A menudo la razón de que uno o ambos compañeros en una relación rehusen disculparse es porque sienten que ellos de alguna manera están desprendiendose del poder. Ambas parejas sienten miedo, se sienten heridos y enojados, pero nadie quiere tomar el primer paso en la reconciliación movidos por el miedo de perder terreno. Se convierte en un callejón sin salida.

¿Cómo es que se puede romper este empate? Ya que en esta sociedad las mujeres aún tienden a sentirse cómodas con sus sentimientos que los hombres, las mujeres probablemente tengan que hacer la primera movida, por lo menos al principio.

Es importante entender y recordar que si un hombre se siente atacado va a sentirse vulnerable, y por eso es que no es tan fácil admitir que él está equivocado. Pregúntate si tu voz o postura pareciera que va a atacar. Si es así, piensa la manera de acercarte a tu pareja de una manera que no sea amenazante. Una forma de hacerlo es hablar de ti mismo tal como, "Me siento herida cuando fuiste tan insensible con mis necesidades", en lugar de decir, "Te has portado como un perfecto imbécil".

Si tu pareja se siente suficientemente tranquilo, trata de explicarle porque te sientes herida, nuevamente sin atacarlo o atacarla. Por ejemplo, trata de decir, "Me duele cuando me dices que soy una irracional". Fue un golpe bajo, y solo porque no estuve de acuerdo contigo, no significa que soy una irracional".

Recuerdan una vez que les conte de mi amiga cuando su esposo le dijo que se parecia a su madre? En lugar de decirle como ella se sentía, lo atacó: "Cuando me dices que me parezco a mi madre, es una broma. Tu eres el que tiene problemas con tu madre, idiota".

Esto amigas y amigos enciende a la mera gasolina con tal fuego que la pelea se revive una vez más. Ella me dijo que lo había atacado porque el mayor temor que tiene ella es parecerse a su madre. "Tengo miedo de contarle algo de mí en el futuro para que despúes venga a restregarmelo".

Le sugerí que se disculpara con él por atacarlo y después le dijera exactamente como se sentía- como este comentario sobre su mamá la hizo sentir tan dolida y temerosa. La siguiente vez que la ví me comentó que estaba impresionada como esto había funcionado.
"No puedo ni creerlo. Después de que termine diciéndole lo que sentía, le me dijo "No sabía que eras tan sensible a tu mamá. Ahora puedo ver porque ese comentario te puso tan enojada. No te preocupes, no diré nada como eso nuevamente".

Por supuesto, pedirles a las mujeres que TOMEN el primer paso es como colocarles la carga en sus espaldas. Los hombres necesitan asumir responsabilidad en trabajar para manejar esa resistencia a disculparse y poner a un lado ese orgullo por el bien de la relación. Esto, por supuesto, es difícil al principio por estar tantos años condicionados a hacerlo de esa manera.