Hola mis amados:
A cada persona en la tierra Dios la ha traído con un propósito, para hacer algo específico, por esa razón debemos buscar Su voluntad para poder llevar a cabo esta tarea perseverando en todo momento, no mirando lo que nos rodea sino creyéndole a El que está a nuestro lado para asistirnos, El mismo es ejemplo de que aun sabiendo lo que iba a padecer, no desmayo sino que avanzo obediente hasta la muerte y muerte de Cruz, que le imitemos en todo para que El reciba toda Gloria.
PERSEVERAR
Filipenses 1.6
Nadie está exento de enfrentar obstáculos. Aun cuando éramos unos bebés, todos tuvimos que superar la falta de equilibrio y de fuerzas para estar de pie y dar ese primer paso. Y el aprender a poner un pie delante del otro implicó algunas caídas. Pero para poder caminar bien, teníamos que levantarnos e intentarlo de nuevo.
Piense en las dificultades que enfrentó el Señor cuando seguía adelante con su objetivo de salvar a la humanidad: Jesús fue ridiculizado, rechazado y malinterpretado. Sin embargo, Lucas 9.51 aclara su meta: “Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén”. El Señor, sabiendo que sería condenado a muerte en esa ciudad, no dejó que nada le impidiera ir allá.
Hay varias cosas que podemos hacer para tener esta actitud. Lo más importante es fijarnos metas bajo la dirección de Dios: metas desafiantes que exijan lo mejor de nosotros y que requieran Su ayuda. Luego, el desarrollar una pasión por hacer realidad el objetivo nos llevará con toda probabilidad al logro del resultado deseado.
Además, debemos negarnos a dar oídos a las críticas; debemos, más bien, rodearnos de personas que nos alienten. Algunas cosas que hagamos pueden fallar, pero debemos sacar una lección personal de cada derrota. Por último, debemos creer que podemos alcanzar la meta, y luego confiar en que Dios nos dará el poder para hacerlo.
El éxito según la Biblia significa dos cosas: lograr lo que el Señor nos llama a hacer, y convertirnos en las personas que Él quiere que seamos. Busque con ahínco los propósitos específicos que Él tiene para su vida. Perseverar en medio de los obstáculos será una aventura que desarrollará su fe y que le enseñará a depender del Padre celestial.
"TRES CUALIDADES QUE NECESITAMOS CON URGENCIA."
El texto de 1 Crónicas 12.32 nos habla de los hijos de Isacar. Estos eran “entendidos en los tiempos, que sabían lo que Israel debía hacer, y cuyo dichos seguían todos sus hermanos”.
Sugiero que hay aquí tres características por las que debemos pedir a Dios. La iglesia lo necesita, la sociedad lo espera.
Entender
Necesitamos entender el tiempo en que vivimos. Es urgente poner atención a lo que la Palabra y el Espíritu dicen a la iglesia en esta hora.
Nuestros países latinoamericanos necesitan hombres, mujeres, pastores, con la capacidad de comprender el contexto, el compromiso de ir a la Palabra para encontrar respuestas y el desafío de regresar “afuera” para comunicarlas en palabras y en hechos, con razón y sentimiento, con verdad y compasión.
Tenemos una palabra que dar, un rol específico para desempeñar. Dios nos tiene en este lugar y en este tiempo con un propósito. Hemos de pedir el don del discernimiento para ver lo que no se ve, para comprender la realidad tal como es y no caer presos de la propaganda oficial o el interés de un grupo económico o político determinado.
Actuar
No es solamente cuestión de quedarse en la protesta o en el análisis, hemos de ir por más. Necesitamos la guía de Dios para encontrar estrategias, pasos y medios para llevar a cabo lo que Él nos muestre.
Dios no lo hará por nosotros, es nuestra responsabilidad. Esto requerirá sacudirnos de una actitud pasiva que espera que las cosas sucedan solas. También de un pesimismo anticristiano que sostiene que nada puede cambiarse pues todo marcha a la destrucción. No es suficiente saber qué hacer, tenemos que hacerlo y pronto.
Influir
Estas personas tenían influencia sobre otros. Su liderazgo no estaba basado en criterios humanos de cantidad, fama, poder, posesiones, etc. Nótese que era un grupo pequeño en comparación con otros mencionados en este capítulo.
Su influencia estaba dada por su capacidad de entender los tiempos y de saber trazar un plan de acción viable.
Esa fusión entre visión y acción sería altamente atractiva y convocaría a muchos otros para sumarse. Es la cooperación, la unión con otros, que nos permitirá realizar lo que Dios espera de nosotros.
Pidamos que “Dios abra los ojos de nuestro entendimiento” y que tengamos capacidad de comprender, de analizar, de reflexionar en nuestro tiempo y nuestro contexto.
Pidamos a Dios que nos permita saber lo que debemos hacer.
¡Que nos de creatividad para encontrar nuevas respuestas a los viejos problemas!
Pidamos a Dios que podamos influir a otros para unirse al obrar de Dios.
Daniel Bianchi
Que mensaje más especial, necesitamos aplicar este conocimiento a nuestras vidas para que en este siglo malo donde aumenta cada día la violencia, la intolerancia, la falta de amor, de comprensión y tantas otras cosas que se han perdido, podamos nosotros ser influencia para muchos que no entienden este tiempo del fin, hay que salir de la comodidad, del conformismo y marcar la época siguiendo los pasos de Jesús y de aquellos hombres y mujeres de fe que hicieron lo que les correspondía a pesar de que esto les llevara a la muerte, pero con la conciencia tranquila de que hicieron lo correcto y lo que Glorificaba el nombre del Señor.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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