marked with a half circle that may be a lifting boss or symbol similar to the Egyptian hieroglyph for a loaf of bread which might speak of the second wave offering of the Bride beyond that point but prior to our translation. A circle signifies eternity. Here we are in transition back to Eternity by the three-fold process of the Shout, Voice and Trump of I Thessalonians 4:16. Enoch's circle measures 365.25 inches. Genesis 5:23, "All the days of Enoch were three hundred sixty-five years." Enoch was translated when he was 365 years old. The passage into the King's Chamber is 42 inches high.
Some time in 1961 the Lord showed Brother Branham a vision in which he was in Canada on a hunting trip with several Brethren; he shot a strange-looking caribou and a man wearing a green checked shirt measured the horns at 42 inches. The vision showed that he would also shoot a monstrous silver-tip grizzly bear. Shortly thereafter he shot the caribou and its horns measured precisely 42 inches, and about a mile further away he shot the silver-tip grizzly at such close range it died almost at his feet. The vision and its fulfillment are described in Newsletter #548 together with images of the caribou trophy and the seven-foot silvertip grizzly bear, now a mat, along with my understanding of the prophetic meaning, which being Scriptural must accord not only with our written Bible, but with the Gospel in the stars and the stone Bible Enoch constructed before the Great Flood.
 Forty-two is the number of man's opposition to God. President Grover Cleveland served two non-consecutive terms, therefore George W. Bush was the 42nd President of the United States. His successor, Barack Hussein Obama is pseudo-president because he is not a natural-born citizen of the United States, and if he is a citizen at all—as fraudulent as this image. In 1937 a young man named Joe Brandt dreamt a continuous series of Spiritual dreams in which an Earthquake sank Los Angeles, much of California and Japan. In a newspaper he saw and described a picture of the man who was president at the time of this catastrophe. I believe it must have been usurping President Obama. We have reached the end.
Brother Branham said, "The great pyramid, you who study that, points to the END TIME, the one that Enoch made. The zodiac, it started off with a virgin, the first coming of Christ. It's ending up with Leo the lion, the second Coming. It's at hand" (Fellowship through Reconciliation 55-0605).
The end time commences with revelation of the Seven Seals (Daniel 12:4, 9; Revelation 10:4, 7). Within the Ante Chamber, just before the entrance to the King's Chamber the wall contains grooves for a portcullis whose granite door was lowered to seal the Chamber. Jesus said, "While the foolish virgin went to buy, the Bridegroom came; and they that were ready went in with Him to the Marriage; and the door was shut" (Matthew 25:10). As it was in the days of Noah, the door to the King's Chamber, like the door to the ark, will be shut by God from Above (Genesis 7:16).
Brother Branham said, "did you know that men who are sons of God are amateur gods? How many ever knew that? How many knows that Jesus said so? The Bible, Jesus said, "Did not your Law say itself that you are gods? And if you call them gods. . ." Which, God said in Genesis 2 that they were gods, because they had full domain over the dominion of the world. He gave him dominion over all things. And he lost his godship; he lost his sonship; he lost his domain; and Satan took it over. But, brother, we are waiting for the manifestations of the sons of God, who'll come back and take it over again. Waiting for the fullness of time, when the pyramid gets up to the top, when the full sons of God will be manifested, when the power of God will walk out, (Hallelujah!), and will take every power that Satan's got away from him" (Adoption, p. 114:76).
The floor from the Great Step to the King's Chamber is the same polished red granite from which the King's Chamber is constructed indicating we are walking in the way of the Lord. We're at the top of the pyramid now, coming to maturity, and waiting for the earthquake to call the resurrection of the sleeping saints and the manifestation of the Sons of God. We're in the Ante-Chamber waiting on the King. He's just a little higher in another Dimension faster than our three.
When Brother Branham was taken beyond the curtain of time, he said, "Oh, where is Jesus? I want to see Him."
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The people replied, "HE IS JUST A LITTLE HIGHER. Someday He will come to you. You were sent as a leader, and when God comes, He will judge you according to your teaching." (The bema judgment). I ask, "Does Paul and Peter have to stand this judgment also?" The answer was, "Yes." (Beyond the Curtain of Time, 61-0305). The King's Chamber is situated on the fiftieth level of masonry. Fifty speaks of the Pentecostal Jubilee and of coming into the unity of the apostolic faith for the manifestation of the Sons of God and the translation. Those in the denominational walled cities can not come out in the Jubilee. They stayed in Laodicea beneath the Great Step (William Branham, Feast of Trumpets, p. 14:106; Future Home, p. 44:371-383). The King's Chamber is so called because it was imagined to have been built to contain the body of the Pharaoh as men supposed that the Queen's Chamber was for her interment. However this Chamber contains only a lidless, empty Coffer cut from one solid block of red granite, unadorned but polished within and without.  The dimensions of the Holy of Holies match the King's Chamber and the interior capacity of the Coffer matches that of the Ark of the Covenant, indicating only so-many saints are foreknown. The Great Pyramid, is an instructive symbol patterned after the same heavenly vision as the tabernacle and Solomon's temple. When the Seventh Trumpet sounds, "The temple of God in heaven will open revealing the Ark [or coffer] of His Testament," signifying God's Presence with Israel. That is, the Lord Jesus Christ will be revealed when the vail is torn from their eyes as the Temple vail was rent. Alluding to the Great Pyramid as a type of the Body of Christ, Brother Branham said, "Father God, I pray that today, as the door's still open, the people are coming from the east and west, north and south, gathering in. Great signs are happening. . . O God, we're near the end". "And the Great Pyramid that Enoch built, the last chamber's gone through, ready for the King's chamber now, the Coming of the Lord right in the top for the keystone. All the calendar of astronomy points right straight; the stars are declaring it, as they did at the first time. When the wise men looked up and saw the stars, they said, "There, the great King's coming." Now, the stars are pointing again" (The Ark, p. 22:172-173). Brother Branham said, "God wrote in the pyramids. If you study them, watch the ancient histories and wars, how they were built before the antediluvian destruction" (Adoption, p. 104:22). . . As the pyramid of Christ's Church will be completed and taken Home before the destruction. Mathematicians and scholars have measured the Pyramid to determine past wars and future events, seeing in the infallible mathematical and astrological measurements of the structure a chronography with the scale of an inch for a year. In the Sermon on the Mount, Jesus asks, "Which of you by taking thought can add one cubit unto his stature?" Or lengthen his years by gaining one cubit of time (Matthew 6:27). The Greek word for "stature" indicates a measure of time, not a measure of length. Jesus was not giving the formula on how to make NBF stars. I believe we have measured time in this study of the Great Pyramid—but by dispensations rather than dates. I'll stand on the things God has revealed from His third Bible, we have no desire to mix natural, scientific wisdom in the Pyramid with Supernatural application of the prophetic Word. God conceived of the pyramid to preserve the natural wisdom of the ancients safely through the Flood and used it also to signify His incarnation in the glorified form of His saints. Satan has taken and perverted this symbol to represent his dominion over a kingdom of this earth which he usurped from God and man at the Fall as Obama usurped the presidency at the fall of the United States. Satan displays his perverted version of this symbol in the badge and insignia of the Illuminati, the Scottish Rite Royal Arch Free Masons, and Great Seal of the United States of America. The words printed above the Pyramid, Annuit Coeptis, mean "He has smiled upon our endeavors." "He" is commonly misunderstood to be the Christian God. The word for "God" in Latin is Dues. It stands to reason that if the designers of the seal had meant "God", they would have said God. The "He" doing the smiling is certain to be the Masonic symbol of the "all seeing eye" of the god Osiris peering through Pythagoras' triangle signifying science, not spirituality. On the scroll underneath the Pyramid is the inscription Novos Ordo Seculorum which translates to "New secular order of the ages," an order of science and knowledge as opposed to Christian faith. The back side of the Great Seal shows an eagle clutching a group of 13 arrows in its right claw, and an olive branch in its left. There are 13 leaves and 13 olives on the branch and above the eagle is a necromantic star formed by 13 five-pointed stars. The number 13 stands for just a wee bit more than the thirteen original states of the Union, and has long had a sinister reputation, being the number of people in the Supreme Council of the Jewish Illuminati. This insignia was adopted by the US Congress as the reverse of the Seal of the United States on September 15, 1789. The obverse side of the Seal bears the Eagle, which is used as the Official Seal and Coat of Arms of the United States of America. It is also shown on the reverse side of the one dollar note. The appearance of this insignia of the Illuminati on US dollar notes in 1933 meant that the followers of Weishaupt regarded their efforts as beginning to be "crowned with success," and that they totally controlled the US Government. A man accepted into the temples was a man twice-born or re-born. The Phoenix is generally regarded as representing immortality and resurrection. The bird on the original Seal was not a wild turkey or an eagle but the phoenix, the ancient symbol of human aspiration towards universal good. The beak is of a different shape, the neck is much longer, and the small tuft of hair at the back of the head leaves no doubt as to the artist's intention. The Eagle on the Seal has nine tail feathers and either 32 or 33 feathers on each of its two wings. The nine tail feathers represent the nine unknown men in the innermost circle of enlightenment in the "Great White Brotherhood" or Illuminati, and the nine degrees in the New York Rite of Freemasonry. The 32 on the right side represents the 32 degrees in the Scottish Rite of Freemasonry and the 33 on the left side are emblematic of the honorary 33rd Degree. Benjamin Franklin gave his approval to the Phoenix, saying that a wild turkey had good character and was a fowl with a marked aversion to the color red. He was bitterly disappointed when told the bird was intended to represent an eagle. He remarked that an eagle was a bird of prey and lacked the respectable qualities of the wild turkey.
Footnotes
William M. Branham, The Revelation of the Seven Seals; various teachings (1947 – 1965) E. Raymond Capt, The Great Pyramid Decoded; Thousand Oaks, CA: Artisan Sales, (1978). Legrand H. Clegg II, Egypt During the Golden Age, When Black Men Ruled the World, Compton. Davidson, The Great Pyramid, Its Divine Message (1925). William Fix, Pyramid Odyssey, Urbanna, Virginia: Mercury Media, Inc., (1984). Edgerton Sykes, The Pyramids of Egypt, London: Sphere Books (1971) A. Ralph Epperson, The New World Order (1990). Evans, The Mystery of the Pyramids (1979). Jonathan Gray, Sting of the Scorpion (1996). John Greaves, Pyramidographia, cited in Serpent In The Sky, Harper & Row, New York, (1979). Manly Palmer Hall, The Secret Destiny of America (1958). Clarence Larkin, Dispensational Truth, (1918). Lockyer, The Dawn of Astronomy (1894). Mendelssohn, The Riddle of the Pyramids (1974). Petrie, The Pyramids and Temples of Gizeh (1883). Smith, Our Inheritance in the Great Pyramid (1874). Joseph A. Seiss, A Miracle in Stone (1877); Gospel in the Stars. Skinner, Key to the Hebrew-Egyptian Mystery in the Source of Measures (1875). Taylor, The Great Pyramid: Why Was it Built and Who Built it? (1859). Tompkins, Secrets of the Great Pyramid (1971). Toth, Pyramid Prophecies (1979). Barbara G. Walker, The Women's Encyclopedia of Myths and Secrets (1996). Colin Wilson, From Atlantis To The Sphinx. Also see:- The Great Pyramid – Reflections in Time Building the Great Pyramid great.htm http://www.biblebelievers.org.au/great.htm |
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Lección 4
"Presa Rápida"
(Benjamín Toma la Naturaleza de Leví y la Realeza de José y Siloh)
El Dios y Patriarca Número Siete
A Horus el Viejo, muerto en combate por Seth, le sobrevive el hijo que tuvo de Hathor, a saber Horus el Joven. Horus el Joven fue designado además como el heredero de Osiris e Isis. Este Horus era un niño pequeño, débil, y enfermizo, cuidado por su madre adoptiva, y protegido especialmente de las malas intenciones de Set. Aunque nunca fue derrotado, Set con el tiempo entregó su pretensión al gran trono y se sometió, más o menos, a "la autoridad legítima." En los últimos años antes del Gran Diluvio, la regencia de Egipto perteneció a Thoth, el cual pertenecía a la línea masculina de Shu.1 Bajo él estaba Horus el Joven, heredero de la línea secundaria de reyes. Isis también gobernó junto a su padre Thoth bajo sus epítetos de Sheshat y Maat.2
Como patriarca del Génesis, a Thoth se le llama Lamec. Lamec, al lograr la soberanía, la utiliza para pronunciar una maldición. Él debe ser vengado 77 veces si es muerto en represalia por el asesinato de un joven divino pero ofensivo. La víctima era Osiris (el patriarca Mehujael, "muerto por Dios"), el cual fue asesinado por Seth con la ayuda de Thoth y la aprobación de Ra. Ese énfasis en el número siete es una asociación adicional de Lamec, el séptimo patriarca, con Thoth.3 De los siete patriarcas antidiluvianos mencionados en Génesis, sólo Lamec (Thoth) y Mehujael (Osiris) eran descendientes naturales de Abel (Alal) y su heredero (Shu-Enlil).4 Los otros eran de la línea de Adán y Caín.
Hay tres mujeres importantes mencionadas en el discurso de Lamec del Génesis. Dos de ellas son las esposas y la otra es una hija. Lamec también tiene tres hijos principales. Jabal, "padre de los que habitan en tiendas," que son los semitas, es el hijo mayor. Aparece de nuevo en el Génesis después del Diluvio con un nombre diferente, Sem, el "hijo" mayor de Noé. La madre de Jabal/Sem se llama Ada (Hathor). Ella también es identificada como la madre de Jubal (Horus el Joven), sin embargo no engendrado por Lamec sino por una pareja anterior (Horus el Viejo).5 Jubal también aparece después del Diluvio con un nombre diferente, Cam (hebreo Ham) (Har) el segundo "hijo" de Noé. La otra "esposa" de Lamec se llama Zila (Nut). Por Lamec ella es la madre de una hija, Naama, "amabilidad," que corresponde a la diosa Isis, "La Dulce de Voz." Zila también es la madre de Tubal-Caín (Seth),6 no por Lamec, sino por una pareja anterior (Geb). La narración de Génesis proporciona por consiguiente un "Quién es Quién" en los días anteriores al Diluvio, lo cual se relaciona directamente con lo que se sabe de la mitología egipcia.
La Redención de Seth
Después de Lamec, esperaríamos que siguiera inmediatamente el relato de Noé y el Gran Diluvio.7 Esa historia es presentada a su debido tiempo, pero primero el autor de Génesis tiene algo más en mente. De forma brusca, la narración interpone una lista de nueve patriarcas nuevos. Estos surgen, se nos dice, porque "conoció de nuevo Adán a su mujer."8 El primer patriarca de esta nueva dinastía se llama Set (Leví), y se le identifica como "otra semilla" para sustituir a la del asesinado Abel. Las palabras traducidas arriba como "de nuevo"9 y "otro"10 dice de forma disimulada que la Casa de Set no sustituyó (o desplazó) a la primera dinastía de patriarcas del Génesis, sino que vino completamente detrás de ella. En otras palabras, la segunda línea sigue el modelo de la primera, así como la primera siguió el modelo de la lejana y anterior dinastía "divina."11
Ciertos rasgos, como una extrema longevidad, son atribuidos a la última (segunda) línea de Adán como si los hubiesen heredado directamente de los mismos dioses primordiales, y como si pasaran por alto la "generación" de Adán, cuyas duraciones de vidas no se dan. Aún así, la última línea de Adán y Eva se parece mucho a la que le precede. Las dos incluyen un patriarca llamado Enoc y otro llamado Lamec. Otros nombres no son exactamente iguales pero son bastante similares en forma. Por lo tanto, la última línea de Adán no intenta ser una reduplicación perfecta, sino una variación del tema recurrente. Por ejemplo, en la línea anterior de Adán, Set (el dios egipcio Set) es representado por un patriarca menor llamado Tubal-Caín, que significa "el que fluye (de) Caín."12 Sin embargo, Set hijo del último Adán es un patriarca destacado - ya no sigue al "pecador" Caín sino más bien al "virtuoso" Abel.13
En la primera línea de Adán (que emula a la dinastía divina de Atum), el patriarca Abel fue considerado como el superior de Caín, no sólo en virtud de una ofrenda más agradable a Dios, sino porque era considerado un "hijo de Dios." Por otro lado, Caín era un hijo natural del "humilde Hombre/Adán". En la siguiente repetición, Seth, aunque designado como un hijo de Hombre/Adán en vez de hijo de Dios, se le reclama como un "sustituto" (simbólicamente, un heredero) para la línea del difunto Abel. Esto eleva la posición de la nueva Casa de Set/Leví, al menos en un sentido espiritual. También da a conocer una antigua creencia según la cual cada ciclo era una especie de "nueva creación" y que traía la esperanza de corregir los errores de los anteriores, tales como las tendencias homicidas de Caín y Tubal-Caín (Set I).
Algo más sirve para precisar la última línea de patriarcas en lo que se refiere a su tardía fecha de advenimiento, y también en dignidad. En la época de Enós hijo del segundo Set, Dios, se dice, fue invocado como nunca se había hecho antes. El patriarca Enós corresponde a un miembro suprimido de la repetición anterior, que es Shu-El/Enlil (Aser) hijo de Abel. El Aser anterior actuaba con arrogancia e idolatría. Después, este homónimo en la dinastía divina fue llamado el "hijo de Dios" y el "Supremo." Sin embargo, Enós es un nuevo y diferente Señor Aser (En-Ash). En este ir y venir está contento con el título de "hijo de Hombre."14 El nombre de Enós significa "mortal, hombre, sediento de sangre,"15 y procede del hebreo anash, "frágil." Perfecciona el culto del hombre mortal para crear una "religión verdadera" - la adoración de un Espíritu Universal en lugar de un ser finito.
"Invocar el nombre del Señor" tenía una importancia capital para el autor del Génesis. El patriarca asociado con este acto revolucionario no sólo puede redimir la función de Aser, sino que también es digno de ser conocido como un nuevo Adán, como implica también el nombre de Enós. Detrás de Enós, en la última lista de patriarcas, viene Cainán, un nuevo, si no mejorado, Caín hijo de Adán. El nombre del siguiente patriarca, Jared, es igualmente una variante del anterior Irad. Le sigue Mahalalel, una variante del Mehujael de la lista anterior. Después viene Matusalén, una variante de Metusael. Después de sigue Enoc. Este Enoc aparece muy tardíamente en la última lista (si se le compara con el Enoc anterior), y también se marcha de forma prematura.16 El último patriarca de la segunda lista es otro Lamec. Con este Lamec hay una confluencia de las dos líneas patriarcales de Adán y la narración, sin más demora, puede proseguir con Noé y el Gran Diluvio.17
Enoc y el Nuevo Orden Mundial
Aunque Noé sigue a Lamec en la lista de patriarcas, él no es su verdadero hijo. La tradición dictaba que él es el hijo y el protegido de Enoc. El Héroe arquetípico del Diluvio se llamaba Adapa, el más sabio.18 Era hijo de Ea/Enki y sacerdote en su ciudad de Eridu. Adapa no fue considerado originalmente un dios, sino se volvió "como los dioses" después de desafiar al Diluvio. También se le contaba entre los famosos Siete Sabios (Apkalla, derivado del sumerio ab-gal, "Gran Padre"). El Gran Diluvio "inicial" que involucró a la humanidad marcó el final de la legendaria primera era (Sep Tepi) de los dioses. Adapa rellenó la brecha. Era el último en el primer grupo de patriarcas y el primero en un nuevo ciclo de venerables "Grandes Padres." Pertenecía a los dos grupos y a ninguno.
Enki padre de Adapa había demostrado tanto su genio como su discreción en la creación y la salvación de humanidad.19 Había trabajado hábil e insistentemente dentro de las opresivas restricciones que le puso su superior Enlil, y sin recurrir al asesinato ni a la rebelión abierta. Sin embargo, en un mito, la era divina termina con el siempre leal y de baja realeza Ea, ya no mordiéndose la lengua sino reprendiendo severamente a Enlil por ser de mente tan simple y tan cerrada. El engrandecimiento de Ea/Enki sobre Enlil, una vez cumplido, fue visto como un hecho consumado y por consiguiente un precedente legítimo para ser seguido en futuras dinastías.20
Según el Libro de Génesis, en los días de Noé, la humanidad fue una vez más abandonada a la muerte por parte de "Dios", (esto es, el rey que gobernaba en el lugar de Enlil). Es por consiguiente Enoc (representando al dios Ea/Enki) el que debe rescatar a uno de sus propios hijos favoritos y declararlo "padre" de todos los que sobrevivan. Y así el ciclo se repitió - no sólo en los días de Enoc y Lamec de Génesis 4 sino también en los de Enoc y Lamec de Génesis 5.21
Cambio de Carrera para un Marinero Borracho
No hay ninguna mención de esposas o de hijos en la Leyenda de Adapa, aunque podemos presumir, incluso predecir, que los hubo. En Génesis se nos dice que el héroe de Diluvio tiene tres hijos, y que ellos y sus esposas se salvan junto a Noé y su esposa para continuar viviendo después del Diluvio. Aunque caracterizado como un pacífico y humilde labrador (heb. abed), Noé había sido designado como "atador" (heb. obed), esto es, "padre" no sólo de su propia descendencia, sino también de los demás príncipes destacados. Después del Diluvio se esperaba que se convirtiera en algo más que un pescador, granjero, o incluso un rey-sacerdote, en la cabeza de una nueva casa gobernante. Noé, en cambio, planta un jardín, fabrica vino, y cae borracho. Parece que tiene poco interés o pocas aptitudes por su parte en imponer su designada autoridad. Por el contrario, uno de sus así llamados hijos, con el nombre de Cam, no pierde el tiempo en imponerse. El sueño de Noé, como pasó con Adán, simboliza la muerte de la soberanía.
Cam es la identidad bíblica de Horus el Joven como hijo nominal de Noé. Antes del Diluvio, este mismo Horus fue contado entre los hijos de Lamec y se llamaba Jubal. El nombre de Cam (heb. Ham) es una adaptación directa del egipcio Har.22 Cam significa en hebreo "caliente,"23 y connota "enojo, veneno (por la fiebre que provoca), rabia, furia, y calor intenso como el del sol."24 Horus, llamado "Vengador de Su Padre," estaba decidido a asegurar el gran trono de su padre legal Osiris. Como heredero y vengador de Osiris-Sokar-Sekhem, Horus el Joven fue llamado Sekhem-wy y Sekhem-hotep.25 Sekhemwy connota Sekhem II o "pequeño Osiris," y Sekhem-hotep indica que Osiris estaba satisfecho o complacido con los castigos infligidos por su vengador Horus sobre todos aquellos que podrían oponerse a su pretensión como heredero.
Horus, como Cam, también tenía pasión por restaurar la adoración de Horus el Viejo (Metusael/Judá), su homónimo y padre verdadero. Esta relación padre-hijo estaba determinada por la mitología egipcia, pero también es evidente en Mesopotamia. Inmediatamente después del Diluvio, la figura más activa es el héroe Lugalbanda. En la Epopeya de Gilgamés, Lugalbanda es identificado como el padre de Gilgamés y como un dios muy temido. El nombre o epíteto sumerio de Lugalbanda significa "pequeño gran hombre." Lugal es "gran hombre, jefe." Banda se define como "joven; menor; vigoroso; impetuoso; aguerrido; orgulloso,"26 y lo identifica con el "aguerrido" pero "querido" dios Adad. Más específicamente, Lugalbanda, como el Cam bíblico, era el pequeño pero dominante hijo de Adad - Adad, Jr.27
Todo Sobre los Benjamines
Hasta ahora hemos encontrado los arquetipos de Jacob y once de sus hijos entre el panteón antiguo. El último, y también el menor en tamaño y ante los ojos del autor de Génesis, es Benjamín. Benjamín se define tradicionalmente como "hijo de la mano derecha," lo que indica un hijo favorecido. Sin embargo, más correctamente, el nombre estigmatiza a su portador como alguien que está subordinado a un gobernante más favorecido que él mismo. Benjamín se refiere geográficamente al sur, como si estuviera "debajo" del norte.28 A lo largo de la época de los dioses, Mesopotamia fue considerada como la sede de la autoridad. Egipto y sus gobernantes estaban "bajo" el rey del norte. Esta convención procedía de la división del mundo en partes, en la cual el superior Enlil recibió la parte norte y el sur ("inframundo") le cayó a Enki.
Horus el Joven fue el último "Benjamín" en una línea de reyes-dioses secundarios. El progenitor de esta línea menor era Adán (Dan), al cual se le denegó en algunos círculos el título de rey y se le consideró sólo un "juez."29 El perfil de Caín (Gad) como "hijo de Hombre/Adán" fue abatido ante los "hijos de Dios," primero Abel y después Shu-Enlil (Aser) y sus hijos.30 El hijo de Caín, Enoc (José), y su nieto Irad (Jacob) estaban también subordinados a Enlil y su casa. Irad, el nombre patriarcal del dios Ra, era conocido en particular como un juez en Egipto, y tanto sobre los vivos como los muertos.31 Sin embargo, con la muerte de Osiris y el exilio de Ra por consecuencia de ello, se nombró a un nuevo heredero de la línea de la "mano derecha" de Enlil, que fue Thoth (Simeón). Horus el Joven (Benjamín) fue designado entonces como el sucesor de la línea menor del desterrado Ra, y como tal se convirtió en el nuevo "hijo de la mano derecha."32
De los doce hijos del patriarca Jacob, Benjamín es con mucho el más joven, un hijo que le nació en su vejez. Jacob es sobreprotector con Benjamín, presumiblemente porque cree que José, el único hermano carnal de Benjamín, está muerto.33 Sin embargo se puede ver ahora que esta sobreprotección del joven Benjamín era una parte necesaria para cumplir con la tradición. Benjamín, como la encarnación de Horus el Joven, tenía que ser un príncipe pequeño y perseguido, pero después asumiría la naturaleza y el nombre de Leví con el fin de convertirse en un poderoso defensor, incluso en una figura salvadora.34 Estaba "destinado" a alcanzar la casa gobernante, la que Jacob dejó en herencia al hijo de José, Siloh, una pacífica figura de Noé.
En la Bendición de Benjamín, este hijo es comparado con un lobo feroz que empieza a atacar a la salida del sol y que no reparte los despojos hasta noche. En Egipto, Horus personificaba (y deificaba) la salida y la intensificación del sol. El símbolo de Horus era el halcón, el ave rapaz por excelencia. Horus venía a representar la conquista y la renovación periódica de las hostilidades entre las naciones y los hombres.35 Horus, como Cam/Benjamín, fue caracterizado como un "asesino por naturaleza." Era un "chico anuncio" de un estado que patrocinaba el terrorismo (maher salal has baz)36 asociado con la antigua realeza, una institución a la que el Libro de Génesis se niega rendir honores, al menos directamente.
Horus el Joven, el Benjamín arquetípico, era hijo del alabado Horus el Viejo, el Judá arquetípico.37 En la Biblia, Benjamín y Judá aparecen geográficamente en pareja. Ellos, junto con Leví, también son los nombres más comúnmente asociados con la realeza legítima (y mesiánica).38 Horus simbolizaba al guerrero siempre joven e incansable. Es el primer "dios regio" y el fundador de la antigua casa real. Virtualmente todos faraones adoptaban un "Nombre de Horus" para que fuera el primer título regio. El triunfo de Horus se convirtió en la inspiración para todos los futuros pretendientes al trono, legítimos o no, inspirándose en su propio hijo Escorpión (el Horus Aha - "luchador") y su nieto Narmer (el Horus Huni - "el que castiga"), a lo largo de la historia hasta el infame Herodes el Grande. Incluso en el Nuevo Testamento, el pequeño pero enérgico Pablo alardea de un linaje de Benjamín, el cual se establece en la Escritura no mediante una genealogía, sino por su presunto poder sobre el veneno mortal de una serpiente.39
Cuando era un niño, Horus sufrió un envenenamiento casi fatal y fue cuidado hasta recuperar la salud por su madre adoptiva Isis en la reclusión de los pantanos del Delta del Nilo.40 Más tarde no habría lugar en donde los otros pudieran ocultarse de su furia. Irónicamente, el joven príncipe preparado para sustituir al malvado Set se convirtió en alguien mejor que él en la violencia.41 Los griegos llamaron al joven defensor Horus-Apolo. Añadir Apolo al nombre de Horus atrapa la sucesión política de Horus de manos de Set-Montu,42 la hazaña militar de Horus al estilo de Set, y también su posición como un dios del sol. A principios del periodo dinástico hubo un intento común de reconciliar y asimilar la naturaleza de Set con la de Horus. Esto se hace evidente gracias a un nuevo amuleto de culto llamado Nubti, que co-unía las imágenes de estos dos dioses en una sola insignia.43
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PLANETA MARTE Y SU NEXO CON ISIS, EL TORO Y LA LUNA CRECIENTE
DOMINGO=PRIMER DIA
LUNES=SEGUNDO DIA
MARTES=TERCER DIA
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No es sorprendente que haya rastros del antiguo mito de la diosa diseminados por cada religión del mundo, y que sea recordado o recreado de nuevo para analizar este sueño particular de la vida en la tierra. Siempre que aparezca una composición de piedras en forma circular, espiral o serpentina, como en Stonehenge o Avebury, o dondequiera que se haya señalado una cueva o una cripta como lugar de revelación de o de nacimiento, ahí está la tradición de la diosa madre, quien durante al menos 25.000 años fue concebida como origen y como destino: la que da la vida y la morada de los muertos; la que transforma la vida que sacó de sí misma y que tomó de nuevo para sí, en un ciclo temporal tan perpetuo y continuo como la luna.
De las galerías laberínticas de las cuevas paleolíticas al laberinto trazado en el suelo de la catedral de Chartres, hay una distancia de veinticinco milenios en tiempo lineal, pero una identidad de imágenes simbólicas que anula el paso de los siglos. Las aves volando del lugar de enterramiento de Mal’ta (Siberia) conectan con la diosa pájaro del Neolítico, al igual que con las palomas pertenecientes a la diosa sumeria Inanna, a la Isis egipcia, a la Afrodita griega, y con la paloma del Espíritu santo. El ave en lo alto de un báculo de chamán en Lascaux (figura 1) prefigura la paloma del arca de Noé, y también la que se acurruca en el regazo de la diosa griega Perséfone en el siglo V a. C. (figura 2), o el pájaro posado sobre el cetro de María del siglo XII d. C. (figura 3) y el cuadro de la paloma de la Anunciación, del siglo V (figura 4).
La serpiente de la placa de Mal’ta (figura 5) reaparece con el árbol de la vida sumerio, que se halla detrás de la diosa (figura 6), y más tarde se dirige a Eva desde el árbol del conocimiento del bien y del mal (figura 7). Serpientes entrelazadas forman el jeroglífico del dios sumerio Ningizzida, al igual que la espiral del caduceo del dios griego Hermes, guía de las almas (figura 8), y se enrosca una serpiente también al báculo de Esculapio, dios griego de la curación.
Desde la danza de los chamanes en Les Trois Frères, pasando por el baile del laberinto de Creta, hasta el baile circular de los discípulos de Cristo en los Evangelios gnósticos, hay una línea de transmisión continua con implicaciones mucho más amplias para nuestra concepción de la psique humana de lo que se ha reconocido. La luna creciente en la mano de la diosa de Laussel (figura 9) señala hacia la luna creciente de la cabeza de la babilónica Astarté del 200 a.C. (figura 10) y, de nuevo, a la luna creciente que yace bajo los pies de María (figura 11). Desde el santuario cueva paleolítico con los animales pintados en las paredes hasta el establo de Belén con el buey y el asno, desde la antigua diosa madre hasta la virgen María, corre un modelo de asociación antiguo y extraordinario que puede trazarse sólo mediante el conocimiento de la imagen simbólica.
Si abrigamos la idea de Jung sobre el ser humano de dos millones de años de antigüedad –mujer y hombre- que está presente en cada uno de nosotros, entonces la visión paleolítica aún nos es accesible en la actualidad. Pues, como escribió Jung: “Nada de cuanto pertenece a la psique, o es parte de ella, se pierde nunca. Para vivir plenamente tenemos que inclinarnos, tender las manos y traer de nuevo a la vida los niveles más profundos de la psique a partir de los cuales ha evolucionado nuestra consciencia presente”.
Extraído de "El mito de la diosa" de Anne Baring y Jules Cashford. Ediciones Siruela. Fondo de Cultura Económica. 2005.
 1. Detalle de pájaro del báculo de un chamán (c. 15.000-12.000 a.C.) Cueva de Lascaux, Dordoña, Francia) 2. Perséfone con paloma c. 450 a.C. Locri, Italia) 3. Detalle de un pájaro sobre el cetro de María (siglo XII) 4. Paloma de la anunciación (dibujo de un detalle de El cordero místico, del retablo de Gante, Hubert y Jan Van Eyck, 1432)
 5. Serpientes en una placa (c. 16.000-13.000 a.C. Mal'ta, Siberia) 6. Diosa y dios con cuernos, junto a un árbol y una serpiente (sello cilíndrico sumerio, c.2500 a.C.)
 7. Adán, Eva y la Serpiente (grabado español en madera, 976) 8. Caduceo (grabado suizo en madera, 1615)
 9. Diosa de Laussel (22.000-18.000 a.C.) 10. Astarté con luna crecient sobre su cabeza (siglo II a.C., Babilonia)
 11. Virgen María con luna bajo sus pies (La glorificación de la Virgen, Geertgen tot St Jans, 1490)
http://es-es.facebook.com/notes/el-mito-de-la-diosa/los-rastros-del-antiguo-mito-de-la-diosa-diseminados-por-cada-religi%C3%B3n-del-mundo/353287624703013?ref=nf
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RESURRECCION DE CRISTO EQUIVALE EN UN CONTEXTO EGIPCIO A LA RESURRECCION DE ORIRIS
OSIRIS = O-RISIS = EYE RISES = I RISES = I AM RISES = SUN RISES = SON RISES
LEO = OYEL = YELLOW = YELLOH = HOLY OYEL = HOLY OIL
The Rise of the Nile at the annual flooding corresponded to the SUN entering the STARS of the constellation LEO. The suggestion being, that the Lion is the Lord. As implied with the title extended to the Christian saviour Jesus… ‘The Lion from the Tribe of Judah’.
JUDAH = YUDAH = YOU / WHO DIE – the tribe of Death
ORION – The Key To The Kingdom Of Heaven
TEXT TO FOLLOW
LAS PLEYADES A 33 GRADOS DE ORION EN EL HORIZONTE, JUSTO EN EL DIA 4 DE JULIO DE 1776
SUNRISE
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Has publicado que a ti también te gusta esto. DeshacerSunrise is the instant at which the upper edge of the Sun appears above the horizon in the east. Sunrise should not be confused with dawn, which is the ...
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Immediately below is a picture of the Milky Way Galaxy, showing the Golden Mean Spiral effect.
Below are the pictures of the Norway Spiral Light Show. Keep in mind once again, that this is hypnotic suggestion, meant to manipulate our reality without us being aware of the manipulation. The Milky Way is symbolic of the Flood of the Nile in the Sky and symbolizes the Mother Moon goddess’ flood of Milk. These considerations, in conjunction with the CLIMATEGATE scandal which is suggesting MILK 88 (as shown above), creates a scenario that is a bit curious.
The spiral light appeared from behind a mountain, almost as if the moon were rising, as an eye witness stated. Then it spread to cover the whole sky for about 12 minutes, with a blue light beam coming out of the centre.
Then it disappeared completely …
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