Hola mis amados:

Ha habido hombres en la historia que han querido que su apariencia permanezca por los siglos, que desean que les recuerden y puedan saber de su existencia, también ahora mismo buscan la fuente de la eterna juventud por medio de cirugías, cremas y muchas otras cosas, pero el mejor legado que podemos dejar es que se nos recuerde como personas que fuimos fieles, amorosas, diligentes, que amamos a todos y que marcamos las vidas de los demás, esto es lo que anhela Jesus de cada uno porque El lo hizo en nosotros.

RAMSÉS II

Más de tres milenios después de la muerte de Ramsés II, aún se puede ver su rostro en la momia que se conserva en el museo del Cairo.

Célebre entre los faraones de Egipto, Ramsés II fue un constructor de grandiosos monumentos. Sin embargo ese hombre, honrado como un dios, parecía no estar satisfecho.

Para parecer todavía más grande no vacilaba en sellar con su nombre las obras de sus predecesores.

Tal vez fue el Faraón que prohijó a Moisés. ¡Es conmovedor pensar en ello, al observar su momia!.

Moisés no hizo nada para que su cuerpo fuera conservado; no se embalsamó su cadáver ni fue enterrado en una gran pirámide.

Sin embargo generaciones de creyentes han  leído sus escritos inspirados, los cinco primeros libros de la Biblia.

Ramsés II  frente a Moisés: por un lado, el edificador de monumentos, por el otro, el hombre que enseñaba la ley de Dios.

Por un lado, el poder de la fe. Moisés habría podido permanecer en la corte del Faraón, pero dejó los honores del mundo, a menudo ligados a la mentira y a la injusticia, para encontrar a Dios y servir a su pueblo.

 Y los cristianos, ¿buscamos aún la gloria del mundo? ¿O hemos decidido escuchar al Señor Jesús y vivir en su compañía, apegándonos a los verdaderos valores que nunca pasarán?

Moisés dejó todo por amor a Dios y Dios estuvo con el y le acompañó con señales y prodigios.

"Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado". (Hebreos 11: 24-25)

Le pidamos a Dios que nos de el andar por fe y no por vista, haciendo la voluntad de Dios.

"Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible". (Hebreos 11: 27)

 Jesucristo nos dio ejemplo para que sigamos sus pasos. Jesús es el camino.

"Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos". (2 Corintios 8: 9)

EL MONEDERO Y LA BIBLIA

Un sábado por la tarde, un vecino tocó el timbre de mi casa y me preguntó: – ¿Sabe usted que el vidrio de la puerta de su auto está roto? Salí a ver y pude comprobar...

Había vidrios por todas partes. En pleno día acababan de robar algo del interior de mi auto. ¿Pero qué? Pronto pude saber. Se trataba de dos cosas: ¡un monedero y una Biblia!

Apenas había vuelto a casa cuando oí otro timbrazo. Un transeúnte me traía la Biblia. La había encontrado un poco más lejos, abierta sobre el camino, y había leído mi nombre y mi dirección en el interior.

Me regocijó recuperarla; en cuanto al monedero, por supuesto, nunca volví a verlo. Por sus dimensiones y el forro, la Biblia parecía una cartera. Cuando comprobó el ladrón su equivocación, la arrojó, pero se guardó el dinero. Era su opción.

También es la opción tomada por gran parte de nuestra sociedad moderna, que de forma generalizada prefiere el materialismo y rechaza a Dios.

Ud. no haría este robo, pero puede que sin ser como este ladrón, la actitud práctica de su vida sea la de tomar el dinero y arrojar la Biblia.

Pero, ¿es la elección correcta? Jesús advirtió a sus discípulos:

"No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón". (Mateo 6: 19-21)

Trabajo, éxito, ganancias, materialismo... raíz de todos los males es el amor al dinero.

"Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas". (Lucas 16: 13)

¿Qué elige usted? ¿La Biblia o el monedero? Reflexione bien. Su eterno porvenir está en juego. El Señor Jesús exhorta:

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas". (Mateo 6: 33)

El mejor tesoro que podemos tener es la Palabra de Dios, es nuestra guía y nos muestra el camino a seguir, además nos revela a Cristo, Su voluntad y gran amor, por eso debemos preferirla, que El sea el primero en nuestras vidas porque si tenemos el dinero como lo que predomina nos traerá problemas y el fin será algo no deseado, que nos impulse el amor de Jesus y le adoremos por ser nuestro Salvador y Señor.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA