Las Islas Marianas (a menudo llamadas Las Marianas e históricamente Islas de los Ladrones) son un grupo de islas formadas a partir de las cumbres de 15 montañas volcánicas en el océano Pacífico.
Conforman la parte meridional de una cordillera sumergida que se extiende a lo largo de 2.519 km desde Guam hasta muy cerca de Japón. Las Marianas son las islas más septentrionales de Micronesia. La superficie de las Marianas es de 1 026 km²;. Se sitúan al este de Filipinas y al sur de Japón. El nombre del archipiélago proviene del nombre de la reina consorte de España, doña Mariana de Austria, que vivió en el siglo XVII, época en la que llegó la colonización española a su mayor extensión («donde no se pone el sol»).
Hoy políticamente, Guam (la isla más meridional) es un territorio no incorporado de los Estados Unidos, mientras que el resto de las Marianas forman una mancomunidad llamada Islas Marianas del Norte (Northern Mariana Islands), que es a su vez un estado libre asociado de los Estados Unidos.
Al sureste de estas islas se encuentra la fosa de las Marianas, la fosa oceánica más profunda del mundo.
El gentilicio es mariano. Para las Islas Marianas del Norte, el gentilicio es normariano. Sus habitantes originarios y su lengua reciben el nombre de chamorro (idioma chamorro).
El primer europeo que vio el archipiélago fue Fernando de Magallanes en 1521, que desembarcó en la isla de Guam y reclamó las islas para el Rey de España, bautizando las islas como Islas de los Ladrones.
Estampilla de islas Marianas a finales del periodo colonial español hacia 1898-99.
Cuando Magallanes desembarcó en Guam, los nativos nunca habían visto anteriormente europeos, pero ya practicaban el comercio con los habitantes de las islas vecinas, así que asumieron que los europeos también hacían lo mismo. Utilizando pequeñas barcas, abordaron los navíos de la expedición de Magallanes y les ofrecieron comida y agua. De acuerdo con las historias de los chamorros (descendientes de los nativos de las Marianas), ellos esperaban un pago por estos bienes. Especialmente estaban interesados en el hierro que habían visto en los barcos de Magallanes. Sin embargo, desde el punto de vista de los europeos, los isleños eran un pueblo amable y generoso. Al no recibir ninguna recompensa por los suministros y la hospitalidad que habían proporcionado a los europeos, los chamorros abordaron secretamente los barcos y se llevaron el hierro que querían. Al percatarse, Magallanes montó en cólera y atacó a los chamorros, incendiando sus poblados y matando algunos isleños. Después, la expedición dejó las islas y siguió su periplo alrededor del mundo.
Carta de España de Bachiller con todas sus posesiones de ultramar e islas adyacentes 1858, Fragmento.
En 1667 España las reclamó efectivamente, y les puso el nombre de la reina española Mariana de Austria, esposa de Felipe IV. El 15 de junio de 1668 llegó a la isla de Guam una expedición de jesuitas enviados por la misma reina, su misión era predicar el evangelio en las nuevas posesiones. Los misioneros se establecieron en Agaña, y en un principio fueron bien acogidos por el cacique indígena Quipuha, quien se convirtió al catolicismo. Pero las revueltas no tardaron en estallar, y durante una de ellas los isleños asesinaron a gran parte de la comitiva. Los indígenas paganos se levantaron varias veces contra la ocupación española, hasta que el capitán Damián de Explana logró reducirles. En 1690 nuevas insurrecciones surgieron en las islas, pero esta vez fueron rotundamente sofocadas, quedando establecida definitivamente la soberanía española en toda la región. En 1815 se estableció en la isla de Agrigán una colonia inglesa compuesta por norteamericanos y habitantes de Hawái, pero la llegada de tropas hizo que los intrusos tuvieran que partir nuevamente a sus tierras.
Moneda española de Alfonso XIII con resello conmemorativo de la ocupación alemana en 1899.
En el siglo XIX España estableció en las islas un gobierno regular y un presidio, cuyos penados provenían en su gran mayoría de las islas Filipinas. Estos presos eran obligados a participar en la colonización de todo el territorio.
La colonización española duró 230 años, hasta la Guerra hispano-estadounidense de 1898, cuando España perdió a favor de Estados Unidos la isla de Guam por el Tratado de París de 1898. Y al año siguiente el gobierno de Francisco Silvela firmó un tratado con Alemania por el cual las islas Marianas, Carolinas y Palaos pasaban a manos de esta nación por el pago de 25 millones de pesetas.[1] A modo de testimonio histórico de la ocupación alemana de las islas Marianas, se utilizó en el año 1899 un punzón circular que se estampó sobre monedas de 5 marcos, pesos filipinos del rey Alfonso XIII y talers de María Teresa de Austria. Dicha contramarca contenía una leyenda que hacía referencia al rey Guillermo II de Alemania: “W.II.KAISER.KRLNS” y fecha 1899.[2]
En octubre de 1914 los tres archipiélagos fueron ocupados por los japoneses, quienes no encontraron la menor resistencia. Por el Tratado de Versalles, Japón recibió las islas en mandato de 1919 a 1947, a excepción de Guam, que había sido cedida anteriormente por España a Estados Unidos.[1]
El archipiélago fue escenario de sangrientos combates entre tropas estadounidenses y japonesas en 1944, durante la Segunda Guerra Mundial.
Organización político-administrativa[editar]
Las islas Marianas están constituidas en la actualidad básicamente por 2 territorios dependientes de Estados Unidos:
En ambos territorios de las islas Marianas, el inglés es la lengua oficial. Además, en la isla de Guam, es también oficial un idioma austronesio con mucho léxico de origen español, denominado chamorro; y en las islas Marianas del Norte, son cooficiales el chamorro y el carolinio.
Por la inmigración de las últimas décadas, numerosas familias hablan lenguas filipinas (especialmente el tagalo), las de otros orígenes asiáticos (japonés, chino) y las micronesias. Entre los habitantes más ancianos oriundos de las islas y originarios de Filipinas, se pueden encontrar personas con cierto nivel de competencia en español como tercer, cuarto o quinto idioma.