Hola mis amados:
Que hermoso mensaje nos traen aca, es que nadie piensa que después de una tragedia, un problema, o enfermedad pueda venir algo mejor, es asi porque el Señor nos enseña en todo esto y desea que al ver Su propósito veamos los tesoros que nos da al resistirlo, confiar en El, esperar que El obre a nuestro favor y siempre nos sorprende con Su perfecta voluntad que es buena, agradable y perfecta, por tanto demos gracias en esos momentos de dolor, duda o desesperación que nos traerán cosas maravillosas.
DESCUBRIR EL TESORO
En el transcurso del verano de 1831, una fuerte tempestad desarraigó un gigantesco árbol en los Urales (Rusia). A la mañana siguiente se hallaron, bajo sus raíces, magníficas piedras verdes. Había aparecido un nuevo yacimiento de esmeraldas.
Después de un deslizamiento de tierra en la vertiente india de los montes Himalaya, pequeñas piedras azules brillaban bajo el sol poniente. Eran los zafiros de Cachemira.
Quizás en su vida también haya ocurrido un terremoto, tal como una enfermedad, un duelo, preocupaciones, decepciones, etc. Y usted se pregunta: ¿Por qué Dios permitió esto?
Sin embargo, ésta puede ser la oportunidad para descubrir el mayor tesoro posible
Dios quiere abrirnos los ojos para que descubramos la Persona de Jesús, su Hijo, nuestro Salvador. Él es la Sabiduría como lo vemos en el capítulo 8 de los Proverbios.
Conocerle como nuestro Señor y Salvador tiene mas valor que las piedras preciosas.
"El es la imagen del Dios invisible... él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten... agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas... haciendo la paz mediante la sangre de su cruz". (Colosenses 1: 15-20)
"Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, Y que obtiene la inteligencia; Porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, Y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; Y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella". (Proverbios 3: 13-15)
"para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento". (Colosenses 2: 2-3)
MUSEO
Entre todas las cosas que a lo largo de mi vida me llamaron la atención, recuerdo el MUSEO DE RELOJES DE SOL, con una amplia variedad de diferentes relojes de sol.
El reloj de sol es un instrumento usado desde tiempos muy remotos con el fin de medir el paso del tiempo. Este reloj de sol, tuvo en su momento, una gran relevancia para regular la vida cotidiana de cada día.
Emplea la sombra arrojada por un estilo sobre una superficie con una escala para indicar la posición del Sol en el movimiento diurno. De esta manera se van marcando en la escala, tiempos, a lo largo del día.
Todos los relojes expuestos en el MUSEO DE RELOJES DE SOL, tenían una característica en común: ninguno indicaba la hora, pues al estar bajo techo, no estaban expuestos al Sol.
Sin el Sol que alumbra, estos relojes pierden su razón de ser, ninguno cumplía su función de dar la hora, lo cual me hace recordar a los hombres que no cumplen la función para la cual Dios los creó.
Sin la presencia de Dios, tampoco los hombres cumplen función espiritual de vida, solo son piezas de museo, la sombra del propósito de Dios, un proyecto truncado por el pecado y la muerte
Pero Jesucristo vino para que tuviéramos vida, para deshacer las obras del Diablo, para alumbrar nuestras tinieblas y hacer que reflejemos su luz.
"Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida". Juan 8: 12)
Como el reloj de sol que expuesto al Sol marca la hora, así también nosotros, en la presencia de Dios, cumplamos su voluntad para nuestras vidas.
"El Señor cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Dios, es para siempre; No desampares la obra de tus manos". (Salmo 138: 8)
Dios nos creó para su gloria, si creemos en Jesús, estaremos glorificando y exaltando el nombre de Dios, cumpliendo la función para la que nos creó.
"Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice". (Isaías 43: 7)
Es hermoso entender que hemos sido hechos para alumbrar, para que muchos que andan en tinieblas puedan salir de allí y venir a la luz admirable que nos muestra el camino de vida y paz, por eso debemos abrir el corazón para que Jesus entre a morar allí y seamos voceros de Su bendita Palabra y proclamarla para que muchos la conozcan, la atesoren en el corazón y la apliquen para que sean sabios y entendidos en ella para disfrutar de las promesas que nos da Jesus.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA