La madre narcisista secretamente mala no quiere que otros sepan que tan abusiva es con sus hijos. Generalmente muestra un yo público y un yo privado, lo cual es bastante diferente. Las hijas de una madre secretamente mala describen a sus madres como amables, amorosas y atentas cuando están en público pero abusivas y crueles cuando están en casa. No es difícil sentir un resentimiento significativo hacia la madre por esto, especialmente si ella ha engañado a mucha gente fuera de la familia. Si tu tienes esta madre, sabes que tan terrible se siente este comportamiento tan inconsistente. En la iglesia tu madre te tiene abrazada y te brinda chicle de su cartera con una sonrisa amable. En casa, cuando le pides un chicle, o quieres abrazarla, te da una bofetada y te maldice. Esta clase de madre es capaz de anunciar en público "Estoy tan orgullosa de mi hija. No es ella hermosa?" y después en casa dice "Deberías bajar de peso, tu cabello es horrible, y te vistes como una prostituta". Estos mesajes tan opuestos e impredecibles son una verdadera locura.

La conducta de la madre de Robin la confundía. "De niña adoraba a mi madre y sentía que ella estaba a mi lado, pero cuando mi hermano y yo llegamos a la pubertad, empezó a decirnos la clase de porquería de hijos que tenía. Ella decía "Nunca tengan hijos". La madre de Robin le contaba historias de como ella trató de abortar a Robin al tratar de tirarse por las escaleras y tomar ciertas drogas. "Ella probablemente abortaría a mi hermano", Robin me comentó, "pero mi padre estaba listo para irse a la guerra, y en aquéllos días si tu estabas embarazada ellos no se llevaban a su esposo". Ya que su madre había tenido tres abortos y una pérdida, ella llamo a Robin y su hermano "sus nacimientos vivientes". "Lo que era tan raro, es que en frente de otros, ella siempre hablaba de como amaba a sus hijos y que trato muy duro de tenerlos y el milagro que representaban sus hijos para ella. ¿Mm?


Helena cuenta que ella se fue de su casa tempranamente se caso con un hombre que a su madre no le gustaba. "Un día fuí a visitarla, cuidaba a una anciana del vecindario y empezó a hablar mal de ella en su propia casa. Decía "Es una señora muy perezosa se mueve lentamente y eso me molesta" cuando la escuché decir esto me recordó a mi infancia cuando mi madre mostraba un rostro dulce y un lado obscuro. Sé que después de hablar mal de la anciana seguirá hablando de mi esposo y de mi".

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Con Jesús y María
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