Hola mis amados:
La intimidad es algo que a toda persona le agrada, por eso tiene su propio cuarto, oficina o simplemente el hecho de estar solo es muy agradable, pero pensemos que a Dios también le gusta que le busquemos en esa intimidad, sin que nadie nos perturbe o moleste, que podamos tener la libertad de decirle lo que sentimos, pensamos o nos sucede, El como nuestro Padre Celestial anhela que tengamos esta comunión cada dia con El y que busquemos el momento adecuado en el dia para que se afiance nuestra relación.
CIERRA LA PUERTA SI QUIERES HABLAR CON DIOS Por: Danilo Montero
Durante mi viaje a Costa Rica me llevé un pequeño libro que encontré en mi bodega mientras buscaba otra cosa.
Su autor, Bob Sorge, atrapó mi atención hace mas de 6 años por primera vez. Lo escuché compartir sobre el tema de la lealtad y las decisiones que tomé en aquel momento le dieron un giro muy importante a mi vida.
El libro se llama: Secretos del lugar secreto. El señor Sorge ha pasado los últimos años de su vida dedicado a la oración y contemplación, parte movido por una tragedia personal que lo dejó prácticamente sin voz y parte, movido por una sed espiritual que se acrecienta cada día. Aparte, Bob ha estado apartado los últimos dos años en un sabático que le alejó de las pocas conferencias en que enseñaba. Su quebrantada voz le permite hablar por un máximo de 40 minutos y con mucho dolor.
Dicho todo esto, me parece que lo que tenga que decir ha de ser digno de ser escuchado.
Su reflexión sobre Mateo 6:6 no presenta nada nuevo. Eso es lo más interesante.
Te explico...
La pregunta que Bob Sorge hace al inicio del capítulo 2 me es demasiado común y sospecho que para ti también lo es: Luchas frecuentemente con el sentimiento de sentirte desconectado de Dios?
Se podría escuchar un coro de gente gritando: SIIIIIII! Es en este momento que la gente tomaría un lápiz y aguantaría la respiración con tal de no perder de un solo sonido que venga de la boca del especialista que imparte un seminario. El secreto está a punto de ser vocalizado. Solo que el secreto no es tan secreto. Jesús lo ha gritado desde hace mucho. Hablo de una práctica piadosa que nos ayuda a lidiar con esa terrible sensación de lejanía y desconexión con que los mortales luchamos cuando se trata de orar.
Vamos al grano.
"pero tu, cuando ores, ve a tu cuarto y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto y tu Padre que ve en lo secreto..."
"El lugar secreto es el portal al trono" eso dice Bob. Y es que si creemos lo que Jesús dijo tendremos que considerar que tenemos aquí una clave para la intimidad con Dios. Es buscarlo en lo secreto. La oración personal cuando se da a solas es la antesala para conocer al Padre Celestial que se revela a quienes lo buscan en ese contexto.
He acostumbrado orar en todo lugar desde hace años. El ministerio itinerante me obliga a eso. Horarios distintos para dormir y comer. Nada es rutinario, gente distinta, atrasos en los vuelos o entrevistas no planificadas. Así es mi vida. Hace rato no puedo escoger mi hora favorita del día (la caída del sol) en mi rincón favorito (eso es para mi) para orar.
Me gusta hablar con Dios en donde sea que esté.
Sin embargo, debo admitir que algo me ha faltado y creo haberlo encontrado en las palabras de Jesús. He decidido volver a pasar ratos completamente a solas con Dios en la esperanza de que esa sensación deliciosa de intimidad con Dios me vuelva a ser familiar o cotidiana.
Te recomiendo considerar el consejo, quizás te cambie la vida. Los sentimientos y el temperamento… Despertar a las emociones significa SENTIRLAS. No requiere cambiar nuestros sentimientos, los sentimientos cambian todo el tiempo por sí mismos. Tampoco significa cambiar nuestro temperamento. Si somos intuitivos o filosóficos, sanguíneos o melancólicos, probablemente eso siga siendo igual. Nuestro alcance puede expandirse, pero nuestro temperamento y nuestra personalidad probablemente continúen siendo los mismos. Un maestro budista decía que había esperado despertar para lograr una “transformación impersonal”. La transformación es la apertura del corazón y no un cambio de personalidad. Siguió diciendo ese maestro: En muchos sentidos la transformación espiritual de estas últimas décadas es diferente de lo que había imaginado. Sigo siendo la misma persona esquiva, en gran parte con el mismo estilo y manera de ser. De modo que por afuera no soy esa persona asombrosamente transformada, iluminada, que esperaba volverme. Pero hay una gran transformación por dentro. Años de trabajar con mis sentimientos, mis patrones familiares y mi temperamento suavizaron la manera en que los contengo a todos. En la lucha por conocer y aceptar en profundidad mi vida, ésta se transformó, y mi amor creció. Si mi vida era un garaje lleno donde no dejaba de chocarme contra los muebles y de criticarme, ahora es como si mi hubiera mudado de hangar y hubiera dejado las puertas abiertas. Tengo los viejos muebles, pero no me limitan como antes. Yo soy el mismo, sin embargo, ahora estoy libre para moverme, incluso para volar. Las emociones son fuerzas poderosas, pero no es el miedo o la represión lo que nos liberará de sus garras: la respuesta es la CONCIENCIA “¿Es esto lo que yo soy?” preguntemos a nuestros sentimientos a medida que los hagamos consientes. Si podemos contener nuestros sentimientos dentro de un corazón amplio e intrépido, los sentimientos solitarios, quebrados, confundidos, surgen de una nueva manera, transformados por la ACEPTACIÓN. Armamos y defendemos el corazón no contra el mundo sino contra nosotros mismos. El corazón despierto no tiene defensa. Permite todo el dolor y la belleza de la vida. El lama Trungpa dijo: “El corazón abierto y blando, es el que tiene la capacidad de transformar el mundo“. Cuando las emociones quedan libres y el corazón puede expresarse, sin preocuparse por la opinión de los demás, esa libertad se extiende a todos los aspectos de nuestro temperamento. Hay que aprender a ser fiel a uno mismo y a la vida......
No dejemos entonces de abrir nuestro corazón cada dia ante la Presencia Sublime de nuestro amado Padre, vamos con humildad y expresando todo lo que deseamos decirle con libertad, que nada se interponga en ese dialogo santo porque allí es donde somos renovados, cambiados y llenos de Su dulce Espíritu que nos satisface a plenitud.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.
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