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¨ He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír;
pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros
y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; y vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua.
No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad.¨ Isaías 59:1-4.
Diariariamente nos damos cuenta por los medios de información acerca de la violencia extrema, y de las injusticias sociales que hay por todas partes del mundo. Lamentablemente, mucho más en los países en desarrollo.
El pueblo se levanta en grandes manifestaciones clamando y exigiendo a los gobiernos que revisen los programas de seguridad; y los gobernantes prometen atender a las exigencias.
Decirle al gobierno que ¡YA BASTA! por tantos secuestros, violaciones, asaltos, injusticias; y decirle al gobierno no hacerlo.¡ QUE SE ACABE LA CORRUPCION Y LA IMPUNIDAD! ¡QUE DEN RESULTADOS!
La Palabra de Dios señala que la violencia iba a abundar en los últimos tiempos ¨ También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.
Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.¨ 2 Timoteo 3:1-5.
No estamos ajenos a la violencia que en grandes proporciones se ha desarrollado. También, hay la violencia en los hogares, ya sea verbal o física; el maltrato a las mujeres, y a los niños que aún en las mejores familias se ve.
Lo que la Bíblia enseña es que la violencia es a causa del pecado. Muchas personas se han olvidado de Dios. Han dejado la enseñanza y la voluntad de Dios a un lado. El percado ha abundado. Se han hecho más religiosos que tener un encuentro personal con Jesucristo. Confían más en las practicas religiosas que estar en el camino de Dios.
¡ YA BASTA! Volvamos a Dios, escuchad la voz de Cristo que dice: ¨Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vovotros, y aprended de mí, que SOY MANSO Y HUMILDE de corazón; y HALLAREÍS descanso para vuestras almas;
porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.¨ Mateo 11:28-30
ORACION: Señor, te ruego por la humanidad. Para que confíe e Jesucristo como su Señor y Salvador. En su nombre, amén.
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