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Hola mis amados:
El amor es lo máximo que puede experimentar el ser humano, no hay nada semejante a el y la fuente donde nos podemos llenar es la presencia de Dios, El mismo es amor y si lo tenemos en todo lo que hagamos, pensamos o decimos es ahí cuando edificamos, cuando hacemos lo vital para la otra persona, todo depende entonces de ese toquecito maravilloso para que el resultado sea el mejor, también en nuestro matrimonio debe ser el fundamento para que marche y sea duradero.
EL LENGUAJE DEL AMOR ¿Cómo podemos hablar el lenguaje del amor del otro, cuando estamos llenos de dolor, ira y resentimiento por las faltas pasadas?
El habernos equivocado en el pasado no quiere decir que nos equivocaremos en el futuro. Somos criaturas de decisiones. Eso significa que tenemos la capacidad de hacer malas decisiones, como todos las hemos hecho. Hemos criticado y hemos hecho cosas hirientes. No estamos orgullosos de esas decisiones aunque pudieron parecer justas en ese momento. La respuesta a esa pregunta está en la esencia natural de nuestra humanidad. En vez de eso podemos decir: - “Lo siento. Sé que te he ofendido, pero quisiera que el futuro fuera diferente. Quisiera hablar tu lenguaje de amor. Quisiera llenar tus necesidades”.
He visto matrimonios rescatados al borde del divorcio cuando las parejas se deciden por el amor. El amor no borra el pasado, pero hace diferente el futuro.
Brent estaba en mi oficina con rostro impávido, inexpresivo. No había venido por su propia iniciativa sino a petición mía. Una semana antes, su esposa Becky había estado sentada en la misma silla llorando incontrolablemente. En medio de sus lágrimas, trató de contarme que Brent le había dicho que ya no la amaba y que se iba. Estaba destrozada. Cuando recuperó su compostura, ella había dicho: - “Los dos hemos trabajado mucho en los últimos dos o tres años. No puedo creer lo que dice, siempre ha sido una persona bondadosa y responsable. Es un padre muy bueno para nuestros hijos, ¿cómo podría hacernos esto?”
Por mi parte había escuchado cómo describía sus doce años de matrimonio. Tuvieron un noviazgo emocionante. Se casaron completamente enamorados. Tuvieron los ajustes típicos y propios de los primeros días de matrimonio, y se pusieron a alcanzar el sueño de toda pareja. A su debido tiempo descendieron de la cúspide de su enamoramiento, pero no aprendieron a hablar el lenguaje de amor del otro en forma satisfactoria. Ella había vivido con un tanque de amor a medio llenar en los últimos años, pero había suficientes expresiones de amor que le hicieron pensar que todo estaba muy bien con él. Sin embargo, su tanque de amor estaba vacío.
Le había dicho a Becky que trataría de que Brent conversara conmigo. Por teléfono le dije: “Como usted sabe, Becky vino a verme y me contó que estaban teniendo dificultades en el matrimonio. Quiero ayudarla, pero para hacerlo necesito saber qué es lo que usted piensa”. Él había aceptado hablar conmigo sin vacilación, y ahora estaba en mi oficina. Su apariencia exterior hacía contraste con la de Becky. Ella había estado llorando incontrolablemente, pero él estaba firme, estoico. Tuve la impresión, sin embargo, que su llanto había tenido lugar semanas o quizás meses atrás, y que había sido un llanto interior.
La historia que Brent contó confirmó mi corazonada. -Ya no la amo- dijo. La he amado por mucho tiempo. No quiero herirla, pero no nos sentimos cerca. Nuestra relación es vacía. Ya no disfruto el estar con ella. No sé lo que pasó, quisiera que fuera diferente, pero ya no siento nada hacia ella. Él estaba sintiendo igual que cientos de miles de esposos habían sentido siempre. La mente ya conformada a un “ya no la amo” es lo que da a los hombres la libertad emocional para buscar amor con otras mujeres. Sucede lo mismo con las esposas que utilizan la misma excusa. Simpaticé con Brent porque yo he estado en su lugar.
Felizmente descubrí, en los primeros años de nuestro matrimonio, la diferencia entre la experiencia del enamoramiento y la necesidad emocional de sentirse amado. La mayor parte de las películas, las telenovelas y las revistas románticas, han tergiversado estos dos conceptos, aumentando nuestra confusión, pero en realidad son distintos. La experiencia del enamoramiento está en el nivel del instinto; no es premeditada. Simplemente se da en el contexto normal de las relaciones hombre-mujer. Puede ser aceptada o rechazada, pero no es el resultado de una decisión consciente. Dura poco tiempo, por lo general dos años. La experiencia del enamoramiento satisface temporalmente la necesidad de amor. Nos hace sentir que alguien nos quiere, que alguien nos admira y nos aprecia. Sin embargo, si no hemos aprendido su lenguaje principal de amor, o no hemos decidido hablarlo, cuando descienda de las alturas emocionales tendrá demandas naturales de una necesidad emocional no satisfecha.
Después de algún tiempo de vivir con un tanque de amor vacío querrá enamorarse de otra persona y el ciclo comenzará de nuevo. Llenar la necesidad de amor de mi esposa es una decisión que tomo cada día. Si sé cuál es su lenguaje principal de amor, y decido hablarlo, sus necesidades más profundas serán satisfechas y ella se sentirá segura de mi amor. Si ella hace lo mismo por mí, mis necesidades emocionales serán satisfechas y ambos viviremos con un tanque lleno.
Brent era honesto, y reveló que ya había estado enamorado de alguien por varios meses. Había esperado que esos sentimientos se fueran y que pudiera arreglar su situación con su esposa, pero las cosas en el hogar habían empeorado. Un mes más tarde recibí una llamada de Brent. Me dijo que le gustaría hablar conmigo otra vez. Cuando entró a mi oficina, estaba visiblemente perturbado. Su amante había descendido de la altura emocional del enamoramiento y ahora veía en Brent cosas que no le gustaban. Le recordé la naturaleza temporal del enamoramiento, el cual tarde o temprano nos bajaba de las alturas emocionales al mundo real. Le sugerí que la crisis quizás fue algo que sirvió para que él y su esposa recibieran consejería matrimonial. Aceptó la consejería y nueve meses después Brent y Becky salieron de mi oficina con un matrimonio renacido.
Artículo tomado del libro: LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR Gary Chapman
CLAVES PARA UN BUEN MATRIMONIO
RESPETO MUTUO El respeto se basa en el aprecio de la dignidad como persona del esposo o esposa. Es una actitud que sabe dejar suelta la libertad de la otra persona, queriéndola como es y aceptándola, aunque procurando ayudarla a mejorar. El respeto se puede quebrar por tres aspectos distintos, pero complementarios: palabras, gestos y obras. El respeto de palabra tiene una gran fuerza: aprender a controlarse, ser dueño de uno mismo y no perder la calma. En las crisis conyugales graves, o en aquellas otras crónicas con gran deterioro de la convivencia, las palabras duras, fuertes, hirientes, venenosas, cargadas de acusaciones y descalificantes van a dejar una honda huella en quien las recibe. Son momentos de pasión que habitualmente producen heridas que no se olvidarán en muchos años. En sentido estricto, tienen un valor relativo: instantes en los que uno está fuera de sí, sin control y en los que realmente no sabe lo que dice; pero aún así, su efecto mortífero será difícil de eliminar. Cuántas veces lo primero que encontramos en una pareja con problemas es una lista de recuerdos negativos con frases terribles. Por eso, quien sea capaz de dominar su lengua llegará a poseerse.
LOS DEFECTOS DEL OTRO Todos tenemos defectos. No hay parejas perfectas. Es injusto esperar de mi pareja que sea tal como yo lo hubiese preferido. Tengo que aprender a convivir con sus defectos y no exagerar. Fijarme sobre todo en sus virtudes, en sus cosas buenas. Puedo ayudarle indudablemente a mejorar, pero sin obsesionarme por determinadas cosas, o modos de ser. Hay que saber tener paciencia. Dice un refrán: "Se mejora, pero no se cambia". Tú también tienes defectos, que los demás pasan por alto. En algunos medios, se presenta un tipo de matrimonio que podríamos llamar de escaparate, donde todos son felices, no hay peleas, ni discordias, no hay errores, ni defectos. Uno puede llegar al matrimonio pensando que todo será así de fácil, sobre algodones, cuesta abajo y no es verdad. El matrimonio es un aventura, donde desde ya tengo que estar preparado para afrontar los disgustos, con esfuerzo y sacrificio. Hay personas que se crean demasiadas expectativas con respecto a su futura pareja. Son demasiado exigentes y cuando se topan con la realidad, sienten decepción. No podemos guardar una lista de defectos del otro a los cuales les damos demasiadas vueltas. Esto puede hacer de tonterías auténticas tormentas o tragedias. No es para tanto. Los defectos del otro son llevaderos. No exageremos. Tienes que saber disculpar, comprender. Tienes que llegar no ya a soportar sino a amar los defectos del otro, porque tu pareja es parte de ti. Además, con afecto y buen tino, se pueden conseguir grandes cambios en la pareja. SABER ESCUCHAR A veces no es fácil comunicarnos con la pareja. Quizá haga falta que aprendamos. Necesito escuchar a mi pareja y contarle cosas, lo que me acontece. Cuando no hay comunicación, cada uno se repliega en sus propios asuntos e intereses, nos vamos llenando de egoísmo, el otro en vez de verse como una ayuda se ve como un estorbo. Aparecen los sarcasmos, las burlas, los gritos, o los silencios, caras largas, amenazas, chantajes, etc. La primera condición para una buena comunicación de pareja es tiempo. Tiempo para conversar, intercambiar opiniones, comentarle, con delicadeza, algunos aspectos que el otro puede mejorar. Luego, sinceridad. No significa decir lo que se piensa sin más, porque eso puede herir al otro. Tener tino. Conversar sobre los problemas, sacar lo que se nos está atragantando dentro y que a fuerza de darle vueltas llega a crecer a niveles inimaginables, pero hacerlo sin recriminar, sin exagerar. APLICAR LA INTELIGENCIA Triunfar en la vida y fracasar en el amor conyugal es un contrasentido, pero es algo que se observa con relativa frecuencia. Si se es lo suficientemente inteligente, creativo y capaz para resolver problemas en el trabajo, lo mismo debería ocurrir en el matrimonio. El talento para otros temas de la vida, no específicamente afectivos, debe también dejar su huella en el amor, y lo debe hacer poniendo claridad, conocimiento, capacidad para discernir y profundizar, iniciativa y creatividad. La pareja no es exclusivamente sentimental. Si se piensa esto, el amor se vuelve inmaduro, volátil y superficial, como son los sentimientos. No se conocería lo que vale el esfuerzo diario por mejorar la relación. Ante dificultades más o menos serias, la reacción sería dejarlo todo. Artículo tomado del libro: LOS CINCO LENGUAJES DEL AMOR Gary Chapman
Vemos entonces que la mejor solución para que se evite un divorcio, una separación es comprensión, tolerancia y sobre todo el amor hacia el otro, que perdonemos las ofensas y aceptemos a nuestro cónyuge con sus defectos porque todos los tenemos, luchemos por la familia y la unidad, que en este tiempo adverso es cuando hay mas desintegración, con la ayuda de Dios lo lograremos y es nuestro mas preciado tesoro.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.
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