Hola mis amados:
Perdonar es lo más grande que podemos recibir y dar, como lo dice el Padre Nuestro, si no perdonamos las ofensas que recibimos de los demás, Él no nos perdonara a nosotros, cuando lo hacemos liberamos tanto nuestra vida como la de quien nos ofendió, por eso podemos seguir seguros, con paz, alegres y disfrutando de la vida abundante que nos da Jesús, no demores en perdonar a quienes te han ofendido.
PERDONARAS...
Perdonaras, olvidando todo el mal, a fin de que te acuerdes de hacer todo el bien posible.
Perdonaras una agresión de cualquier naturaleza, sin conservar ningún resentimiento, contra quien sea el instrumento de tus inquietudes.
Perdonaras la injuria, comprendiendo que aquel que te calumnia, padece desequilibrios que ignoras.
Perdonaras la ingratitud de los amigos, teniendo en cuenta, que un ingrato es alguien que está a un paso de desorganización emocional.
Perdonaras la impiedad, reconociendo que quien la lleva, está a medio camino de la locura total.
Perdonaras al envidioso, no permitiendo sintonizarte con sus malos pensamientos, ya que él es enemigo de sí mismo.
Perdonaras al que maldice, pues se desmoraliza a sí mismo.
Perdonaras al intrigante, porque es una trampa para encerrarse, sufriendo injusticias que el mismo engendra.
Perdonaras al que no cumple los compromisos, prosiguiendo sin él, pero seguirás con tus compromisos adquiridos.
Perdonaras, si, a todos, pero no te desanimaras, no retrocederás en los compromisos adquiridos, no te harás cómplice de aquellos que, engañados, prefieren mantener una mente desordenada, de frivolidad y de insensatez, procurando apoyarte en tu condescendencia o desvinculándote de los trabajos que te inspiran confianza.
Perdonaras, porque tu compromiso es con el amor, y conforme hizo Jesús, amando, irás perdonando siempre a todo y a todos sin desfallecer
LOS NIÑOS APRENDEN LO QUE VIVEN.
Si un niño vive criticado, aprende a condenar.
Si un niño vive en un ambiente hostil, aprende a pelear.
Si un niño vive ridiculizado, aprende a ser tímido.
Si un niño vive avergonzado, aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser paciente.
Si un niño vive con aliento, aprende a tener confianza.
Si un niño vive estimulado, aprende a apreciar.
Si un niño vive con honradez, aprende a ser justo.
Si un niño vive con seguridad, aprende a tener Fe.
Si un niño vive con aprobación, aprende a valorarse.
Si un niño vive con aceptación y amistad, aprende a encontrar el Amor en el mundo.
De nosotros como padres depende lo que serán nuestros hijos, la mejor escuela es el hogar y de lo que allí aprenden los hijos, de las palabras que reciben, del trato que les damos, del amor manifestado, todo esto influye en lo que serán mañana, no descuidemos esto tan fundamental, ellos son el futuro del mundo, vivamos como lo indica la Palabra de Dios y apliquemos estos consejos.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA