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POR QUE CRISTO MISMO RESUCITARA A SU MADRE MARIA Y A TODOS LOS QUE SON DE SU REDIL PARA VIDA ETERNA LOS MUERTOS IMPIOS PARA MUERTE ETERNA El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.
1 Tesalonicenses 4:16-17
1 Tesalonicenses 4-> Ver. [V.16-> Porque. Pablo está presentando la verdadera base de su enseñanza del 1Ts 4:15. El Señor mismo. Aquí se describe claramente la aparición personal, visible y corporal del Señor con gran majestad. Cristo no enviará a un representante ni viene espiritualmente, sino que él mismo viene en persona. El mismo Jesús que ascendió al cielo, descenderá del cielo. Antes de irse al cielo, prometió que volvería (Jn 14:3). Cuando el Salvador ascendía en una nube, se aseguró a la iglesia que “este mismo Jesús” vendría como le habían visto “ir al cielo” (Hch 1:9-11). Pablo repite estas promesas y registra detalles adicionales acerca de la forma de su cumplimiento. Con voz de mando. Gr. kéleusma, “orden”, “mandato”. Este vocablo sólo. aparece aquí en el NT. Kéleusma se usa en los escritos extrabíblicos para referirse a un oficial que da órdenes a sus tropas o un auriga que apura a sus caballos. En la sintaxis del griego no es claro si Cristo pronuncia la orden o si otro personaje da la orden mientras desciende el Señor; pero por el contexto se deduce que es Cristo el que habla (ver com. “arcángel” y “trompeta de Dios”). Aquí no se da ninguna razón específica para la “voz de mando”, pero la “voz de mando”, la “voz de arcángel” y la “trompeta de Dios” son seguidas inmediatamente por la resurrección de los “muertos en Cristo”. Por lo tanto, esta sucesión de sonidos puede tomarse como los preliminares de la resurrección de los justos (cf. Jn 5:25; Jn 5:28-29; Jn 11:43). Cristo desciende del cielo proclamando victoria. Ha vencido a la muerte y al sepulcro (Ap 1:18). La muerte, que es el enemigo, no puede retener más en sus frías garras a ninguno de los redimidos. Los justos muertos responden a la voz de su Señor, y salen triunfantes de sus tumbas. Arcángel. Gr. arjággelos, “ángel principal’, “primer ángel”, palabra compuesta por el prefijo arji, que significa ‘jefe” o “superior”, y ággelos, “ángel”; por lo tanto significa “jefe de los ángeles”. Arjággelos aparece en el NT sólo aquí y en Jud 1:9, donde se dice que Miguel es el arcángel. Este Comentario apoya la conclusión de que Miguel es nuestro Señor Jesucristo (ver com. Dan 10:13; Jud 1:9; Ap 12:7). De esta interpretación es posible deducir que la voz de Cristo como voz de arcángel, es la que se escuchará mientras él desciende del cielo (ver com. Jud 1:9). Trompeta de Dios. No se refiere necesariamente a una determinada trompeta que pertenece exclusivamente a Dios, sino más bien a un instrumento que se usa en el servicio de Dios. En el AT con frecuencia se mencionan trompetas en relación con notables intervenciones de Dios, ya fueran reales o proféticas (Exo 19:13; Exo 19:16; Exo 19:19; Sal 47:5; Isa 27:13; Jne 2:1; Zep 1:16; Zac 9:14). Las trompetas también se usaban para congregar al pueblo de Dios (Num 10:2-4), para hacer resonar alarmas bélicas (1Ts 4:5-9) y para ocasiones de carácter nacional (1Ts 4:10). En el NT el sonido de una trompeta se relaciona con la reunión de los elegidos y la resurrección de los muertos (Mat 24:31; 1Co 15:52). Descenderá. Gr. katabáinō, “bajar”, “descender”. Este verbo sólo se usa aquí en el NT para referirse al segundo advenimiento de Cristo, aunque también se lo emplea para aludir al descenso del Hijo del hombre desde el cielo en su primer advenimiento (Jn 3:13; Jn 6:33; Jn 6:38; etc.). EI descenso de Cristo en su segunda venida está implícito en otros relatos bíblicos del regreso del Señor (Mat 16:27; Mat 24:30; etc.). Y los muertos en Cristo. La conjunción “y” se usa para indicar el resultado que acompaña a los sonidos que retumban en el cielo, a saber: la resurrección de los justos. Los “muertos en Cristo” son los que se durmieron en la fe, incluyendo los santos del AT (ver com. Rom 4:3; 1Co 15:18; cf. Ap 14:13). Están incluidos entre los que Jesús 257 describe como los “hijos de la resurrección” (Luc 20:36). En otro pasaje Pablo los llama “los que son de Cristo, en su venida” (1Co 15:23). Cuando salgan de las tumbas tendrá lugar la “primera resurrección” (ver com. Ap 20:5-6). Las palabras “los muertos en Cristo” sirven para distinguir a los santos que duermen de otras dos clases de personas: (1) los impíos muertos que no resucitarán en la segunda venida de Cristo; (2) los cristianos que estén vivos, a quienes se les asegura que sus amados muertos no estarán en desventaja cuando vuelva Jesús, sino que recibirán la primera atención al ser resucitados, con lo cual estarán en el mismo nivel con los santos que estén vivos. Resucitarán primero. Es decir, serán resucitados antes de que los santos que estén vivos sean “arrebatados” para encontrarse con el Señor en el aire (1Ts 4:17). ] 1 Tesalonicenses 4-Ver [V.17-> Luego. Es decir luego de que hayan resucitado los justos muertos. Los que vivimos, las que hayamos quedado. Ver com. 1Ts 4:15. Arrebatados. Gr. harpázō, “arrebatar” (ver com. Hch 8:39; Fil 2:6; Ap 12:5). De harpázō, y a través del latín con el verbo rapio, “arrebatar”, deriva la palabra “rapto”, término que algunos usan teológicamente para describir el momento cuando los santos serán arrebatados de este mundo, tema del cual Pablo escribe aquí. Pero los que predican el “rapto”, enseñan que la aparición visible y audible de Cristo con poder y gran gloria, será precedida algunos años antes por su venida secreta e invisible a la atmósfera de este planeta para arrebatar a sus santos, mientras que el resto de los habitantes de la tierra continuará viviendo durante un período que se caracterizará por la tribulación bajo el gobierno del anticristo. Pero este pasaje, que según ellos describe la venida secreta, dice claramente que Cristo vendrá “con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios”, lo que hace imposible que sea un suceso secreto. Además, evidentemente ésta es “nuestra reunión con él”, acerca de la cual estaban turbados los tesalonicenses”, pero que sucederá después de la aparición del anticristo (2Ts 2:1-3), y no antes, como se enseña en el llamado “rapto secreto anterior a la tribulación” (ver la Nota 2 de Apoc. 20). “ trompeta también se menciona en Mat 24:30-31 en un contexto que describe claramente la venida visible de Cristo: “Todas las tribus de la tierra... verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”. En las palabras de estos pasajes no hay nada que sugiera ni remotamente que la venida descrita en Mat. 24 sea diferente de la que se describe en 1 Tes. 4. Por lo tanto, ambos pasajes describen un mismo acontecimiento que sucederá en un mismo momento. Ésta es la enseñanza uniforme de todas las Escrituras. En cuanto a ciertos falsos conceptos sobre los cuales se basa la creencia en un “rapto secreto”, ver la Nota 2 de Apoc. 20. Juntamente con. Gr. háma sun. El adverbio háma significa “al mismo tiempo”, mientras que la preposición sun aquí significa “junto con”; por lo tanto, una traducción literal de esta parte del 1Ts 4:17, diría: “Al mismo tiempo junto con ellos seremos arrebatados”. Esta afirmación tranquilizaría a los tesalonicenses, pues les explicaba que los cristianos que entonces estuvieran muertos y los que aún quedaran vivos, se reunirían simultáneamente con su Señor. En las nubes. Cf. Mat 24:30; Hch 1:9; Ap 1:7. Para recibir al Señor. Así se expresa el cumplimiento del propósito por el cual los justos han sido arrebatados de la tierra, esto es, para que puedan encontrarse con su Señor. En el momento del encuentro se cumplirá el máximo deseo del cristiano: reunirse con Aquel a quien ama en forma suprema (cf. com. Fil 1:23). En el aire. Los santos han ascendido de la tierra, el Señor y sus huestes acompañantes han descendido del cielo. Se encuentran en el aire, entre la tierra y el cielo. Y así. Es decir, como resultado de la venida de Cristo y los sucesos derivados de ella, descritos en los 1Ts 4:16 y 1Ts 4:17, todos los creyentes se reúnen con su Señor. Siempre con el Señor. Pablo no trata de llevar a sus lectores más allá del momento arrobador del encuentro. Los discípulos de todas las edades al fin se han reunido con su Maestro; el futuro está asegurado. En este momento no se necesita penetrar más allá. Pero sabemos por otros pasajes que los redimidos continuarán, después de la reunión, el viaje que han comenzado e irán con Cristo a su hogar celestial (ver com. Jn 14:2-3). Así estarán “siempre con el Señor”. ]Mateo 25:31-32
Pero cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los ángeles con El, entonces se sentará en el trono de su gloria; y serán reunidas delante de El todas las naciones; y separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
1 Corintios 15:12
Versículos Conceptos
Ahora bien, si se predica que Cristo ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
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Corintios 15-> Ver.
[V.12-> Pero. Con este versículo da comienzo el apóstol a sus argumentos estrechamente entrelazados en cuanto a la resurrección. En los 1Co 15:5-8 ha establecido la base histórica de la resurrección presentando el testimonio de una multitud de testigos presenciales fidedignos. Ahora pregunta cómo, teniendo en cuenta este hecho bien comprobado, algún creyente corintio podía negar una resurrección general de los muertos. No hay resurrección. Es evidente que había algunos en Corinto que negaban la posibilidad de una resurrección corporal de los muertos. En los 1Co 15:13-19 Pablo demuestra la naturaleza nociva de una negación tal, y demuestra cómo esa creencia es incompatible con el hecho demostrado de que Jesús había resucitado (ver también 1Co 15:16). ]
cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?cómo dicen algunos QUE LOS MUERTOS ESTARAN EN EL CIELO Y QUE INTERCEDEN POR LOS PECADORES EN LA TIERRA EL PURGATORIO NO EXISTE ,CRISTO RESUCITARA IMPIOS Y JUSTOS .
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Estos versículos señalan un tiempo en el porvenir cuando el anuncio de la caída de Babilonia, tal cual fue hecho por el segundo ángel de Apocalipsis 14:8, se repetirá con la mención adicional de las corrupciones que han estado introduciéndose en las diversas organizaciones religiosas que constituyen a Babilonia, desde que ese mensaje fue proclamado por primera vez, durante el verano de 1844. Se describe aquí la terrible condición en que se encuentra el mundo religioso. Cada vez que la gente rechace la verdad, habrá mayor confusión en su mente y más terquedad en su corazón, hasta que se hunda en temeraria incredulidad. En su desafío de las amonestaciones de Dios, seguirá pisoteando uno de los preceptos, del Decálogo hasta que sea inducida a perseguir a los que lo consideran sagrado. Se desprecia a Cristo cuando se manifiesta desdén hacia su Palabra y hacia su pueblo. Conforme vayan siendo aceptadas las enseñanzas del espiritismo en las iglesias de la madre e hijas , irán desapareciendo las vallas impuestas al corazón carnal, y la religión se convertirá en un manto para cubrir las más bajas iniquidades. La creencia en las manifestaciones espiritistas abre el campo a los espíritus seductores y a las doctrinas de demonios, y de este modo se dejarán sentir en las iglesias las influencias de los ángeles malos.
Se dice de Babilonia, con referencia al tiempo en que está presentada en esta profecía: “Sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades”. Apocalipsis 18:5. Ha llenado la medida de sus culpas y la ruina está por caer sobre ella. Pero Dios tiene aún un pueblo en Babilonia; y antes de que los juicios del cielo la visiten, estos fieles deben ser llamados para que salgan de la ciudad y que no tengan parte en sus pecados ni en sus plagas. De ahí que este movimiento esté simbolizado por el ángel que baja del cielo, alumbrando la tierra y denunciando con voz potente los pecados de Babilonia. Al mismo tiempo que este mensaje, se oye el llamamiento: “Salid de ella, pueblo mío”. Estas declaraciones, unidas al mensaje del tercer ángel, constituyen la amonestación final que debe ser dada a los habitantes de la tierra.
Terrible será la crisis a que llegará el mundo. Unidos los poderes de la tierra para hacer la guerra a los mandamientos de Dios, decretarán que todos los hombres, “pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos” (Apocalipsis 13:16), se conformen a las costumbres de la iglesia y observen el falso día de reposo. Todos los que se nieguen a someterse serán castigados por la autoridad civil, y finalmente se decretará que son dignos de muerte. Por otra parte, la ley de Dios que impone el día de reposo del Creador exige obediencia y amenaza con la ira de Dios a los que violen sus preceptos.
Dilucidado así el asunto, cualquiera que pisotee la ley de Dios para obedecer una ordenanza humana, recibe la marca de la bestia; acepta el signo de sumisión al poder al cual prefiere obedecer en lugar de obedecer a Dios. La amonestación del cielo dice así: “¡Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en su frente, o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que está preparado sin mezcla alguna en el cáliz de su ira!” Apocalipsis 14:9, 10.
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