Hola mis amados:
A veces se nos olvida que estamos de paso, que somos peregrinos y extranjeros en este mundo, que hoy estamos acá y mañana puede que no, por eso debemos vivir cada día como si fuera el ultimo, que seamos sabios en esto y tratar de tapar el sol con un dedo, puesto que solo Dios sabe cuándo partimos de acá, por eso que todo lo que hagamos sea para que el Señor se agrade de ver que hacemos lo que nos corresponde como Sus hijos y que cuando lleguemos ante El nos reciba como obreros aprobados.
UN MOMENTO
En los años ’80 el cantante español Julio Iglesias popularizó la canción “Me Olvidé de Vivir”, que en dos de sus estrofas decía:
“De tanto correr por la vida sin freno,
Me olvidé que la vida se vive un momento,
De tanto querer ser en todo el primero,
Me olvidé de vivir los detalles pequeños.
“De tanto ocultar la verdad con mentiras,
Me engañé sin saber que era yo quien perdía,
De tanto esperar, yo que nunca ofrecía,
Hoy me toca llorar, yo que siempre reía.
“Me olvidé de vivir, me olvidé de vivir”.
Es cierto: los conflictos se suceden día tras día. Problemas en el trabajo, problemas en el hogar, problemas entre amigos, problemas a nivel social, y problemas que son problemas porque sí. Nadie está libre de la problemática actual.
Si bien la tecnología y los nuevos métodos de organización nos han facilitado muchas labores, la discordia entre los seres humanos es más notoria que nunca.
En todo esto, uno de los errores más graves es intentar ocultar nuestros problemas debajo de la “alfombra”, pues tarde o temprano nos tropezaremos con un “montículo” de insatisfacción espiritual que sobresaldrá en la superficie de nuestras vidas.
Lamentablemente - por cobardía o comodidad - así vive gran parte de nuestra sociedad.
Sin embargo, la perspectiva de un nuevo fin de semana implica una oportunidad para la reflexión personal. Para una considerable mayoría de personas constituye un espacio único para descansar y recuperar fuerzas. Pero además de esto – que no es poca cosa - puede ser el momento para incorporar un valor añadido: la posibilidad de reconsiderar nuestra vida a la luz de la propia historia personal y los hechos que demandan decisión.
En su plegaria a Dios, Moisés – libertador del pueblo judío – exclamó: “Enséñanos a pensar cómo vivir para que nuestra mente se llene de sabiduría”. Salmos 90.12 (TLA)
CRISTIAN FRANCO
AMADOS, PERO PERDIDOS
Es probable que la más apreciada y consoladora de todas las características de Dios, sea Su amor. Pero el hecho de que Él nos ama, no significa nuestra salvación eterna, ya que podemos estar separados de El por nuestra condición perdida.
Debido a que el Padre ama tanto a la humanidad, hizo provisión para rescatarnos de nuestro estado de separación de Él. Esta oferta de salvación es para todo el mundo, pero la persona tiene que aceptarla para poder beneficiarse de ella. Por la muerte de Cristo a nuestro favor, el Señor nos abrió la puerta para ser salvos, pero El no obliga a nadie a entrar.
Imagine que usted ha caído en un rio impetuoso, y que está a punto de ahogarse. Yo me lanzo a salvarlo, pero usted rechaza mi ayuda. ¿Lo salvo el hecho de que yo haya saltado? No. Usted no acepto mi ofrecimiento de rescate. De la misma manera, Dios hizo toda provisión para su salvación, pero a usted le toca responder a Su oferta.
Así como el nadador extiende una mano para aceptar el rescate, cada uno de nosotros debe extender la mano por fe, creyendo que Jesús murió por nosotros. Aceptar su perdón por nuestros pecados no es solo una creencia intelectual. El hombre que esta ahogándose no se salvará si simplemente sabe que otro nadador puede salvarlo. Tiene que poner su vida en las manos del socorrista y depender totalmente de él.
Confiar simplemente en que el amor de Dios le salvara a usted, no es suficiente. Nuestro Padre celestial desea que todos sean salvos, pero muchos siguen perdidos por no aceptar Su oferta. La decisión depende de usted. Elija creer en Cristo, y rinda su vida a Aquel que quiere y puede salvarle.
Si tú no has recibido la salvación al aceptar a Cristo el Señor en tu corazón, es hora de que lo hagas, pues no sabes cuándo se acabaran los días de tu vida en este mundo, El no obliga a nadie a que lo acepte, pero la invitación está vigente mientras tengas vida, solo depende de que tu voluntariamente lo hagas y puedas así disfrutar de Sus promesas que son Fieles y Verdaderas y de que inunde tu vida con el más perfecto y puro amor que nadie más que Él puede sentir por ti, pues murió en tu lugar y esa es la mayor prueba de ello, anímate y ven a El que te espera con los brazos abiertos.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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