El Edicto de Milán (en latín, Edictum Mediolanense), conocido también como La tolerancia del cristianismo, fue promulgado en Milán en el año 313 y en él se establecía la libertad de religión en el Imperio romano, dando fin a las persecuciones dirigidas por las autoridades contra ciertos grupos religiosos, particularmente los cristianos. El edicto fue firmado por Constantino I el Grande y Licinio, dirigentes de los imperios romanos de Occidente y Oriente, respectivamente.
La investigadora italiana Edvige Abete indica en un su escrito Costantino e l’editto “che non c’è”, que dicho edicto probablemente no fue promulgado.[1]
En el momento de la promulgación del edicto, existían en el Imperio cerca de 1500 sedes episcopales y al menos de 5 a 7 millones de habitantes de los 50 que componían el imperio profesaban el cristianismo.[2] Después de la aprobación, se inició la etapa conocida por los historiadores cristianos como la Paz de la Iglesia.
Anteriormente, en el año 311 el emperador Galerio había emitido en la ciudad un edicto conocido como el Edicto de Tolerancia de Nicomedia. En él se concedía indulgencia a los cristianos y se les reconocía su existencia legal y libertad para celebrar reuniones y construir templos para su dios, por lo que la persecución de los mismos finalizaría.
Habiendo recibido esta indulgencia, ellos habrán de orar a su dios por nuestra seguridad, por la de la República, y por la propia, que la república continúe intacta, y para que ellos puedan vivir tranquilamente en sus hogares.
En un intento por reintegrar el imperio Romano bajo una sola autoridad, Licinio se armó en contra de Constantino. Como parte de su esfuerzo para ganarse la lealtad del ejército, Licinio eximió al ejército y los funcionarios públicos de la práctica de la política de tolerancia que imponía el edicto, permitiéndoles continuar la persecución de cristianos. Como consecuencia de esta orden, algunos cristianos perdieron sus propiedades y hasta la vida. De entonces sobrevive una leyenda, que cuenta de 40 cristianos en Sevaste, que al negarse a ofrendar vino a los dioses romanos, fueron torturados y encarcelados. Al rehusar aún participar en el rito, fueron obligados a mantenerse de pie desnudos sobre el hielo del invierno hasta la congelación. Unos cuantos cedieron y aceptaron renunciar al cristianismo con tal de acompañar a los soldados en las fogatas, al mismo tiempo que un número igual de soldados decidieron confesar su hasta entonces secreta devoción al cristianismo y se unieron a aquellos en el hielo. Cuenta la tradición que descendieron del cielo ángeles, quienes colocaron coronas en las cabezas de los mártires.
El edicto o constitución imperial fue aprobado entre otra serie de medidas tomadas en conjunto por los emperadores romanos de Oriente y Occidente en junio del año 313. En el mismo se establecía lo siguiente:
Habiendo advertido hace ya mucho tiempo que no debe ser cohibida la libertad de religión, sino que ha de permitirse al arbitrio y libertad de cada cual se ejercite en las cosas divinas conforme al parecer de su alma, hemos sancionado que, tanto todos los demás, cuanto los cristianos, conserven la fe y observancia de su secta y religión... que a los cristianos y a todos los demás se conceda libre facultad de seguir la religión que a bien tengan; a fin de que quienquiera que fuere el numen divino y celestial pueda ser propicio a nosotros y a todos los que viven bajo nuestro imperio. Así, pues, hemos promulgado con saludable y rectísimo criterio esta nuestra voluntad, para que a ninguno se niegue en absoluto la licencia de seguir o elegir la observancia y religión cristiana. Antes bien sea lícito a cada uno dedicar su alma a aquella religión que estimare convenirle.
Copias de las constituciones imperiales de Constantino y Licinio, traducidas del latín al griego
El edicto de Milán no sólo significó el reconocimiento oficial de los cristianos, sino que trajo como consecuencia profundos cambios dentro del Imperio romano, así como el comienzo de la expansión de la Iglesia. La aplicación del edicto devolvió a los cristianos sus antiguos lugares de reunión y culto, así como otras propiedades que habían sido confiscadas por las autoridades romanas y vendidas a particulares: «las propiedades habrán de ser devueltas a los cristianos sin exigir pago o recompensa de ningún tipo, y sin admitir ningún tipo de fraude o engaño». Esto le brindó al cristianismo (y a cualquier otra religión) un estatus de legitimidad junto con la religión romana, y en efecto, depuso a esta última como la religión oficial del imperio romano y de sus ejércitos.
Todavía no se han recuperado registros en piedra del edicto. Las citas que se le conocen provienen de los capítulos 35 y 48 del documento histórico De mortibus persecutorum (Sobre la muerte de los perseguidores), escrito por Lactancio.
CONEXION DE LA PELICULA "VOLVER AL FUTURO" CON EL "EXPERIMENTO FILADELFIA"
Ayer he visto nuevamente la pelicula "VOLVER AL FUTURO", osea en el mismo dia 28/10/2016 y me llamo la atencion la relacion con el mismo dia en funcion al EXPERIMENTO FILADELFIA como esta expresado en el mensaje anterior. Al final de la pelicula "VOLVER AL FUTURO" cuando MARTY MAC FLY REGRESA AL AÑO 1985 notamos que en el momento que lo ve al CIENTIFICO BROWN VIAJAR AL FUTURO, OSEA EN EL MISMO MOMENTO QUE MARTY TENDRIA 47 AÑOS COMO EN LA MISMA PELICULA SE AFIRMA, ES EN EL DIA 28/10/1985, OSEA QUE TENEMOS UN NEXO CON EL EXPERIMENTO FILADELFIA. LO ASOMBROSO ES QUE DESDE LA LANZA DE LONGINO O EL DIA DE LONGINO, OSEA EL 15/3, DIA 74 GREGORIANO HASTA EL 28/10, TENEMOS 227 DIAS EXACTOS. LA PREGUNTA QUE QUEDA EN EL TINTERO DEL PORQUE LA RELACION CON EL 28/10?????????
709: en Yaxchilán (México) la dama Xok, esposa del rey Escudo Jaguar II se hace pasar una cuerda con púas de obsidiana a través de un agujero en la lengua.
1707: en Houei (oeste de Japón), a las 14:00 (hora local) sucede un terremoto de magnitud 8,6 en la escala de magnitud de momento y un tsunami dejaron entre 5 000 y 20 000 víctimas.[1] Fue el terremoto más intenso de la Historia de Japón hasta que sobrevino el del 11 de marzo de 2011.
1746: Lima, capital del Virreinato del Perú, es devastada por un terremoto de magnitud 9,0 en la escala de magnitud de momento, que deja un saldo de más de 5 000 muertos. El puerto del Callao es completamente arrasado por el tsunami resultante, que deja otros 5 000 muertos (solo sobreviven 250 personas). Se registran daños a lo largo de la costa del Pacífico sur sudamericano.
1951: en el sitio de pruebas nucleares de Nevada ―en el marco de la Operación Buster-Jangle (que expondrá de manera no voluntaria durante un mes a unos 6500 soldados de infantería a siete explosiones atómicas con propósitos de entrenamiento)―, Estados Unidos hace detonar la bomba atómica Baker, de 3,5 kilotones, dejándola caer desde un bombardero B-50.
1958: a 256 metros bajo tierra, en el área U12b.04 del Sitio de pruebas atómicas de Nevada (a unos 100 km al noroeste de la ciudad de Las Vegas), a las 16:00 (hora local) Estados Unidos detona su bomba atómicaEvans, de 0,055 kilotones. Es la bomba n.º 189 de las 1132 que Estados Unidos detonó entre 1945 y 1992.
1958: la Unión Soviética le concede a Argentina un crédito (equivalente a 100 millones de dólares de aquella época, que equivalen a 835 millones de 2016)[2] para la compra de equipos petroleros soviéticos, a una tasa de interés del 2,5 % anual.
1959: en México, un huracán categoría 5 provoca inundaciones en el estado de Colima, matando a 1800 personas en la región (Huracán de México de 1959). Desparecerá en el centro de México el 29 de octubre.
1970: en tres hoyos diferentes, a 118 metros bajo tierra, en el área U3h del Sitio de pruebas atómicas de Nevada (a unos 100 km al noroeste de la ciudad de Las Vegas), a las 6:30 (hora local) Estados Unidos detona sus bombas atómicasTruchas-Chacón (1), Truchas-Chamisal (2) y Truchas-Rodarte (3), de unos 8 kilotones cada una. Son las bombas n.º 709, 710 y 711 de las 1132 que Estados Unidos detonó entre 1945 y 1992.
1971: Reino Unido lanza el satélite Prospero X-3, a bordo de un cohete totalmente británico.
1982: en España, el PSOE gana las elecciones generales por mayoría absoluta.
1983: en Buenos Aires (Argentina), durante el cierre de campaña para las elecciones presidenciales, el candidato peronista Herminio Iglesias prende fuego un ataúd con el nombre del candidato de la UCR (Raúl Alfonsín) y los colores de ese partido.
2007: Cristina Fernández se convierte en la primera mujer electa presidenta de Argentina. En 1974, María Estela Martínez había sido electa vicepresidenta, y se convirtió en presidenta tras la muerte del presidente Perón.
2011: en Estados Unidos, la NASA lanza el satélite NPP con la misión de realizar observaciones climatológicas de la Tierra.
2011: en la ciudad de Ica (Perú), un terremoto de magnitud 6,7 en la escala sismológica de Richter deja al menos 1 muerto y 80 heridos.
2012: en la costa este de Estados Unidos, el huracán Sandy afecta a los estados de Virginia, Maryland, Pensilvania y Nueva York y ocasionando inundaciones y devastación a su paso. Se calcula que las pérdidas ascendieron a 20 000 millones de dólares.
Esta batalla constituye un importante punto de inflexión en la historia del cristianismo, ya que los historiadores cristianos de esta época y posteriores, influidos por la narración de Eusebio de Cesarea, atribuyeron la victoria de Constantino a una intervención divina, en la que supuestamente Constantino vio en el cielo una cruz con la leyenda, "por este signo vencerás", lo cual le despertó esa supuesta tendencia al cristianismo y lo convirtió en la religión oficial del imperio.
La causa subyacente del enfrentamiento residía en las rivalidades inherentes al sistema de gobierno instituido por Diocleciano, la tetrarquía. Casi de inmediato tras la renuncia al trono de Diocleciano y Maximiano, los administradoresprovinciales comenzaron a disputarse el control del Imperio, por lo que se necesitaba un líder joven y fuerte para restablecer el orden. Uno de los candidatos era Constantino, quien, aunque tenía derechos dinásticos al trono por ser heredero del emperador occidental Constancio Cloro, se veía afectado por el hecho de que la tetrarquía obviaba dichos derechos al considerar que el linaje imperial no era un requisito indispensable en los emperadores. Cuando Constancio murió, el 25 de julio de 306, sus tropas proclamaron Augusto a Constantino en Eboracum (York). En Roma, el favorito a la sucesión era el heredero de Maximiano, Majencio, quien se autoproclamó emperador el 28 de octubre de ese mismo año.
C. de 312 estos dos hombres mantenían una pésima relación conocida por los ciudadanos romanos, a pesar de que eran cuñados a través del matrimonio de Constantino con Fausta, la hermana de su rival.
En la primavera del año 312, Constantino reunió a sus tropas y decidió que sus diferencias con Majencio debían resolverse por la fuerza. Invadió fácilmente el norte de Italia y llegó a la capital a través de la Vía Flaminia a finales de octubre de ese mismo año. Sus hombres establecieron una base en la Malborghetto, cerca de la Prima Porta; en este lugar se localizan los restos de un monumento construido durante el reinado de Constantino en honor a su victoria.
Constantino esperaba que su enemigo permaneciera en la capital y se dispusiera a resistir un asedio, una estrategia que este emperador había empleado ya en dos ocasiones durante las invasiones de Flavio Valerio Severo (307) y Galerio (308); asimismo, la ciudad contaba con una considerable reserva de alimentos, por lo que rendirla por hambre supondría prolongar el sitio demasiado tiempo, poniendo a Constantino en una difícil situación. Sorprendentemente, Majencio optó por salir de Roma y enfrentarse a Constantino en batalla. Las fuentes contemporáneas atribuyen esta decisión a la intervención divina (Eusebio de Cesárea y Lactancio) o a la superstición (Zósimo). Estos escritores hacen hincapié en el hecho de que el día de la batalla fue también el día del nombramiento de Majencio como emperador, lo que se consideraba un buen augurio. Por su parte, Lactancio afirma que los ciudadanos romanos apoyaban a Constantino, aunque la fiabilidad de sus escritos ha sido puesta en tela de juicio.
Majencio ordenó levantar su campamento en frente del Puente Milvio, un puente de piedra que atravesaba el Tíber conectando la Via Flaminia con la capital imperial (este puente permanece hoy en día en este mismo emplazamiento, aunque ha sido remodelado y rebautizado con los nombres de Ponte Milvo o Ponte Molle, cuya traducción es «puente suave»). La defensa de esta zona era imprescindible si Majencio pretendía mantener a su rival alejado de Roma, donde el Senado se apresuraría a votar entregar la ciudad a su adversario. Ya que había destruido parte de la estructura del puente mientras se preparaba para resistir un asedio en la capital, el emperador se vio forzado a reparar el puente y a construir otro a fin de trasladar sus tropas al otro lado del Tíber.
Al día siguiente los dos ejércitos se enfrentaron en la batalla, de la que salió victorioso el emperador Constantino I. Reconocido como un hábil comandante, forzó a las tropas de su rival a retirarse hacia el Tíber, tras lo que Majencio ordenó volver a la capital decidido a resistir allí. No obstante, la única vía de escape era cruzando el puente, donde los hombres de Constantino infligieron enormes pérdidas a sus enemigos. Mientras esto ocurría, se derrumbó el puente provisional creado al lado del Milvio, a través del cual muchos soldados estaban tratando de escapar. Muchos de los hombres que habían permanecido en las orillas del Tíber fueron capturados o asesinados. El propio Majencio falleció tras ahogarse en el río en un desesperado intento por escapar. Cuando se encontró su cuerpo, Constantino ordenó que le precediera en su entrada triunfal a la capital como prueba de que él era el único soberano de Occidente.
Parte de la importancia de esta batalla reside en que los escritos que la relatan se ven afectados por la leyenda. Una de estas leyendas cuenta que la noche del 27 de octubre, cuando los soldados se preparaban para la inminente batalla, Constantino tuvo una visión que lo llevó a combatir bajo la protección del Dios cristiano. No obstante, la descripción de esta visión varía en función de la fuente que la relate. Los historiadores cristianos afirmaron que esta visión consistía en la aparición de la señal de la cruz acompañada por una voz que le decía a Constantino «en este signo, conquistarás» en griego.
Lactancio afirma que la visión que tuvo Constantino la noche antes de la batalla decía que debía «delinear la marca celestial en los escudos de sus soldados».[7] El futuro emperador obedeció y marcó los escudos con el símbolo de Cristo; Lactancio describe este signo como un «staurogram», una cruz latina con su extremo superior redondeado en forma de P. A pesar de ello, no existen pruebas de que Constantino utilizara alguna vez el staurogram; de hecho, ciertos historiadores defienden que empleó la famosa chi-rho.
De Eusebio han sobrevivido dos escritos que describen la batalla. El primero de ellos consiste en un pequeño extracto de su Historia Eclesiática,que afirma que Constantino recibió ayuda divina durante la batalla, aunque no hace mención de la visión. No obstante, en su "Vida de Constantino", ofrece una descripción detallada acerca de esta visión, y hace hincapié en que la había escuchado de boca del propio emperador. Conforme a este relato, Constantino y sus hombres se encontraban marchando (el historiador cristiano no especifica cuál era el objetivo de los constantinianos, aunque afirma que no se encontraban en la capital) cuando el emperador levantó la vista y observó que, por encima del Sol, se alzaba una cruz luminosa con estas palabras: «Εν Τούτῳ Νίκα», cuya traducción al latín es in hoc signo vinces - «en este signo, vencerás». En ese momento Constantino no tenía claro cuál era el mensaje que trataba de transmitirle esta revelación, no obstante, esa noche soñó con Cristo, que le decía que debía emplear ese signo contra sus adversarios. En este relato Eusebio describe el lábaro, el estandarte militar que usó Constantino durante el conflicto que le enfrentó a Licinio (chi-rho).
Estos dos escritos difícilmente pueden conciliarse con el resto de obras que hablan acerca de la batalla, aunque se han visto incluidos en aquellos que afirman que Constantino vio el chi-rho la noche anterior al combate. Lactancio y Eusebio coinciden en que este símbolo no estaba destinado a representar a Cristo, ya que no existen evidencias que prueben que el chi-rho era considerado una marca cristiana antes de su reinado. Este símbolo apareció por primera vez en una moneda de oro de la era constantiniana (c.315), lo que viene a demostrar que Constantino había empezado a emplearlo por esta época, aunque no de una forma destacada. Sólo hizo un uso extensivo del chi-rho y del lábaro durante el conflicto con Licinio.
Como el Sol Invictus - el Sol Invicto, empleado frecuentemente en el labrado de monedas y monumentos constantinianos años después de esta victoria - esta visión ha sido interpretada como un fenómeno meteorológico (p. e. un halo) que podría haber sido modificada con el fin de encajar con las creencias de los seguidores cristianos del emperador.
El sueño de Constantino, según Piero della Francesca.
El28 de octubre de 312tuvo lugar un hecho decisivo en la historia de la Iglesia: hace 1700 años, justo este domingo (festividad de Cristo Rey según el calendario litúrgico antiguo),las tropas de Constantino derrotaron a las de Majencio en el Puente Milvio, en el noreste de Roma, y el poder del Imperio quedó consolidado en sus manos. In hoc signo vinces Podría haber sido una victoria militar más, de no ser porlo que la había precedidoen el ánimo del emperador.
Tiiempo antes había tenido una visión, corroborada por algunos soldados que le acompañaban. Mientras rezaba, en pleno mediodía,se le apareció una Cruz luminosacon esta inscripción: In hoc signo vinces[Con este signo vencerás]. Aquella misma noche, mientras dormía (una escena reflejada en diversas obras de arte comoEl sueño de Constantino), la visión se reprodujo, pero esta vez era el mismo Jesucristo quien acompañaba al signo, y quien le ordenaba convertirlo en estandartecomo garantía de victoria.
Con este signo vencerás: la Cruz de Cristo.
Al despertarse, ordenó que todos sus soldados pintasen en sus escudos la xi y la ro, dos primeras letras de la palabraChristosen griego, creando así el pictograma por excelencia que representa al Hijo de Dios, convertido en nuevolábarode los emperadores, cristianizado así.
Tiempo después, Constantino se dirigió a Roma paraponer fin al poder de Majencio, quien inopinadamente salió a combatir en terreno desfavorable y terminó muerto en el Tíber.
El Edicto de Milán Era la señal que le faltaba al emperador. El hijo de Constancio, proclamado en York seis años antes, erahijo también de Santa Elena, una cristiana, y llevaba tiempo pensando en bautizarse. Aún tardará en hacerlo, recibiendo las aguas bautismales del PapaSilvestre I, pero pocos meses después de la victoria de Puente Milvio, en 313, promulgó elEdicto de Milán, que garantizaba la libertad de la Iglesiaen todo el Imperio cuando aún muchos recordaban las espantosas persecuciones de Diocleciano.
A partir de ese momento, y aun con muchos años todavía de evolución política marcada por la pujanza de la minoría cristiana en lucha contra una mayoría pagana, Constantino se convertirá en el gran protector de la Iglesia, dando lugar auna alianza que duraría hasta la ruptura de la Cristiandad por Lutero, yde iurehasta la disolución del imperio autro-húngaro tras la Primera Guerra Mundial.
El testimonio de Eusebio de Cesarea En los capítulos 27 a 39 de suVida de Constantino,Eusebio de Cesareadejó por escrito lo que el mismo emperador le transmitió verbalmente. Cómo ya antes de la batalla se había resuelto a adorar a un solo Dios, y cómo la visión de la Cruz le llevó a identificarlo como Jesús: "Con el espíritu sobrecogido por una visión tan extraordinaria,concluyó que no había otro Dios a quien reconocer que el que se le había aparecido. Constantino envió entonces a preguntar a los sacerdotes, sus ministros, quién era ese Dios que se manifestaba con una imagen tan luminosa".
"Los sacerdotes le respondieron", continúa Eusebio, "que el Dios que se le había aparecido era el Hijo Único de Dios, y que la imagen que se le había mostrado era el signo de la inmortalidad y el trofeo de la victoria que el Hijo de Dios había logrado sobre la muerte. Le explicaron las razones por las cuales había descendido del Cielo a la tierra, yel misterio de la Encarnación. El emperador les escuchó con maravillada atención, comparó sus argumentos con la visión que había tenido, y no dudó de que le enseñaban la verdad por orden de Dios. Se aplicó enseguida a la lectura de las Sagradas Escrituras, conservó a sacerdotes cerca de sí, yse decidió a adorar al Dios que le había descubierto sus misterios".
La esperanza de esa protección, concluye Eusebio, le llevó a emprender la campaña sobre Majencio y contra "la rabia de los tiranos". Quince siglos de historia de Europa, y de la cristianización que a Europa se debe, proceden de esa resolución y su sobrenatural origen.
The Shrine of the Three Kings[1] (German Dreikönigsschrein[2] or Der Dreikönigenschrein),[3]Tomb of the Three Kings,[4] or Tomb of the Three Magi[5] is a reliquary traditionally believed to contain the bones of the Biblical Magi, also known as the Three Kings or the Three Wise Men. The shrine is a large gilded and decorated triple sarcophagus placed above and behind the high altar of Cologne Cathedral in western Germany. Built approximately from 1180 to 1225, it is considered the high point of Mosan art and the largest reliquary in the Western world.
"In the days of Philipp of Heinsberg the shrine of the three magi was built. This was told to me by some eyewitnesses who were present when the three magi were put into the shrine." — Vita Eustorgii[8]
Parts of the shrine were designed by the famous medieval goldsmith Nicholas of Verdun,[9] who began work on it in 1180 or 1181. It has elaborate gold sculptures of the prophets and apostles, and scenes from the life of Christ. The shrine was completed circa 1225.
Around 1199, King Otto IV gave three golden crowns, purported to be made for the three wise men, as a present to the church of Cologne. Because of the importance of the shrine and the cathedral for the later development of the city, the coat of arms of Cologne still shows these three crowns symbolizing the Three Kings.
Construction of the present Cologne Cathedral begun in 1248 to house these important relics. The cathedral took 632 years to complete and is now the largest Gothic church in northern Europe.
On 20 July 1864, the shrine was opened, revealing human remains and the coins of Philip I, Archbishop of Cologne. An eyewitness report reads:
"In a special compartment of the shrine now there showed – along with remains of ancient old rotten or moulded bandages, most likely byssus, besides pieces of aromatic resins and similar substances – numerous bones of three persons, which under the guidance of several present experts could be assembled into nearly complete bodies: the one in his early youth, the second in his early manhood, the third was rather aged. Two coins, bracteates made of silver and only one side stricken, were adjoined; one, probably from the days of Philipps von Heinsberg, displayed a church (See Note), the other showed a cross, accompanied by the sword of jurisdiction, and the crosier (bishop's crook) on either side."[10]
Note: "Just as the coin of Philipp in Hartzheim, historia rei nummariae coloniensis Table 3 No. 14, 16, (1754),[11] yet without its circumscription; the other (coin) is in square form, showed in the center a cross, accompanied by the sword of jurisdiction, and the crosier (bishop's crook) on either side, also without transcription, most certainly it is not younger and can be assumed perhaps to turn out to be a coin by Rainald [of Dassel]."[12]
The bones were wrapped in white silk and returned to the shrine.
The Shrine of the Three Kings is approximately 110 cm (43 in) wide, 153 cm (60 in) high, and 220 cm (87 in) long. It is shaped like a basilica: two sarcophagi stand next to each other, with the third sarcophagus resting on their roof ridges. The ends are completely covered, so there is no space visible between the sarcophagi. The basic structure is made of wood, with gold and silver overlay decorated with filigree, enamel, and over 1,000 jewels and beads. The latter include a large number of cameos and intaglio pieces, some pre-Christian.
The entire outside of the shrine is covered with an elaborate decorative overlay. There are 74 high relief figures in silver-gilt in all, not counting smaller additional figures in the background decoration. On the sides, images of the prophets decorate the lower part, while images of the apostles and evangelists decorate the upper part. On the front end of the reliquary, there are (across the bottom, from left to right) images of the Adoration of the Magi, the Virgin Mary enthroned with the infant Jesus, and the Baptism of Christ, and above, Christ enthroned at the Last Judgment. A removable filgree panel reveals a grille displaying the names of Caspar, Melchior, and Balthasar. When the grille is removed, the skulls of the three Magi are shown wearing crowns. The other end of the reliquary shows scenes of the Passion: the scourging of Christ (lower left) and his crucifixion (lower left) with the resurrected Christ above. This end also has a bust of Rainald of Dassel in the center.
El relicario, que fue realizado aproximadamente entre 1190 y 1225 por el orfebre Nicolás de Verdún, es considerado el relicario más grande y artísticamente exigente que se ha conservado de la Edad Media. Está construido en dos niveles en forma de basílica y decorado con figuras doradas, joyas de piedras preciosas, gemas, camafeos y esmaltes, que ilustran la historia de la salvación cristiana desde los comienzos del Antiguo Testamento hasta el Juicio Final. Se le considera el punto culminante del arte mosano y el relicario más grande en el mundo occidental.
Moneda de plata de Colonia de 1516 que representa a los Reyes Magos.
Durante la Segunda cruzada, el obispo de Milán San Eustorgio, religioso noble de origen helénico, visitó Constantinopla para que el Emperador le permitiera aceptar su reciente nombramiento; este no sólo le dio su consentimiento, sino que además le hizo un regalo inolvidable: las veneradas reliquias rescatadas en el año 300 d. C. por la emperatriz Elena, madre del emperador romano Constantino I, en Saba.
En los días de Felipe de Heinsberg fue construido el relicario de los tres magos. Esto me fue confirmado por algunos testigos oculares que estaban presentes cuando los tres magos fueron puestos en el relicario.
Partes del relicario fueron diseñadas por el famoso orfebre medieval, Nicolás de Verdún, que empezó el trabajo en el año 1180 o 1181. Tiene esculturas de oro elaboradas de los profetas y apóstoles, y de las escenas de la vida de Cristo. El relicario se completó hacia 1225.
Alrededor de 1199, el emperador Otón IV entregó tres coronas áureas para los reyes magos como un donación a la iglesia de Colonia: «Otto rex coloniensis curiam celebrans tres coronas de auro capitibus trium magorum imposuit»; MGSS 17, 292. A causa de la importancia del relicario y la catedral para el posterior desarrollo de la ciudad, el escudo de armas de Colonia muestra todavía las tres coronas que simbolizan a los Tres Reyes.
La construcción de la actual catedral de Colonia se empezó en 1248 para albergar estas importantes reliquias. La construcción de la catedral tomó 632 años, para llegar a ser actualmente la iglesiagótica más grande de Europa septentrional.
El 20 de julio de 1864, el relicario se abrió, y fueron descubiertos restos de los Tres Reyes y monedas de Philipp von Heinsberg. El informe de un testigo ocular cuenta:
En un compartimiento especial del relicario que ahora se ve —junto con lo que queda de antiguas, viejas y podridas vendas, probablemente de biso, y con restos de resinas aromáticas y sustancias semejantes— numerosos huesos de tres personas, que bajo la guía de varios expertos presentes se podrían reunir en cuerpos casi completos: uno en su juventud temprana, el segundo en su virilidad temprana, el tercero más bien envejecido. Dos monedas, bracteates argentinos acuñados sólo por una cara, acompañaban lo anterior; uno, probablemente de los días de Philipp von Heinsberg, mostraba una iglesia, el otro mostraba una cruz, acompañado de la espada de mando a un lado, y del báculo obispal al otro.2
Nota: «Así como la moneda de Philipp en Hartzheim, coloniensis de nummariae de rei de historia, tabla 3 n.os 14, 16 (1754),3 pero sin inscripción; la otra (moneda) en forma cuadrada, con en el centro una cruz, acompañada de la espada de mando a un lado, y del báculo obispal al otro, también sin inscripción, ciertamente no es más reciente y podría ser quizá una moneda de Reinaldo [de Dassel]».4
Los huesos se envolvieron en seda blanca y fueron devueltos al relicario.
El relicario de los Reyes Magos tiene unas dimensiones aproximadas de 110 cm de ancho, 153 cm de alto, y 220 cm de largo. Los tres sarcófagos están superpuestos, tomando la forma de una especie de basílica: dos sarcófagos descansan pegados el uno al otro, y el tercer sarcófago descansa sobre las aristas superiores de los otros dos. Los laterales están completamente cubiertos, así que no hay espacio visible entre los sarcófagos. La estructura básica está hecha de madera, recubierta de oro y plata y decorada con filigranas, esmalte, y unas mil piedras preciosas. Estas últimas incluyen muchos camafeos y piezas grabadas, alguna aún precristiana.
Todo el relicario está envuelto con una elaborada cubierta decorativa. Hay 74 figuras en bajorrelieve de plata dorada en total, sin contar las figuras adicionales, más pequeñas, en la decoración del fondo. En los lados, las imágenes de profetas decoran la parte más baja, mientras que las imágenes de los apóstoles y evangelistas decoran la parte superior. Un extremo muestra (a través del fondo, de izquierda a derecha) imágenes de la Adoración de los Magos, María entronizada con el niño Jesús, y el Bautismo de Cristo, y arriba, Cristo entronizado en el Juicio Final. El otro extremo muestra las escenas de la Pasión: El Martirio de Cristo (abajo izquierda) y la Crucifixión (abajo izquierda), con Cristo resucitado arriba. Este extremo tiene asimismo un busto de Reinaldo de Dassel en el centro.
En la novela Baudolino (2000), Umberto Eco describe el descubrimiento y el donativo subsiguiente de las reliquias de Magos como un bulo del siglo xii perpetrado por el protagonista de la novela.
En la novela Mapa de huesos (2005), de James Rollins, el relicario contiene oro en estado monoatómico, producido por los Reyes Magos, en lugar de las santas reliquias.
En la novela Mercado de espejismos (2007) de Felipe Benítez Reyes, se describe irónicamente las aventuras de un grupo de traficantes de reliquias a las que se les dio como encargo el robo del relicario. La novel