Desde el primer momento en que abres tus ojos en la mañana, puedes programar positivamente tu día; debes darle gracias a Dios por el descanso recibido y aprovechar uno de los más grandes poderes que nos ha sido concedido a los seres humanos: el poder de elegir. Tú tienes la capacidad de elegir lo que quieres ser o hacer. Por eso cada mañana… elige ser feliz, elige perdonar, elige reír en lugar de llorar, elige aplaudir en lugar de criticar… y elige amar en lugar de odiar.