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Un registro permanente en el cielo Apocalipsis 20:11,15 .Luego vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él. El cielo y la tierra huyeron de su presencia sin dejar rastro. 12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono; fueron abiertos unos libros, y luego se abrió otro libro, que es el de la vida; y los muertos fueron juzgados según lo escrito en los libros, conforme a sus obras. 13 Y el mar devolvió los muertos que guardaba, la Muerte y el Hades devolvieron los muertos que guardaban, y cada uno fue juzgado según sus obras. 14 La Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego - este lago de fuego es la muerte segunda - 15 y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de fuego. ¿Somos conscientes de que un registro de todas nuestras acciones asciende diariamente al cielo? Si prestáramos atención a nuestros actos y si tuviéramos presente el temor de Dios, nuestras vidas serían mejores de lo que son. Estamos a prueba en este mundo, estamos siendo juzgados, Dios nos está probando, nos está examinando a fin de confirmar los caracteres que estamos desarrollando. Los ángeles de Dios son enviados desde el cielo para sopesar nuestro valor moral. Asimismo, nuestro Padre celestial nos ha entregado una solemne advertencia con el objetivo de que nos preparemos para el día del juicio final. Nos ha pedido que velemos y oremos para que cedamos a las tentaciones que nos rodean. Nos ha recomendado: «Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí» (Juan 5: 39). SE1 34.1 Es nuestro privilegio entender las grandes responsabilidades que Dios ha colocado sobre nosotros, para que no estemos en tinieblas respecto a lo que vendrá sobre nuestro mundo. No podemos darnos el lujo de enfrentar aquel día sin estar preparados. Al pensar en el gran y solemne acontecimiento de la venida de Cristo en las nubes de los cielos con gran poder y gloria, deberíamos humillarnos ante Dios, no sea que nos apartemos de la gracia divina y se demuestre que no somos dignos de la vida eterna. Cuando vemos que el mundo se entrega a la búsqueda de placeres y a la indulgencia del apetito, deberíamos llorar entre la entrada y el altar, clamando: «Perdona, Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad” (Joel 2: 17). SE1 34.2 Vemos que la mayor parte del mundo ni siquiera piensa en ese gran día, y que a muchos no les interesa escuchar nada al respecto. No obstante, tendremos que hacerle frente al registro de nuestras vidas. Debemos recordar que hay un testigo de todas nuestras obras. Un ojo semejante a una llama de fuego contempla todas nuestras acciones. Nuestros pensamientos y las intenciones y propósitos de nuestros corazones están al descubierto y sujetos a la inspección de Dios. Así como los trazos que marca el artista, de la misma forma son re-producidos nuestros caracteres en los libros de registro del cielo. SE1 34.3 Preguntamos: «¿Cómo habrá sido evaluado nuestro carácter ante la vista de Dios? ¿Estamos preparando nuestras almas para ese gran escrutinio, para obtener las vestiduras blancas de un carácter puro en aquel día?». No podemos ceder al pecado y a la iniquidad, no debemos ser considerados como transgresores de la gran norma moral de justicia divina.
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EL SALMO 119 Y EXODO 20:1,17EXODO31:12,18 APOCALIPSIS1:7CAP14:12CAP7:2CAP12:17CAP 22:14 .
Excelencias de la ley de Dios del Sinaí escrita con el dedo de Cristo Éxodo 31:12,18 Éxodo 20;1,18
119 Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.
2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;
3 Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.
4 Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.
[V.1-> INTRODUCCIÓN.- EL Sal. 119 expone la alegría y el gozo que experimenta el que sigue la ley de Dios como su guía. Este es un salmo acróstico compuesto de 22 partes, cada una de las cuales consta de 8 versículos. Las 22 partes corresponden a las 22 letras del alfabeto hebreo (ver pág. 15). En hebreo todos los versículos de la primera sección comienzan con ‘álef, primera letra del alfabeto hebreo. Todos los versículos de la segunda sección con bet, segunda letra de ese alfabeto, etc. Encuanto a que David sea el autor del Sal. 119. ver DTG 364; OE 270; 3TS 386; 4T 534. El primer versículo presenta el tema en torno del cual gira todo el salmo. Salvo el Sal 119:122, todos los demás contienen alguna referencia inequívoca a la revelación de Dios a la humanidad. En la primera sección del salmo, aparecen las siguientes palabras: “ley”, “testimonios”, “caminos”, “mandamientos”, “estatutos” y “juicios”, las cuales indican los diferentes aspectos de la revelación divina (ver com. Sal 19:7). El uso de estos diferentes vocablos embellece el salmo y evita la monótona repetición de una misma palabra. Bienaventurados. Heb. ‘ashre (ver com. Sal 1:1). El salmo comienza con una bendición para los que obedecen la ley del Señor. Perfectos. Heb. temimim, plural de tamim, “completo”, “sin culpa”, “intachable”; se traduce también como “perfecto” (Gen 6:9). Que andan. Una vida santa equivale a vivir de acuerdo a la ley. Ley. Heb. torah, “enseñanza” o “instrucción” (ver com. Deu 31:9; Sal 19:7; Pro 3:1). ]
[V.2-> Testimonios. Ver com. Sal 19:7. Todo el corazón. No se puede servir al Señor con el corazón dividido (Deu 6:5; Mat 6:24; Mat 12:30; Luc 16:13). ]
[V.4-> Mandamientos. Heb. piqqudim, “órdenes”, “preceptos”, es decir, mandatos específicos que expresan nuestro deber para con Dios (ver com. Sal 19:8). Los mandamientos de Dios requieren cuidadosa obediencia y las personas o naciones no pueden quebrantarlos sin que sufran resultados desastrosos. ]
[V.5-> Estatutos. Heb. joq, “lo prescrito”, del verbo jaqaq, “grabar” o “inscribir”. ]
[V.8-> No me dejes. Cuando las personas o las naciones persisten en abandonar la ley de Dios, éste permite que sigan sus inclinaciones (cf. Ose 4:17); pero nunca abandona a los que guardan su ley. ]
[V.9-> Tu palabra. Los que emplean eficazmente la “espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efe 6:17), vencerán las tentaciones. El Maestro hizo frente a las tentaciones más sutiles de Satanás con un “escrito está” (Mat 4:4; Mat 4:7; Mat 4:10). Hoy debemos utilizar las mismas armas espirituales. La mente siempre debe nutrirse con la Palabra; de Io contrario se debilitarán las defensas del alma y Satanás saldrá victorioso. El descuido del estudio de la Palabra y de la meditación en ella, aun por un día, resulta en una grave pérdida. ] EXODO 20:6
Éxodo 20-> Ver. 66 y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos.
[V.6-> Guardan mis mandamientos. El verdadero amor a Dios se muestra mediante la obediencia. Puesto que Dios mismo es amor y sus tratos con sus criaturas son motivados por el amor (Jn 4:7-21), Dios no desea que lo obedezcamos como una obligación sino porque elegimos hacerlo (Jn 14:15; Jn 14:21; Jn 15:10; Jn 2:5; Jn 5:3; Jn 5:2 Juan 6). ]
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Estos versículos señalan un tiempo en el porvenir cuando el anuncio de la caída de Babilonia, tal cual fue hecho por el segundo ángel de Apocalipsis 14:8, se repetirá con la mención adicional de las corrupciones que han estado introduciéndose en las diversas organizaciones religiosas que constituyen a Babilonia, desde que ese mensaje fue proclamado por primera vez, durante el verano de 1844. Se describe aquí la terrible condición en que se encuentra el mundo religioso. Cada vez que la gente rechace la verdad, habrá mayor confusión en su mente y más terquedad en su corazón, hasta que se hunda en temeraria incredulidad. En su desafío de las amonestaciones de Dios, seguirá pisoteando uno de los preceptos, del Decálogo hasta que sea inducida a perseguir a los que lo consideran sagrado. Se desprecia a Cristo cuando se manifiesta desdén hacia su Palabra y hacia su pueblo. Conforme vayan siendo aceptadas las enseñanzas del espiritismo en las iglesias de la madre e hijas , irán desapareciendo las vallas impuestas al corazón carnal, y la religión se convertirá en un manto para cubrir las más bajas iniquidades. La creencia en las manifestaciones espiritistas abre el campo a los espíritus seductores y a las doctrinas de demonios, y de este modo se dejarán sentir en las iglesias las influencias de los ángeles malos.
Se dice de Babilonia, con referencia al tiempo en que está presentada en esta profecía: “Sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus maldades”. Apocalipsis 18:5. Ha llenado la medida de sus culpas y la ruina está por caer sobre ella. Pero Dios tiene aún un pueblo en Babilonia; y antes de que los juicios del cielo la visiten, estos fieles deben ser llamados para que salgan de la ciudad y que no tengan parte en sus pecados ni en sus plagas. De ahí que este movimiento esté simbolizado por el ángel que baja del cielo, alumbrando la tierra y denunciando con voz potente los pecados de Babilonia. Al mismo tiempo que este mensaje, se oye el llamamiento: “Salid de ella, pueblo mío”. Estas declaraciones, unidas al mensaje del tercer ángel, constituyen la amonestación final que debe ser dada a los habitantes de la tierra.
Terrible será la crisis a que llegará el mundo. Unidos los poderes de la tierra para hacer la guerra a los mandamientos de Dios, decretarán que todos los hombres, “pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos” (Apocalipsis 13:16), se conformen a las costumbres de la iglesia y observen el falso día de reposo. Todos los que se nieguen a someterse serán castigados por la autoridad civil, y finalmente se decretará que son dignos de muerte. Por otra parte, la ley de Dios que impone el día de reposo del Creador exige obediencia y amenaza con la ira de Dios a los que violen sus preceptos.
Dilucidado así el asunto, cualquiera que pisotee la ley de Dios para obedecer una ordenanza humana, recibe la marca de la bestia; acepta el signo de sumisión al poder al cual prefiere obedecer en lugar de obedecer a Dios. La amonestación del cielo dice así: “¡Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe su marca en su frente, o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que está preparado sin mezcla alguna en el cáliz de su ira!” Apocalipsis 14:9, 10.
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