Regalo
"Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe." Efesios 2:8"
Qué lindo es recibir regalos. Cuando uno cumple años espera que al momento de saludarlo, sus familiares o amigos le den algún pequeño paquete. Porque aunque nos hagamos los desinteresados, es una sensación muy linda, cuando alguien te da algo. Y después de agarrar el paquete, nunca falta el agradecimiento correspondiente.
Muchas veces ese regalo no es merecido, porque tal vez nuestra conducta no fue lo bueno que debería haber sido, pero como es el cumpleaños, todo se perdona y recibimos igual el regalo.
La emoción es más grande, cuando más grande es el regalo. No nos impacta lo mismo, un pequeño chocolate, que un par de zapatillas. Le damos mucho mas valor a lo más costoso. Y valoramos mas a la persona que lo entregó. Somos por naturaleza muy interesados.
De todos los regalos que alguna vez recibimos, el más grande de todos es sin lugar a dudas el que más rápidamente nos olvidamos.
Pablo le escribe a los efesios y les recuerda que su salvación, no fue producto de ningún esfuerzo personal. Ellos, igual que nosotros, no habían hecho nada para merecerla. La salvación que Dios ofrece es totalmente inmerecida y gratuita. No hay nada que uno pueda hacer o dar para compensar semejante regalo.
Y a pesar de ser tan maravilloso, muchas veces nos olvidamos de agradecer, no lo valoramos. Parece algo tan natural, tan de todos los días que no le damos la verdadera importancia que este regalo tiene.
Dios nos regaló la condición de hijos de Dios, nos regalo un lugar en el cielo para siempre, sin importar lo que hagamos en esta tierra, nos perdono todos y cada uno de nuestros sucios pecados que a El le ofendían tanto y nos garantiza que nada ni nadie nos puede sacar ese privilegio.
Y no lo valoramos, no le agradecemos ni le damos gloria. Y no modificamos nuestra conducta para mostrarle agradecimiento. El regalo más grande de toda la historia no es valorado por las personas más comunes de la humanidad.
Que esta injusticia no sea tu caso.
Agradece tu mejor regalo.
Gracias a la hermana Silvia por el fondo
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