
Hola mis amados:
La felicidad es muchas cosas y es bueno disfrutar de ellas, son momentos y circunstancias las cuales nos hacen sentir bien, que en cada día que vives disfrutes de todo esto para que sea placentero y los demás lo noten y tú te sientas pleno, y así prosigas con alegría y gratitud al Señor por todo lo que has recibido.
LA FELICIDAD
La felicidad son pétalos de años que la vida nos pone en nuestras manos para convertirla en una rosa.
La buscamos a nuestra medida, le fabricamos un entorno irreal que no tiene.
La soñamos más que la vivimos...
Y muchas veces, llevándola dentro, la sacamos fuera y la desfiguramos en un ambiente de superficialidad.
Es intimidad en el amigo, luz en el hogar; es detalle, beso, sonrisa, flores, cielo, mar.
Es verdad que la felicidad no es siempre estable, fija, duradera.
Más bien parece un parpadeo, una luz que dura minutos, como huecos de trecho en trecho en una red muy tupida.
Los sufrimientos, en cambio, parecen un beso que se estanca, se posiciona, adueña, se queda.
Si no se agota en ti la resistencia de la voluntad, ni la fuerza de las emociones, ni el hambre de aventura, ni la frescura de los hondos manantiales de la vida, has conocido la felicidad.
Si los golpes no te rompen la fe, si la indiferencia no te cierra las manos, si el egoísmo y la avaricia no te secan los sentimientos y llegas al fin con capacidad de emoción, de llanto, de perdón, de ternura, de plegaria, de luz, has conocido la felicidad.
CUANDO HACEMOS LO QUE PODEMOS…
Un joven hombre estaba corriendo una carrera y se percató de que cada vez quedaba más atrás de los demás competidores. Sus amigos lo alentaban desde las líneas laterales, pero parecía que esto no surtía efecto. Sin embargo, de repente, sus labios comenzaron a moverse con regularidad, sus piernas incrementaron la velocidad, y para sorpresa y aliento de todos los espectadores que estaban viendo la carrera, comenzó a pasar uno por uno a sus competidores... ¡y ganó la carrera!
Luego de recibir la medalla y las felicitaciones de su entrenador y sus compañeros de equipo, se dirigió a sus amigos. Uno de ellos le preguntó: Podíamos ver tus labios moverse pero no podíamos escuchar lo que decías. ¿Qué estabas murmurando?.
El joven contestó: Estaba hablando con Dios. Le dije: Señor, tú levántalos y yo iré bajándolos... ¡Tú levántalos y yo iré bajándolos!.
Cuando hacemos las cosas que sabemos hacer, vivimos nuestras vidas de la forma que la Palabra de Dios nos ordena, y creemos para el bien de nuestra habilidad que el Señor siempre nos ayuda, estamos en posición de saber con certeza lo que el apóstol Pablo sabía: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:13
Cuando hacemos lo que podemos, Dios hará lo que no podemos.
Lucas 1:37Porque nada hay imposible para Dios.
Es hermoso entender que el Señor siempre nos ayuda, que a nosotros nos corresponde hacer lo humano y a Él lo divino, solo nos corresponde confiar, creer y depender de Jesús para todo, es nuestro mejor amigo y esta para ayudarnos porque nos ama con amor eterno.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA

MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11

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