Hola mis amados:
Acá nos cuentan de dos clases de personas que con ellas nos toparemos a lo largo de la vida, tengamos claro como debe ser nuestro comportamiento y a cuales elegimos, porque depende de eso que nuestra vida sea una bendición para los demás o que reneguemos de ella por lo que resulta, solo de nosotros depende y es por eso que debes leer detenidamente y entonces proceder de la manera correcta.
DOS CLASES DE PERSONAS
En la vida hay dos clases de personas....a cuál perteneces?
Los que pasan la vida soñando y los que dan vida a sus sueños.
Los que sueñan con logros y los que logran sus sueños.
Los que siguen las huellas y los que las dejaron. Los que ven para poder creer y los que creen antes de ver.
Los que te pisan al subir y los que suben a ayudar.
Los que te dan confianza y los que te la quitan.
Los que dan sin pedir a cambio y los que te piden el cambio.
Los que escogen una de dos y los que toman las dos.
Los que se asoman por la ventana y los que se salen por ella.
Los que hacen, se reproducen y mueren y los que nacen, producen y nunca mueren.
Están en la vida los que siguen el camino y terminan perdiéndose y los que abren el camino y porque han decidido seguir a Jesús quien es el verdadero camino. A estos últimos nada ni nadie, los hace retroceder. Decide hoy los del segundo grupo y verás un cambio total en tu vida.
Dios bendice a quienes no siguen malos consejos ni andan en malas compañías ni se juntan con los que se burlan de Dios.
Dios bendice a quienes aman su palabra y alegres la estudian día y noche.
Son como árboles sembrados junto a los arroyos: llegado el momento, dan mucho fruto y no se marchitan sus hojas. ¡Todo lo que hacen les sale bien!
Con los malvados no pasa lo mismo; ¡son como el polvo que se lleva el viento!
Cuando sean juzgados, nada los salvará; ¡esos pecadores no tendrán parte en la reunión de los buenos! En verdad, Dios cuida a los buenos, pero los malvados se encaminan al fracaso. Salmo 1
YO APRENDÍ
Yo aprendí
Que no puedo exigir el amor de nadie. Apenas puedo dar buenas razones para que gusten de mí, y tener paciencia para que la vida haga el resto;
Que a pesar de que ciertas cosas puedan ser importantes para mí, hay personas a quienes no le interesan, y jamás conseguiré convencerlas;
Que puedo pasar años construyendo una verdad, y destruirla en apenas unos segundos.
Yo aprendí
Que puedo usar mi seducción durante unos quince minutos, pasados los cuales tengo que saber de qué estoy hablando;
Que puedo hacer algo en un minuto y tener que responder por ello el resto de mi vida;
Que por más que corte un pan en rebanadas, este pan continuará teniendo dos caras, lo mismo se aplica para todo lo que cortamos de nuestro camino.
Yo aprendí
Que tardaré mucho en transformarme en la persona que quiero ser, y debo tener paciencia;
Que puedo traspasar los límites que yo mismo me coloqué;
Que tengo que escoger entre controlar mi pensamiento o ser controlado por él.
Yo aprendí
Que los héroes son personas que hacen lo que creen que deben hacer en un determinado momento, independientemente del miedo que sientan;
Que perdonar exige mucha práctica;
Que hay mucha gente que me aprecia pero que no consigue expresarlo.
Yo aprendí
Que en los momentos más difíciles, la ayuda vino justamente de aquella persona que yo pensaba que iba a intentar perjudicarme;
Que puedo estar furioso, pues tengo el derecho de irritarme, pero no tengo el derecho a ser cruel;
Que jamás puedo decir a un niño que sus sueños son imposibles. Será una tragedia para el mundo si consigo convencerlo de eso.
Yo aprendí
Que mi mejor amigo me hará daño de vez en cuando, y tengo que acostumbrarme a ello;
Que no es suficiente ser perdonado por los otros; tengo que perdonarme yo primero;
Que no importa cuánto esté sufriendo mi corazón, el mundo no se detendrá por causa de eso.
Yo aprendí
Que las circunstancias de mi infancia son responsables por lo que soy, pero no por los caminos que elegí siendo adulto;
Que en una pelea, tengo que decidir de qué lado estoy, aun cuando no quiera verme envuelto en ella;
Que cuando dos personas discuten no quiere decir que se odien. Y cuando dos personas no discuten no significa que se amen.
Yo aprendí
Que por más que quiera proteger a mis hijos ellos sufrirán y yo también sufriré, pues eso forma parte de la vida;
Que mi existencia puede cambiar para siempre en pocas horas por causa de personas desconocidas;
Que los diplomas en la pared no me hacen ni más respetable ni más sabio.
Yo aprendí
Que la palabra "amor" pierde su sentido cuando es usada sin criterio;
Que ciertas personas se van para siempre pase lo que pase;
Que es difícil trazar una línea entre ser amable, no herir a las personas, y saber luchar por las cosas en las que creo.
Autor Desconocido
La vida en definitiva es una escuela a través de la cual aprendemos cada día, si reconocemos que no todo lo sabemos, es ahí cuando notamos que eso no lo conocíamos y nos enriquece, nos aporta para corregir y seguir adelante con alegría, que bueno es aprender y más cuando tenemos al mejor Maestro que es Jesús, cada día vayamos a Su Presencia y Él nos enseña todo lo que podremos necesitar, así nuestra disposición y recepción ante los demás estará abierta siempre.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA