Hola mis amados:
Nosotros también somos como las plantas que tuvimos un nacimiento, un crecimiento y dar fruto para que siga habiendo una buena cosecha, por esta razón si dependemos del Señor que es quien nos ha hecho nuevas criaturas y vamos dejando que El obre en lo que es Su perfecta voluntad, veremos los resultados mas especiales, por tanto dejemos que El sea nuestro Hortelano que vigila, poda y hace que demos el fruto por El esperado y esto es solo por la fe en El.
COMO CRECER EN MADUREZ ESPIRITUAL Leer | Efesios 4:11-16
Si pensamos en la vida cristiana como un viaje, podemos identificar varias etapas de crecimiento que necesitamos alcanzar en la ruta a la madurez espiritual. Las primeras dos etapas son la salvación y el servicio.
Todos comenzamos nuestro viaje en el mismo lugar: muertos espiritualmente y sin interés en las cosas de Dios (Ef. 2:1, 2). Solamente hay una manera de recibir vida espiritual: la fe en Jesucristo, quien tomó nuestro lugar y llevó el castigo de Dios por nuestros pecados. Murió para que nosotros pudiéramos tener vida. Al ser salvos, recibimos el Espíritu Santo, el cual crea en nosotros el deseo de conocer a Dios y a Su Hijo Jesucristo.
Al aprender más acerca de nuestro Dios trino, nuestra fe se profundizará y nuestros corazones rebosarán de agradecimiento. La gratitud nos conducirá al siguiente paso del viaje: el servicio a Dios. Desearemos devolver algo a Dios en reconocimiento a Su generosidad para con nosotros. En vez de determinar nosotros lo que queremos hacer, debemos preguntarle al Señor cuáles son Sus planes, y cómo podemos encajar en ellos (Ef. 2:10). Como hijos de Dios, debemos escuchar con atención Su invitación, y concentrar nuestras mentes y corazones en la obediencia. Con el tiempo, el Espíritu Santo producirá su "fruto" en nosotros (Gá. 5:22, 23), y nos unirá a otros creyentes en el servicio.
El crecimiento es un principio clave en la vida del creyente. Efesios 4:15 nos dice que "crezcamos en todo hacia… Cristo". La madurez espiritual comienza con la salvación, y ésta debe ser seguida por una decisión permanente de servir a Dios. ¿Está usted dedicado a servirle?
LA LLAVE PERDIDA
Un sabio encontró a un muchacho cuando éste estaba buscando algo de rodillas.
"¿Que andas buscando muchacho??
"Mi llave la he perdido? "
Y arrodillados los dos, se pusieron a buscar la llave perdida. Al cabo de un rato dijo el sabio:
"¿Dónde la perdiste?"
"En casa"
"¡Santo Dios! Y entonces, ¿por qué la buscas aquí?
"Por que aquí hay luz".
Reflexión: ¿De qué vale buscar a Dios en lugares santos si donde lo has perdido ha sido en tu corazón?.
Fuente: .- EL CANTO DEL PÁJARO, de Anthony de Mello
Amos 4:5 "Buscadme, y viviréis." Mateo 6:33 "Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas"
Apocalipsis 3, 20: “He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Si en tu vida no mora Jesus en tu corazón, es hora de que permitas que sea el Señor y Salvador de tu persona, te esta haciendo la invitación para que tu vida sea radiante, llena de luz y saciada con ese amor incondicional que El nos brinda desinteresadamente porque es eterno, desde antes de la fundación del mundo nos conocía y sabe lo que tiene para ti, asi que ven y vive intensamente bajo Su sombra y deja que te llene de bendiciones de lo Alto.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA.
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