Hola mis amados:
El aire es algo que inhalamos y exhalamos sin darnos cuenta, desde que nacemos empezamos con esto y van pasando los días, las semanas, los meses y los años y si contaramos las veces que recurrimos a esto nos aterraríamos, pero nos acostumbramos y no le damos el valor que esto representa para nosotros, si esto lo hace un elemento cuando mas a nuestro espíritu le hara falta el contacto, la unión y la integración con el Espiritu de Dios, por algo el Señor nos coloco un espíritu dentro de nosotros, también debe alimentarse ese espíritu como lo hacemos con el cuerpo, por eso pensemos lo indispensable que es y que no dejemos que nada rompa la relación entre Dios y nosotros.
COMO EL AIRE
Un Joven fue donde su maestro y le dijo: "Maestro, quiero encontrar a Dios". El maestro, sonríe. Y como hacía mucho calor, invitó al joven a acompañarlo a darse un baño en el río. El joven se zambulló, y el maestro hizo otro tanto. Después lo alcanzó y lo agarró, teniéndolo por la fuerza debajo del agua.
El joven se debatió por algunos instantes hasta que el maestro lo dejó volver a la superficie. Después le pregunta qué cosa había deseado más mientras estaba debajo del agua.
"El aire", respondió el muchacho.
Muchas veces olvidamos que tenemos el aire y cuanto dependemos de él hasta que nos hace falta.
Es igual con Dios, gran cantidad de personas simplemente ignoran su necesidad y hasta su existencia hasta que se ven con el "agua hasta la cabeza"
Por eso te pregunto, así como deseabas el aire cuando estabas bajo el agua,"¿Deseas a Dios de la misma manera?”, "Si lo deseas así, lo encontrarás. Pero si no tienes esta sed ardiente, de nada te servirán tus esfuerzos y tus libros. No podrás encontrar a Dios, si no lo deseas como el aire para respirar”.
Hechos 17:28
28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos;
Salmos 84:2
Anhela mi alma y aún ardientemente desea los atrios del Señor; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Salmos 63:1
Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,
RECUERDA LO QUE DIOS HIZO POR TI
Aunque Dios nunca hubiera hecho algo por ti, aun así merecería tu continua alabanza por el resto de tu vida por lo que Jesús hizo en la cruz. ¡El Hijo de Dios murió por ti! Ese es el motivo más importante de la adoración.
Por desgracia, olvidamos la crueldad del sacrificio y la agonía que Dios sufrió en nuestro lugar. La familiaridad genera complacencia.
Incluso antes de su crucifixión, al Hijo de Dios lo desnudaron y lo golpearon hasta dejarlo irreconocible, lo azotaron, lo insultaron y se burlaron de Él, le pusieron una corona de espinas y lo escupieron con desprecio. Hombres crueles abusaron de Jesús y lo ridiculizaron, lo trataron peor que a un animal.
Después de estar casi inconsciente por las hemorragias, lo obligaron a cargar una pesada cruz por un camino ascendente, lo clavaron en la cruz y lo dejaron morir lentamente, en una atroz muerte por crucifixión. Mientras se desangraba, tuvo que escuchar las burlas y los insultos del gentío que se divertía viendo su dolor, desafiando su afirmación de ser Dios.
Además, mientras el Señor cargaba todo el pecado y la culpa de la humanidad sobre su persona, Dios miró a otro lado y Jesús exclamó: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? " Él pudo haberse salvado a sí mismo, pero entonces no habría podido salvarte a ti.
No hay palabras que puedan explicar la oscuridad de ese momento. ¿Por qué Dios permitió y toleró ese maltrato tan espantoso y malvado? ¿Por qué? Para que no tuvieras que pasar la eternidad en el infierno, y para que pudieras estar en Su gloria para siempre.
La Biblia dice: "Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en Él recibiéramos la justicia de Dios", 2 Corintios 5:21.
Jesús dio todo de sí para que tuvieras todo. Murió para que pudieras vivir para siempre. Eso por sí solo ya es suficiente para merecer tu gratitud y alabanza continua. Nunca más te preguntes qué motivos tienes para agradecer a Dios.
Cuando recordamos de donde nos saco el Señor es ahí que le damos valor a la salvación, ver lo que eramos antes, lo que hacíamos, lo que pensábamos y lo que ofendía tanto a nuestro Salvador, por eso El espera que nuestra adoracion sea superior a la de los angeles, ellos no han sido redimidos y nosotros si, El entonces merece la adoracion mas Sublime porque nadie fuera de Jesus es el Redentor de la humanidad, pago un alto precio para que nosotros disfrutaramos de esa vida abundante, de Sus promesas y recibiéramos las bendiciones que tiene reservadas para con cada uno.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.