Hola mis amados:

El Señor siempre escucha el clamor de Sus hijos, es maravilloso saber que tenemos un Padre que nos ama y suple nuestras necesidades, parecerá que no es algo grande  lo que nos narran a continuación, pero es sorprendente como vela cuando dormimos y nos da mas de lo que necesitamos, por esa razón estamos agradecidos con El porque es especial, esta pendiente de cada detalle y eso hace ue seamos agradecidos y le alabemos por Sus grandezas y le adoremos por lo que El es.

MANTA CALIENTE

En los años 1980, en Rumanía se perseguía y encarcelaba a los cristianos. He aquí el relato de una experiencia hecha durante este difícil periodo por un siervo de Dios.

"Era acechado continuamente por motivo de mis actividades como creyente, consideradas como ilegales; y tuve que esconderme en la montaña para escapar de la policía.

Era invierno. A veces, de noche aparecían lobos. Entonces les decía: -¿A esta hora tardía vienen a visitarme? Yo voy a dormir, ¡buenas noches, amigos! Y se iban. En realidad les temía menos que a los hombres que me perseguían.

Una noche hacía mucho frío. Estaba agotado y oré: - Señor, mándame una manta porque si no, voy a morir congelado. A pesar de todo, me dormí y no tuve frío. ¿Quiere saber por qué?

En la mañana, cuando me desperté, aún estaba oscuro. Me moví para estirarme un poco, ¿y qué vi? En ese momento un animal se levantó y desapareció entre los abetos.

¿Era un perro errante o un lobo? No lo sé. Pero había pasado la noche acostado sobre mí. Dios es maravilloso. ¡No podía haberme mandado una manta más caliente!".

"Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto". (Santiago 5: 16-18)

"Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas". (Salmo 61: 4)

"Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque el Señor me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí". (Salmo 3: 5-6)

UNA SEMILLA

Hace algunos años, en un viejo cementerio de Hannover, se podía ver la tumba de una condesa alemana que se ufanaba de no creer en la resurrección de los muertos.

 Como última voluntad había pedido que cubrieran su tumba con una espesa lápida de granito de unas dos toneladas y aseguraran todo alrededor con gruesas piedras ligadas con ganchos de hierro.

 Sobre la lápida se hallaba grabada esta inscripción: “Prohibido abrir esta tumba, adquirida como concesión perpetua”.

 Puede parecer extraño que alguien que negaba la resurrección de los muertos tomara tales precauciones. Sin embargo, una semilla de álamo llevada por el viento vino a caer entre las piedras y la lápida.

La semilla llegó a ser un árbol, el cual al crecer poco a poco levantó el bloque de granito, hizo reventar los ganchos y quebró el borde de piedras.

Una Semilla bastó para abrir la tumba de la rica condesa. Una palabra del Señor bastará para sacar del polvo su cuerpo resucitado.

Se crea o no, la resurrección es un acontecimiento futuro, sin duda, pero está atestiguado por una resurrección ya cumplida: la de Jesucristo.

La resurrección da al creyente una razón para vivir y al incrédulo una para temblar.

Negarse a creer en ella no impedirá que el acontecimiento se cumpla. Evidentemente, Dios siempre tendrá la última palabra. ¡Qué insensatez resistirse!.

El mundo sin fe, anuncia en autobuses que Dios no existe, pero los creyentes somos testigos del poder y la presencia de Dios.

"Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos". (Hechos 10: 39-41)

"!Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?". (Hechos 26:89)

"No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación".  (Juan 5: 28-29)

Dios obra en maneras que nos sorprenden, esta condesa jamas pensó bue algo podría abrir la tumba que ella sello con tanta seguridad, para muchos que como ella no creen en la resurrección esto  nos muestra que de nada valen los pensamientos adversos a lo que dice la Escritura, si se niega que Jesus no resucito, entonces es invaida la fe, asi que gracias a Dios que lo levanto con el poder de Su Espiritu tenemos esa esperanza Gloriosa de que le oiremos cuando venga por segunda vez.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA

MÉTELA EN TU CORAZÓN

Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo.  Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-

"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"

Salmo 119:11