Hola mis amados:
Este ejemplo de estas aves que entre miles de huevos reconocen los suyos, así hayan rodado saben cuál es el que están empollando es sorprendente en verdad, pero nada supera a que nuestro Padre Celestial nos conoce desde antes de la fundación del mundo, sabe todo de nosotros y nos ama más que otra persona, a Él toda la Gloria por ese amor que no cambia ni varia y es eterno, además lo derrama en nuestros corazones por gracia.
BIEN CONOCIDO
Hay un tipo de ave marítima en el ártico que vive en peñascos rocosos de la costa donde miles de ellas se juntan en pequeñas áreas. A causa de la condición apiñada, las hembras ponen sus huevos uno junto al otro en una larga fila. Es increíble que un ave madre pueda identificar los huevos que le pertenecen. Los estudios muestran que incluso cuando uno de ellos se aleja cierta distancia, ella lo encuentra y lo lleva de vuelta a su lugar original.
Nuestro Padre celestial conoce a sus hijos mucho más íntimamente. Es consciente de todos nuestros pensamientos, emociones y decisiones. De la mañana hasta la noche presta atención personal a nuestros asuntos diarios. Abrumado por esa gloriosa realidad, el salmista exclamó en asombro: "Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; es muy elevado, no lo puedo alcanzar" (Salmo 139:6).
No sólo provoca esto nuestra alabanza, sino que también debería dar mucho consuelo a nuestros corazones. Jesús dijo a sus discípulos que el Padre sabe cuándo un solo pajarillo cae a tierra. Puesto que la gente es de mucho más valor que los pajarillos, los hijos de Dios pueden estar seguros de su cuidado constante.
¡Qué maravilloso es ser una persona tan bien amada y "bien conocida"!
. . . El Señor conoce a los que son suyos. . . . -2 Timoteo 2:19.
CRISTIANO, VUELVE A DIOS
Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?" Salmo 11:3.
Según mi postulado, el engaño está tan generalizado que ha minado los cimientos de nuestra sociedad, a todos los niveles, familiar, económico y gubernamental, impidiéndonos edificar sobre bases sólidas. ¿Cómo podemos resolver el problema?
Primero, tenemos que enfrentarlo cara a cara. Aunque nos avergüence y entristezca, tenemos que reconocer que somos una sociedad dominada por el engaño. Nos hemos dejado controlar (gobernar) por la mentira. ¿De qué vale salvar nuestro orgullo si perdemos la felicidad? Más vale que admitamos la dolorosa verdad y emprendamos el camino de la recuperación. Segundo, tenemos que atacar el problema en su verdadera naturaleza, en su raíz. Como el problema es espiritual e individual, la solución tiene que comenzar con el individuo, espiritualmente. Es necesario abordar la tarea espiritual e individual antes de emprender eficazmente la política social.
Por naturaleza y por inmadurez, todos queremos soluciones rápidas, instantáneas. Pero el carácter de los individuos no se forja súbitamente, y mucho menos el de los pueblos. Sin embargo, hoy es la hora de Dios para Hispanoamérica. Es Él quien nos está despertando del sopor en que hemos vivido. Es Él quien nos está poniendo de manifiesto las ataduras espirituales que nos han mantenido débiles, pobres, y enclenques. Nuestra tarea, por lo tanto, consiste en volver a Dios.
Son relativamente pocos los que están dispuestos a admitir que el problema empieza en nosotros mismos. Es mucho más fácil, elocuente y popular culpar al "sistema" y tratar de cambiar las leyes o reclamar cambios en la conducta de otros.
Esta inconsistencia entre los guías de los pueblos y sus vidas privadas no es cosa nueva. Pero no por ser repetida deja de ser chocante. La decadencia moral de los líderes es objeto de gran interés en este momento. Por ejemplo, en muchos países desarrollados, desde el Japón hasta Europa y los Estados Unidos, hay un gran interés en la integridad moral de los líderes y candidatos políticos. Pero ¿qué de los grandes filósofos y líderes en cuyas ideas se han inspirado nuestras naciones?
El historiador inglés, Paul Johnson, ha hecho un estudio fascinante en el que contrasta las enseñanzas de diez de los más influyentes pensadores de la Edad Moderna con sus vidas privadas. Se pregunta, ¿cómo trataron a su familia, a sus padres, a sus esposas, a sus hijos, a sus vecinos, a sus conciudadanos y a sus empleados?
Así descubrimos que Rousseau, por ejemplo, tuvo cinco hijos ilegítimos con su empleada doméstica, a los que abandonó, uno por uno, a la puerta del orfanato del estado francés que tanto criticó. Carlos Marx tuvo un hijo ilegítimo con Helene Demuth, el ama de casa de su esposa, al que nunca reconoció como hijo, y forzó a la madre a entregárselo a otra familia para que lo criara. El Che Guevara tuvo hijos con dos mujeres.
¿Cómo es que nos hemos podido dejar llevar por estos ideólogos, guías ciegos, de ciegos seguidores, dándoles tanta credibilidad cuando sus vidas demuestran claramente su falta de fundamento moral? Será porque no tomamos a pecho la enseñanza de Jesús, "por sus frutos los conoceréis".
Tal vez no hayamos querido examinar la vida personal de nuestros héroes intelectuales y políticos, porque nuestras propias vidas no tolerarían ese escrutinio. Tratamos de olvidar las numerosas amantes de Bolívar, como Josefina Machado y Manuela Sáenz de Thorne, esposa de un médico inglés. Y quien habla de Bolívar podría hablar, con honrosas excepciones, de muchos de los próceres, héroes y líderes de nuestra Hispanoamérica permisiva y machista.
En cambio, la Biblia dice que el pacto comienza por el individuo, y que el que no acata la ley en su propia vida, no sirve para administrar la ley sobre la vida de otros. Por ejemplo, el Apóstol Pablo enseña que quien no tiene su propia casa en orden, no puede servir para dirigir la casa de Dios. Y si no podemos confiarle las cosas de la iglesia, ¿cómo vamos a confiarle la responsabilidad de la nación?
Si aplicamos lo que nos dice 2ª Cronicas 7:14 veremos el cambio en este continente, reconociendo que hemos pecado, que hemos hecho lo malo, que la culpa es solo nuestra y arrepentidos vamos al Trono de Gracia, el Señor nos perdona, limpia esta tierra y veremos el cambio que tanto anhelamos, por eso volvamos a Dios que Él se volverá a nosotros para que vengan tiempos de refrigerio.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA