Hola mis amados:
Hoy en día se ve poco sonreír a las personas, parece que las abruma el afán y ansiedad de lograr las metas, de llegar pronto a casa o laborar y no hay tiempo para ser felices, a veces se confunde la alegría con fiestas o celebraciones, pero esta debe permanecer en el corazón del hombre, porque si somos agradecidos con el Señor, le alabamos, la manifestamos la gratitud por darnos cada día que despertamos, si sabemos que se mantiene a nuestro lado porque no hay nadie como El de Fiel, eso hace que sigamos con gozo y que lo reflejemos, que a quien nos encontremos le regalemos siempre una sonrisa.
QUIENES VIVEN MAS
Estudios de la Universidad de Texas sugieren que personas “con actitudes positivas” envejecen más despacio que los pesimistas.
Un equipo de investigadores que estudió 1.558 personas mayores ha relatado que las más alegres eran justo las menos frágiles.
Los estudios consideraban que emociones positivas pueden afectar directamente la salud, alterando el equilibrio físico del cuerpo.
En su último libro, “Exuberancia: La Pasión Por La Vida”, Kay R. Jamison celebra el “regalo de la exuberancia”, en la cual describe cómo la fuerza propulsora de la creatividad, liderazgo y de la propia supervivencia.
“La exuberancia nos lleva a pensar y actuar de forma ligeramente distinta de la usual, y nos lleva a correr riesgos, tolerar sufrimientos y reveses, los cuales seríamos incapaces de afrontar”, escribe Jamison.
“Ella nos posibilita, o nos regala, optimismo para creer en el futuro y en las posibilidades e importancia de aquello lo que somos y de lo que hacemos; nos obliga a penetrar en la grande arena de la vida.”
Entonces para que perder minutos preciosos en la vida, dejando de ser alegres. De por si, que la vida es corta... entonces vivamos con alegría y recordemos que la única fuente de la verdadera alegría es el Señor. Nos volvemos a Él y la vida tendrá otro matiz.
Y en el día de vuestra alegría, y en vuestras solemnidades, y en los principios de vuestros meses, tocaréis las trompetas sobre vuestros holocaustos, y sobre los sacrificios de paz, y os serán por memoria delante de vuestro Dios. Yo El Señor vuestro Dios. Números 10:10
Alabanza y magnificencia delante de Él; Poder y alegría en Su morada. 1 Crónicas 16:27
Y no podía distinguir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro; porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos. Esdras 3:13
VIVIR AMABLEMENTE
Incluso un pequeño acto de amabilidad, puede generar un gran impacto.
Porque la amabilidad, una vez ofrecida, cobra vida propia.
Hasta un pequeño acto de amabilidad puede llegar lejos, muy lejos.
Porque se multiplica a medida que el tiempo pasa.
¿Quieres transformar rápida y profundamente tu vida, para mejor?
La amabilidad es una poderosa manera de hacerlo.
No, no toda amabilidad que ofrezcas será valorada de inmediato, o reconocida o replicada.
Sin embargo, la amabilidad genuina es imposible de negar y aun cuando parezca que nada logra, realmente genera un impacto.
De hecho, cuanto menos efectiva pueda parecer la amabilidad en un principio, durante más tiempo y más profundamente se sentirá su fuerza.
Porque de una u otra manera, la amabilidad siempre marca una diferencia.
Vive con amabilidad y vivirás con fortaleza, con confianza, con efectividad verdadera.
Vive amablemente y harás de tu mundo un mejor lugar para vivir.
Gabriel Sandler
Otro cosa importantísima que se ha perdido es la amabilidad, si lo fuéramos tendríamos una sociedad tolerante, sin violencia, sin egoísmo y más felices, de nosotros depende que el entorno donde nos movemos sea diferente, porque si vamos sembrando amabilidad, pues cosecharemos eso mismo, sin hacer acepción de personas, todas ellas merecen un saludo, un abrazo, un apretón de manos, ser correctas y brindarles el apoyo que necesiten, esto hará que el mundo sea más amable.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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