Hoy voy a hablar de un gran hombre que vive en La Chorrera para proteger su identidad le llamaremos Sr. José. Yo lo veo a menudo por el Supermercado, en la calle, en todos lados siempre me llamó la atención porque la gente lo aprecia, saluda a medio mundo, utiliza una postura derecha, digna y siempre anda con una sonrisa de oreja a oreja. Tiene alrededor de 65 años a lo sumo. Un día de estos me lo encontré cara a cara observando el pizarrón de los anuncios del supermercado. Y le pregunté "Disculpe ¿le puedo hacer una pregunta?

y me respondió "dígame con mucho gusto"...¿Realmente usted es igual de positivo y alegre tanto fuera y dentro de su casa o solamente afuera?...me dijo "Siempre soy así, aún cuando he sido diagnosticado con cáncer terminal en el esófago, estuve hace meses muy grave en el Hospital Oncológico, y no tengo porque deprimirme". "Tengo una relación con Dios muy buena y sé que algún día tendré que irme pero eso no me quita mi alegría".

Muchos años atrás se me pidió ayudar a un médico que había sido diagnosticado con cáncer en el pulmón. Las enfermeras comentaban que él era un médico muy jocoso, super alegre, su optimismo contagiaba, pero cuando se le declaró el cáncer ocurrió lo contrario estaba terriblemente depresivo y se aisló de todo su mundo que lo rodeaba anteriormente.

Igualmente me han mencionado algunas personas que han sobrevivido al cáncer, que fueron terriblemente diagnósticadas de la manera más brutal comunicándoles inclusive hasta el tiempo de vida que les quedaba. Una señora mayor me comentó "DraCaroline fíjese que el médico que me diagnostico con cáncer me dijo "usted tiene cáncer y tiene pocos meses para morir". ¿Sabe lo que hice? le respondí "usted no es Dios así que váyase para el carajo". Cambié con un médico compasivo y alentador y ya han pasado de eso 10 añós.

En todos mis años de experiencia me he dado cuenta de la necesidad de que los médicos y los pacientes tengan una buena relación. El médico necesita abrazar a su paciente porque lo necesita para no deshumanizarse, el paciente también quiere el abrazo del médico es su aliado en su recuperación.

Los pacientes excepcionales manifiestan su deseo de vivir en todas sus formas. Se hacen cargo de sus vidas como nunca antes, trabajan duro para lograr salud y paz mental. No se dejan en manos por completo de sus médicos para tomar la iniciativa sino que los utilizan como un grupo, esperando y pidiendo lo mejor en técnicas, recursos, inquietud y mente abierta. Si no están satisfechos, cambian de médico.

Sin embargo, los pacientes excepcionales son también amorosos, y entienden las dificultades que les notan en los rostros de los médicos. En la mayoría de los casos, mi consejo para un paciente insatisfecho es darle al médico un abrazito.

Con Dios, Jesús, María y José, Padre Pio, los Santos y los Angeles del Cielo nada es imposible

Un abrazo a toda mi querídisima audiencia, sigan enviando sus mensajes a dracaroline@dracaroline.com que con mucho cariño y respeto orientare