Hola mis amados:
Una fuente es algo hermoso y necesario cuando se tiene sed, Jesus es el único que sacia la sed espiritual, porque para la sed física existe el agua que nos llega a la casa por medio de redes, pero cuando tenemos sed en el espíritu solo El la puede saciar, pero desea que al tener yo acceso a esa fuente podamos informarle a los demás que pueden ir a El para que también queden satisfechos, no hay nada mas especial que El nos brinde lo que necesitamos en todo momento.
UNA FUENTE PERMANENTE
A lo largo de una desierta playa de La Florida (EE.UU.) se halla un banco de arena que aflora cuando hay marea baja y sobre el cual surge una fuente de agua dulce a la que acuden a beber las aves marinas.
Sin duda desde hace millares de años el flujo y reflujo de las mareas golpean la costa, de manera que durante la marea alta desaparecen los bancos de arena bajo el agua del mar.
Luego, cuando el mar se retira, vuelven a reaparecer y he aquí… que la fuente de agua dulce vuelve a correr. Nunca ninguna marea pudo hacerla desaparecer.
También Jesús habló de una fuente de agua que salta en vida eterna.
El que bebió del agua viva que el Señor le dio, es decir, quien creyó en Jesús y le reconoce como su Salvador, llega a ser como un canal por medio del cual esa agua puede correr hacia afuera y refrescar a los demás.
Cuando el creyente se ve sumergido por las olas de la prueba y las dificultades se abaten sobre él; se podría temer que la fuente desapareciera. Pero ello no ocurre, porque esa fuente tiene su origen en el corazón mismo de Dios.
Dios es poderoso para hacer que el manantial de todo aquel que cree en Jesús, siga brotando.
"...No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti". (Isaías 43: 1b-2)
Para el que cree, todo es posible, de su interior correrán ríos de agua viva.
"El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva". (Juan 7: 38)
Jesús dijo a la mujer samaritana y también te dice a ti en este día:
"Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna". (Juan 4: 14)
ASCUAS DE FUEGO
Se encuentran dos campesinos y uno de ellos, con tono áspero dijo al otro: –Hallé tus vacas en mi prado. Las eché hacia la carretera, y si las vuelvo a encontrar haré lo mismo.
Pasado el tiempo, los campesinos volvieron a encontrarse; esta vez el otro habló primero con tono amable diciendo: –Tus caballos estaban en mi campo de avena. Los llevé hasta tus pastos y reparé el alambrado. Si esto ocurre otra vez, haré lo mismo.
Con este gesto había amontonado "ascuas de fuego" sobre la cabeza de su vecino. El pacer de las vacas en un prado no les haría daño, pero el comer los caballos en un campo de avena, les puede provocar enfermedad y muerte.
El echar las vacas a la carretera fue exponerlas a un accidente, razón por la cual el segundo campesino llevó los caballos a los pastos de su dueño y reparó la alambrada.
El buen comportamiento del segundo campesino, pudo convencer al primero de lo desconsiderado que ha sido, y hablarle a su conciencia en cuanto a su mal proceder.
Esforcémonos en preocuparnos por los demás, aun cuando nuestro prójimo nos odie o se muestre frío con nosotros. Tal testimonio honra a nuestro Dios y Padre, y a la larga tendrá un efecto bienhechor en los demás.
No olvidemos que Cristo se entregó por nosotros cuando estábamos en rebeldía y pecado, alejados de Dios.
"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". (Romanos 5: 8)
Siendo enemigos, Dios entregó a su Hijo para morir en la cruz y así darnos vida.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. (Romanos 5: 10)
No nos cansemos de hacer el bien, Dios nos hará justicia defendiendo nuestra causa.
"Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza". (Romanos 12: 20)
La venganza es algo que el hombre suele cometer, toma cartas en las injusticias obrando de manera que le parece correcto y no lo es, en la Palabra nos dice Jesus que solo El obra en la venganza porque es Justo, nos encomienda a bendecir a los enemigos y a amarlos sin juzgar o criticar sus actos, si ellos ven que hacemos lo correcto, lo que agrada a Dios, quedaran en vergüenza y nosotros por obedecerle en paz y regocijo alabándole por ser nuestro Maestro.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA