Muerte de victoria
"Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía eramos pecadores, Cristo murió por nosotros" (Romanos 5:8)
De acuerdo a la Palabra de Dios, la muerte de nuestro Señor Jesús no fue sólo un hecho histórico, ni tampoco algo que realizó para beneficio de sí mismo. El apóstol Pablo nos dice que "murió por nosotros"(Rom.8:32); que se "entregó a sí mismo por nosotros"(Efe.5:2); que se "hizo maldición por nosotros"(Gal.3:13). Todas estas declaraciones apunta hacia la actitud que Jesús tenía de su muerte. Él declaró: "Porque aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate de muchos"(Mar.10:45). Esto es lo que llamamos una muerte vicaría.
El Señor decidió morir para salvar al pecador. Murió a favor de los pecadores. Él sue nuestro representante a través de la muerte, y nuestro sustituto en ella. El apóstol pablo hace una declaración impresionante en 2 Cor. 5:21: "Al que no cometió pecado alguno, Dios lo trató cómo pecador, para que en él recibieramos la justicia de Dios". Aquí Pablo dice que Dios trató a Cristo de pecador por causa de nosotros. Es decir nosotros eramos los pecadores. Cristo no tenía pecado, pero Dios lo consideró pecador a fin de que nosotros fuésemos considerados justos. Él ocupó nuestro lugar, tomó nuestro castigo y sufrió nuestra muerte; aceptó la madición del pecado y cargó con su horrible peso. Esto es lo que significó para él ocupar nuestro lugar, morir cómo nuestro representante. Meditemos las siguientes palabras inspiradas: "Cristo fue tratado cómo nosotros merecemos a fin de que nosotros fuésemos tratados cómo él merece. Fue condenado por nuestros pecados, en los que no había participado, a fin de que nosotros pudiésemos ser justificados por su justicia, en la que no habíamos participados. El sufrió la muerte nuestra, a fin de pudiéramos recibir la vida suya.
|