Hola mis amados:
Cuando alguien esta sin consuelo, con problemas, necesidades o algo que le afecta, lo que mas necesitan es un hombro donde llorar o recostar su cabeza, a veces las palabras no son tan eficientes como este lugar, por eso que lo tengamos siempre y apoyo a quien lo necesite siempre.
UN HOMBRO PARA LLORAR.
Quien no ha visitado Chascomús se ha perdido una experiencia formidable: excelentes paisajes naturales que se entremezclan con antiguas estancias y nuevos diseños arquitectónicos, una inmensa laguna que constituye un atractivo único para la pesca y la práctica de diversas disciplinas náuticas, y una población que recibe con suma calidez a los turistas que llegan a su ciudad cada fin de semana.
A pesar de las tremendas inundaciones que han azotado su geografía a lo largo de su historia, la actividad agrícola y agropecuaria sigue adelante gracias al compromiso de quienes trabajan, viven y sienten suya esta hermosa ciudad de la provincia de Buenos Aires.
¡Tengo tantos buenos recuerdos! ¡Tantas anécdotas que contar del tiempo que viví allí durante mi niñez!
Corría el año 1983 y mi primer grado en la escuela primaria me atemorizaba (¡para qué negarlo!). A mis seis años de edad empezaba a comprender que la situación nacional estaba cambiando. ¡Y cómo no darme cuenta! El candidato que ganó las elecciones presidenciales, constituyendo el retorno de la democracia argentina, era nada más ni nada menos que un chascomunense: Raúl Alfonsín.
Pero lejos de la política y los cambios que estaban por llegar, ese año también ocurrió algo que me sacudió: uno de mis compañeros, Lucas Alfonsín (sobrino del presidente electo), sufrió el fallecimiento de su mamá. ¡Imagínese! ¡Seis años de edad! Debo confesar que no sabía qué hacer. Mis compañeros tampoco. Estábamos profundamente consternados.
Aquella fue la primera vez que sentí muy de cerca el sufrimiento ajeno, y no supe qué hacer. Luego, a través de los años, sucedieron otros hechos similares con amigos, familiares y gente que conozco. Nuevamente no supe qué hacer.
¿Pero sabe algo? Finalmente llegué a la conclusión que aquel que sufre no espera sólo nuestros consejos o nuestros buenos deseos. Sencillamente necesita un hombro sobre el cual llorar, una mirada que preste atención y dos oídos dispuestos a escuchar. Alguien, en definitiva, que traspase la estructura de las frases hechas y con su propia vida exprese: aquí estoy, te acompaño, puedes contar conmigo.
La Biblia señala: El que habla sin pensar hiere como un cuchillo, pero el que habla sabiamente sabe sanar la herida. Las palabras amables son como la miel: endulzan la vida y sanan el cuerpo (Proverbios 12:18, 16:24).
Seamos parte del cambio.. ¡una persona a la vez!
Cristian Franco
Muy cerca de ti quizás hay alguien que necesita solo un hombro para llorar.
Mateo 5 Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
COMO VENCER?
“No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”
Romanos 12:21
Efesios 5:1 dice: “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados”.
Usted y yo tenemos que caminar sobre la tierra como lo hizo Dios en forma de hombre, Jesucristo. Y El lo hizo de la misma forma en que caminaban Adán y Eva en el jardín del Edén. Y justamente lo que nos vino a enseñar fue a caminar como ellos, imitando a Dios.
Dios venció el mal con el bien. Si Él lo hizo, usted y yo, como herederos también lo tenemos que hacer. Y hacerlo de la misma manera.
Cuando usted camina de acuerdo a la Palabra de Dios está revelando su Reino.
Recuerde siempre esto: tiene que funcionar siempre a la manera de Dios.
Si usted reacciona mal, la gente estará viendo a otro, no lo vera a Dios. Pero como ahora vive Cristo en usted, lo que vive lo está haciendo en la fe del hijo de Dios. Su mente esta renovada, sus pensamientos, su forma de hablar y de actuar es igual a la de Dios Usted es su imitador.
Entonces le pregunto Como vence usted lo malo? Para responder esto tiene que mirar como actuaria Dios. Y la Palabra dice que tenemos que vencer el mal con el bien. Y el bien comienza cuando llega Cristo a nuestra vida.
Recuerde que la batalla no es suya y que las armas de la milicia no son carnales (Romanos 8:5 y 6). Sus armas son espirituales, son poderosas para la destrucción de fortalezas. Usted tiene la fe, la autoridad, el nombre de Jesús, la habilidad para hablar la palabra de Dios.
Dios ya preparo todo pero es usted el que decide como quiere vivir.
Quiere pelear contra el mal con sus fuerzas? Quiere hacer su voluntad? Cree que el mal se vence con más mal? No, le aseguro que todo esto está muy equivocado. No es lo que dice Dios en su Palabra.
Imite a Dios, venza el mal con el bien, utilice su fe, la autoridad del nombre de Jesús y le aseguro que verá la victoria. Usted ya es un vencedor.
Oración: Padre, hoy entiendo que el mal se vence con el bien, haciendo lo que dice tu Palabra, imitándote. Hoy me dispongo a hacerlo, quiero ser como Tú. Soy tu heredero y voy a caminar como tal. Lo hare, en el nombre de Jesús, amen.
Imitemos al Señor siempre, porque al disponer el corazón para agradarle en la obediencia y proceder como lo hiciera, es maravilloso saber que vencemos el mal con el bien, que no se halle en nosotros venganza o algo similar, porque lo que sembramos eso recogemos.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA