Hola mis amados:
Cuando nosotros necesitamos algo vamos a buscarlo, no importa hasta donde llegamos con tal de encontrarlo y así satisfacer esa necesidad, pero el Señor no necesita nada, Él es Suficiente, como es Dios todo lo puede, todo lo hace y es Poderoso, antes El sacia nuestras necesidades, pero lo que poseemos no le hace falta a El para nada, solo pide una cosa y espero que no se la niegues, porque desea hacerte Su hijo.
NO TENEMOS NADA QUE DIOS NECESITE.
En una ocasión el pastor Rogers afirmo: "Nosotros no tenemos nada que Dios necesite. Piense al respecto.
Si yo fuera rico y quisiera dar mis riquezas a Dios, no lo haría más rico. Él es el dueño de todo.
Si yo fuera sabio, y le diera mi sabiduría a Dios, no podría hacerle más sabio. Él es Omnisciente.
Si yo fuera poderoso, y diese mi poder a Dios, no podría hacerle más poderoso. Él es Omnipotente, Todopoderoso.
Dios quiere una sola cosa de sus hijos: nuestro corazón.
Si oramos a Dios sin haberle entregado nuestro corazón, nos estamos burlando de Él. Si predicamos sin haberle entregado nuestro corazón, estamos predicando en ignorancia."
Dios te está diciendo hoy: "Dame tu corazón." ¿Cómo responderás?
Lea Lucas 9:23-27.
¿Qué es lo que te detiene para que rindas tu vida completamente a Él?
Y Dios no nos pide el corazón porque Él lo necesita, es porque nuestro corazón lo necesita a Él.
El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de Mí, la hallará" (Mateo 10:39).
LA SABIDURIA EN EL OTOÑO
No es viejo aquel que pierde su cabello o su última muela, sino su última esperanza.
No es viejo, el que lleva en su corazón el amor siempre ardiente.
No es viejo el que mantiene su fe en sí mismo, el que vive sanamente alegre, convencido de que para el corazón puro no hay edad.
El cuerpo envejece, pero no la actividad creadora del espíritu.
Para el profano la ancianidad es invierno; para el sabio es la estación de la cosecha. El crepúsculo de la vida trae consigo su propia lámpara. Hay una primavera que no vuelve jamás y otra que es eterna; la primera es la juventud del cuerpo, la segunda es la juventud del alma.
Cuando una noble vida ha preparado la vejez, no es la decadencia lo que ésta recuerda: son los primeros destellos de la inmortalidad. Es estupendo ver un viejo que asume la segunda parte de su vida con tanto coraje e ilusión como la primera.
Para ello tendrá que empezar por aceptar que el sol del atardecer es tan importante como el del amanecer y el mediodía, aunque su calor sea muy distinto.
El sol no se avergüenza de ponerse, no siente nostalgia de su brillo matutino, no piensa que las horas del día lo están echando del cielo.
No se experimenta menos luminoso ni hermoso por comprobar que el ocaso se aproxima, no cree que su resolana sobre los edificios sea menos importante o necesaria
Cada hora tiene su gozo.
El sol lo sabe y cumple hora a hora su tarea.
¡Ah... si todos los ancianos entendieran que su sonrisa sobre los hombres puede ser tan hermosa y fecunda como ese último rayo de sol antes de ponerse!
*** desconozco su autor ***
Si tu estas en la edad madura debes sentirte privilegiado, porque ya has dado fruto, eres más sabio, has aprendido más y eso lo puedes trasmitir a los que comienzan, tenemos una labor maravillosa para llevar a cabo, porque para los jóvenes la vida tiene un color y piensan que siempre será así, pero con los años y la experiencia es que podemos darles a conocer los secretos para que vivan de una manera que les satisfaga, así que disfruta, goza y da de lo que tienes en tu corazón, porque el Señor hasta aquí te ha ayudado y te seguirá sosteniendo porque te ama.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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