Dios suple las necesidades
"Por el pastor Gerardo Hands de la Iglesia Luterana de Venezuela.
“Los ojos de todos esperan en tí y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano y colmas de bendición a todo ser humano” (Salmo 145: 16,17)"
En todo el mundo hay millones de personas pasando hambre. En cada ciudad de los países del tercer mundo, hay personas que viven en miseria absoluta, sin lo necesario para su sobreviviencia. Nos indignamos cuando vemos a seres humanos, junto con los perros, buscando su alimento en una lata que está en la basura, o cuando vemos a los niños en una barriada llorando, porque tienen hambre y no tienen siquiera un pedazo de pan.
El rey David reconoció en su oración, de que es Dios quien provee y da lo necesario para la vida al afirmar: “Los ojos de todos esperan en ti y tu les das su comida a su tiempo”. Más ¿seguirá Dios dando el alimento en el día de hoy a la humanidad? Nosotros estamos convencidos de que es así.
Dios no es la causa de la miseria. La ganancia de aquellos que detentan el poder económico en sus manos, y la mala distribución de las riquezas dadas por Dios, es la causa de la miseria que reina en el mundo, en especial en América Latina y el resto de los países del tercer mundo. Nuestro país tiene todas las condiciones para producir no solo alimento en abundancia para todos sus habitantes y para muchos más. Tiene reservas minerales y petrolíferas para cientos de años, más ha estado en manos de unos pocos que detentan el poder, para su beneficio exclusivo y de la camarilla de sus seguidores. Sus grandes riquezas están concentradas en solo un escaso 8% de la población. Hay países como los Estados Unidos que la riqueza del mundo se concentra en solo el 5% de la población, y que solo lo que gastarían en el mantenimiento de su armamento e injerencia en el Medio Oriente y en otros países por espacio de un mes, bastaría para acabar el hambre en el mundo en más de diez años... Tienen el poder para hacer quebrar a un país, retirando sus capitales golondrinas, cuando ven amenazados sus intereses. Usan su poder a través de personas leales a sus intereses personales, infiltrándolos en las altas esferas de la política y de los medios de comunicación para colocar sus productos, y para hacer una competencia desleal. Han habido voces proféticas en el pueblo de Dios, que han levantado su voz en América Latina, calificando estas acciones como inmorales y asesinas del pueblo latinoamericano de los países que están bajos sus garras depredadoras.
Más, mientras todo eso pasa, vemos que la maldad humana no permite que este alimento llegue a la mesa de la mayoría del pueblo. Alimento que se traduce en comida, salud, educación y bienestar. En su celoso cuidado, Dios continúa dando atención a todas las necesidades de sus criaturas, y siente tristeza en ver la manera egoísta con que sus preciosas dádivas son tratadas en este mundo. Aquello que debería ser por derecho de todos, privilegia a una minoría explotadora, que se juzgan con el derecho de hacer lo que quieren, con lo que podría atender las necesidades alimenticias de multitudes.
Si en tu mesa existe abundancia, no te olvides de juntar las manos, y agradecer a Dios por el pan diario que recibes de él. Este reconocimiento es fundamental. Es un gesto humilde de quien sabe de su situación real ante Dios, y es también el primer paso de sensibilización para ayudar a resolver el hambre y la necesidad de otros. Sin la ayuda de Dios, nadie tendría las condiciones para sobrevivir. Si en tu hogar está faltando el alimento, lucha y trabaja para conseguirlo, más recuerda pedírselo a Dios, ya que nuestro buen Dios y Padre es el que te da la fuerza, la salud y la disposición para conseguirlo. El tiene en sus manos el dominio y control de todas las cosas. Por eso continúa confiando en Dios y Padre de Jesucristo, pues él es el único refugio para aquellos que lo buscan con fe.
Oración: Señor: El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Amén.
GRACIAS A LA HERMANA SILVIA POR EL FONDO
PEDRO PABLO
PEDRO PABLO |