Hola mis amados:
A las personas se les olvida muchas veces lo que se habla, pero eso está anotado en el libro que se leerá cuando estemos ante el tribunal de Cristo, por eso El mismo nos dice que de la abundancia del corazón habla la boca, que nuestro interior sea lleno de Su presencia, de Su Palabra, de Su ejemplo para que los dichos de nuestra boca no sean motivo de ofender a Dios y a los demás.
EL IMPRESIONANTE PODER DE NUESTRAS PALABRAS
Por: Billy Joe Daugherty
Las Escrituras revelan el impresionante poder de nuestras palabras. Proverbios 18:20-21, dice:
Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; se saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.
En los versículos 4, 7, 8 y 13 de ese mismo capítulo, el poder de nuestras palabras —tanto positivas como negativas— es revelado:
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría. La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma. Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas. Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad y oprobio.
Cuando miramos estos versículos, podemos ver el impresionante poder de la palabra: cómo nuestras palabras pueden herir y lastimar, o cómo ellas pueden ser un arroyo de vida, rebosantes de la sabiduría de Dios. Nuestras palabras pueden traer vergüenza o pueden traer honor. Ellas pueden edificar o pueden condenar.
El versículo 20 dice: “Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre…” ¿Cuál es el fruto de tu boca? Son las palabras que hablas.
¿Alguna vez has escuchado la frase “Vas a comer tus palabras”? Aquí está una revelación para ti. ¡Has estado comiendo tus palabras toda tu vida! En este momento, tu vida está siendo satisfecha por las palabras que estás hablando.
Todo lo que hacemos traerá una cosecha del mismo tipo, de acuerdo a la ley de la siembra y cosecha. Nuestros pensamientos, palabras y acciones son semillas que producirán una cosecha. Tú estás comiendo tus palabras cada día. Cuando hablas bendición, cosechas bendición. Si declaras vida, cosecharás vida. Si estás declarando gozo, paz, triunfo y victoria, producirás una cosecha de gozo, paz, triunfo y victoria.
Cuando naces de nuevo, a través de la fe en Cristo Jesús, tienes la autoridad de liberar el poder de la Palabra de Dios a través de tus labios. Sus ángeles escuchan Su Palabra. Dios vela sobre Su Palabra para cumplirla (Jeremías 1:12). La Palabra de Dios es como un martillo. “¿No es mi palabra como fuego, dice el Señor, y como martillo que quebranta la piedra?” (Jeremías 23:29). Su Palabra es como una espada. Destruirá las obras del enemigo. La Palabra también traerá salud, fuerza y vida para ti o para aquellos sobre quienes estás declarando la Palabra de Dios.
Proverbios 4:22 dice lo siguiente sobre las palabras de Dios: “Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo”.
Una vez que recibes una revelación del poder de tus palabras y comienzas hablar de acuerdo con la Palabra de Dios, puedes cambiar tu vida, por completo y para siempre. Tú estás comiendo, caminando y viviendo del fruto de tus propios labios.
Responsable de palabras ociosas
¿Necesitas cambiar algunas de las palabras que estás hablando? ¿Alguna vez has usado estas frases?
* Seguro hasta la muerte
* Me muero por llegar allá
* Me temo que…
¿Queda alguna duda del por qué las personas están plagadas de miedo y muerte? Tú puedes estar pensando, pero esas son simplemente palabras ociosas. ¡Espera un minuto! Jesús dijo que rendiríamos cuentas de cada palabra ociosa que digamos:
Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mateo 12:36-37
Las palabras ociosas, al igual que las palabras llenas de fe, tienen un efecto y darán frutos. El enemigo ha sembrado palabras de muerte y miedo, tormento y opresión en el lenguaje de las personas, por lo que muchas personas están hablando constantemente de desastres, calamidades, tragedias y pesar. Sus bocas están tan acostumbradas a hablar negativamente que ellos ni siquiera piensan en esto. Sale de su corazón directamente a su boca, y como resultado, ellos caminan en los senderos que sus propias palabras han trazado.
El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
Mateo 12:35
Éste es un principio espiritual que funciona aunque lo entiendas o no.
Jesús venció al diablo con la Espada de la Palabra
El diablo entiende el poder de las palabras, porque cuando desafió a Jesús en Mateo capítulo 4, Jesús le lanzó encima la Palabra. Él no blandió una Biblia. Jesús simplemente tomó la espada, la puso en Su propia boca y habló: ESCRITO ESTÁ.
Démosle un vistazo a los versículos 1-11 de Mateo capítulo 4, para entender mejor el poder de las palabras de Jesús, las cuales derrotaron al diablo y sus tentaciones, haciéndolo correr. Recuerda, Jesús es nuestro ejemplo para derrotar al diablo y hacerlo huir.
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
La Palabra de Dios hablada a través de los labios de Jesús detuvo al diablo. La Palabra de Dios hablada a través de tus labios también lo detendrá.
La armadura de Dios está descrita en Efesios 6:10-18, y en esta lista se encuentra la “espada del Espíritu”, que es la Palabra de Dios. La Palabra de Dios hablada (rhema) es tu arma contra el enemigo. El diablo sabe y entiende eso.
El grado en el que declares la Palabra de Dios, será el grado en el que venzas al diablo. Mediante tus palabras, liberas las bendiciones de Dios y comienzas a caminar en la abundancia que Él tiene para ti. Muchas personas confiesan tragedias y accidentes. Ellos dicen que en algún lugar, un accidente está a punto de suceder (¡Yo nunca voy en el auto de alguien que dice esto!).
Reprogramándote con la Palabra de Dios
El poder de tus palabras es revelado a través de toda la Biblia. ¿Qué pasaría si cambiaras tu conversación para alinearla con la Palabra de Dios? ¿Qué pasaría si comenzaras a hablar como Jesús?
Este es el día que hizo el Señor. Me regocijaré y gozaré en Él. El Señor es mi pastor, nada me faltará. El Señor es mi refugio y mi fortaleza. Ningún mal me sobrevendrá y ninguna plaga tocará mi morada. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
¿Qué pasaría si programaras tu mente, tu corazón y tus labios con la Palabra de Dios? Lo que crees, piensas y hablas se realizará en tu vida.
¡Deja de declarar muerte!
Sharon y yo hemos sido testigos de muchas situaciones donde las personas reciben exactamente lo que han declarado: tragedias, problemas, calamidades. Estoy hablando de cristianos llenos del Espíritu.
Hay personas que oran y cantan una cosa en la iglesia, pero sus oraciones, canciones y palabras son totalmente opuestas cuando llegan a sus casas. Si tú tienes un torrente yendo en una dirección y otro torrente yendo en la dirección opuesta, ellos se niegan el uno al otro. Es doble mentalidad. Si vamos a cantar que tenemos la victoria, entonces declaremos la victoria cada día. Si tú cantas “Yo viviré y no moriré”, declara vida cada día. Si vamos a cantar que Dios siempre nos lleva al triunfo, entonces declaremos cada día: Dios siempre me da el triunfo.
Depende de ti y de mí tomar una decisión y dejar de proclamar muerte. “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos” (Proverbios 18:21). Estamos comiendo el fruto de nuestras palabras.
Recuerda, la semilla de tus palabras es plantada primero, luego viene la cosecha. Esto es verdad en finanzas tanto como en la confesión. La mayoría de las personas quiere primero la cosecha, para luego plantar la semilla. Algunas personas dicen “Bueno, en este momento no estoy viviendo en victoria, ¿cómo puedo decir que estoy caminando en victoria?” Tú tienes que plantar la semilla de la victoria primeramente con tus palabras.
Algunos podrían decir que no están viviendo en paz. ¿Cómo pueden decir que tienen la paz de Dios? Todo depende de si crees más en tus sentimientos que en la Palabra de Dios. Todo depende de si crees más en tus circunstancias que en la Palabra de Dios. Si tú crees más en lo que otros dicen acerca de ti que en lo que la Palabra de Dios dice, entonces seguirás declarando cosas malas y negativas, y las vivirás en tu vida.
La buena noticia es: si tú crees que la Palabra de Dios es más grande que las circunstancias, más grande que tus sentimientos, más grande que las opiniones y comentarios de otros, entonces puedes comenzar diciendo: yo soy redimido, yo soy bendecido, yo soy una nueva creación en Cristo Jesús. Todas las cosas en mi vida me ayudan a bien. ¡Gloria a Dios! ¡Permite que Dios sea exaltado y Sus enemigos sean esparcidos!
Puedes comenzar a declarar sobre tu hogar: las bendiciones de Dios habitan en este lugar. Tú creas la atmósfera de tu hogar con tus propias palabras. ¡El ambientador en aerosol no tiene autoridad sobre los demonios! ¡Una casa que está llena de pesimismo y contienda va a requerir más que ambientadores de fresa o brisa marina para sacarlos afuera!
Hoy es tu día para tomar una decisión: Voy a llenar mi corazón con la Palabra de Dios, voy a declarar Su Palabra y con ayuda del Espíritu Santo, ¡voy a alinear mis palabras y pensamientos con la espada del espíritu (la Palabra de Dios)!
Que todos noten que tu forma de hablar es diferente, que no seguimos la moda, la corriente o lo que se acostumbre hablar en el país, la región donde vivimos o a quienes tenemos a nuestro alrededor, si Jesús es nuestro mejor amigo, entonces terminaremos hablando como El y eso es lo que espera nuestro Padre Celestial, que nos parezcamos cada día mas a Él.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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