Hola mis amados:
En el diario vivir observamos muchos rostros, algunos conocidos y otros no, pero todos reflejan lo que hay en su interior, alegría, tristeza, frustración, soledad, amargura, etc, seria incontable lo que se puede notar al mirar a una persona, pero que esto simplemente no pase desapercibido, sabemos que fueron hechos a imagen de Dios y que por ende esperan una palabra, un abrazo, comprensión y amor, démoselos para que el día sea diferente.
ROSTROS
“Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso; puso además en la mente humana la idea de lo infinito, aun cuando el hombre no alcanza a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y lo que hará”.
Eclesiastés 3.11 (DHH).
Camino por la ciudad y miro los rostros…
…caras alegres, expresiones tristes, miradas que hielan la sangre, sonrisas que iluminan el atardecer.
…muecas de preocupación, facciones distintas, rostros determinados, frentes marchitas, soledades reflejadas.
Una larga caminata vespertina me lleva por diferentes barrios…
…narices, labios, orejas, mejillas, mentones, ojos, cejas, párpados y pestañas. Sinonímicos pero disímiles.
…colores dorados, blancos, oscuros y mates. Mixtura de apariencias que revelan y ocultan.
Espejos de los sentimientos. Ventanas hacia realidades misteriosas. Estampas cotidianas del vaivén de las horas. Códices en busca de intérpretes. Señas particulares de singularidades más profundas.
Son los rostros de la gente de mi ciudad. La ciudad, que sueña, despierta y transita al ritmo del enojo, la alegría, el abandono, la desidia y el encuentro. El encuentro entre nosotros y nosotras, entre quienes somos y lo que anhelamos ser.
Camino por la ciudad y miro los rostros… y no puedo evitar conmoverme. Una larga caminata vespertina me lleva por diferentes barrios… y no puedo evitar empaparme de humanidad.
Es entonces cuando me obligo a dejar de mirar para comenzar a ver…
Cuando logro descorrer el velo de las estadísticas para hallar al hombre y la mujer en su individualidad…
El momento en que – finalmente – el gran cúmulo de rostros deja de parecerme una masa ambulante y comienzo a percibir las lágrimas, las sonrisas y los gestos…
Un collage cuya trascendencia evoca en mí el pensamiento de lo trascendente…
¡El sello divino en cada rostro!
CRISTIAN FRANCO
EMBAJADOR DE CRISTO
por Gloria Copeland
"Así que somos embajadores de Cristo."
(2 Corintios 5:20)
Usted es embajador de Cristo. Si Jesucristo es el Señor de su vida, Él le ha enviado a este mundo como uno de sus representantes. Así como las naciones envían embajadores como representantes a otros países, usted ha sido enviado para que se ocupe de los intereses del reino de Dios.
Piense en eso. Donde quiera que vaya, usted representa al Rey de reyes y Señor de señores. Ese es un gran honor. Quizá le parezca un puesto muy elevado para usted, sin embargo, Dios le ha preparado para hacerlo. Él le ha dado su nombre y el poder de su Palabra. Incluso ha puesto Su Espíritu en usted. Le ha dado la capacidad para escuchar y obedecer las instrucciones del Espíritu Santo.
Nosotros somos agentes de Dios, hijos de Dios, embajadores de Dios que hemos sido enviados para hacer las obras de Dios".
No estamos en tiempo de estar consagrados a medias. Este es tiempo de caminar con Dios, de darle nuestra vida completa. Si usted hace eso, Él le dará unción, poder y gloria para que brille para El, como dice Filipenses 2:15: "... como estrellas en el firmamento, en medio de una generación torcida y depravada".
Deje de pensar de si como una persona que no tiene importancia y empiece a verse como embajador del Dios Todopoderoso. Ponga los intereses del reino de Dios en primer lugar en su mente y en su corazón. Sométase a Él y diga: "Señor, muéstrame como ser tu representante en todo lo que haga".
Usted es embajador de Cristo, comience a vivir como tal.
Debemos representar ese Reino maravilloso de Dios en esta tierra, solo con nuestro comportamiento manifestamos si lo somos o no, nuestros hechos y palabras son el fiel reflejo de quien habita en nuestro corazón, por eso que Jesús sonría con beneplácito al darle Honor a Él con nuestro ejemplo y que este sirva para que muchos le conozcan y vengan a Él a recibir esa vida abundante que nos ofrece.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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