Hola mis amados:
Es maravilloso saber que hay tiempo para aprender, que nunca es tarde, que si lo podemos hacer, que si nos proponemos lo alcanzaremos, eso nos impulsa a avanzar y crecer, es precioso entenderlo, aplicarlo y disfrutarlo a plenitud, por eso si en tus planes esta hacer algo que has anhelado o deseado desde hace mucho tiempo, anímate y realízalo para que te sientas pleno por haberlo logrado.
COMENZANDO DE NUEVO
A los cuarenta y tres años de edad, Luis sintió que había llegado el momento de devolverle algo a la comunidad, por lo cual se enroló como voluntario en un programa para alimentar a los que carecían de un techo en las calles.
Rápidamente se encontró aconsejando a las familias que venían por alimentos, dirigiéndolos a lugares en los cuales conseguir refugio y ayudando a varios hombres a encontrar trabajo. Los encargados del programa le dijeron que tenía talento para trabajar con la gente y lo animaron a desarrollarlo.
Luis había estado trabajando en una posición de oficinista como auxiliar administrativo para un ejecutivo de cierta compañía. No había un puesto más elevado dentro de la empresa ni en su campo. Lo único que lamentaba era que nunca había ido a la universidad. Armado de las palabras de aliento de sus compañeros voluntarios, él y su esposa vendieron su casa y "volvieron a la escuela".
Ambos recibieron finalmente grados de doctorado y se convirtieron en consejeros plenamente dedicados a su familia. Abrieron una clínica juntos y reestructuraron sus vidas, disfrutando esta vez de un sentido mucho más amplio de satisfacción personal.
Nunca es demasiado tarde para comenzar una nueva carrera. Y nunca es demasiado tarde para hacer otra vez un comienzo en su vida espiritual.
El verdadero éxito se encuentra al establecer una relación con su Creador, descubrir lo que Él dispuso que fuese, ¡y entonces desarrollar los talentos y dones que le dio!
Mateo 6:33 Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
TIEMPO
"Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora." Eclesiastés 3:1
Vivimos condicionados por las agujas del reloj. Sobre todo en las grandes ciudades, nos acostumbrados a vivir mirando todo el tiempo que hora es. Como si por saber la hora, pudiéramos controlarla. Nos angustiamos cuando nos falta tiempo, y nos relajamos cuando nos sobra. Pero la realidad es que no podemos manejar las horas. Pasan fuera de nuestro control. Cuando estás con tu novia en intimidad, los minutos vuelan y pasan demasiado rápido. Cuando estás en el aeropuerto esperando el avión que tiene ya 6 horas de retraso, los minutos son de plomo y pasan muy lentos.
Cuando deseas algo y no llega te impacientas, la ansiedad te consume. Y te cuesta manejarlo. Desearías tenerlo ya en tus manos y te cuesta mucho esperar. Esa misma actitud es la que tenemos cada vez que le pedimos algo a Dios. Desearíamos que su respuesta, sea tan inmediata como nuestra exigencia. Pero no sucede así.
Por lo general, no recibimos lo que deseamos, ni cuando lo deseamos, ni como lo deseamos. Vivimos en la frustración de no poder acceder a lo que queremos y en la espera continua de algo mejor. Y eso cansa mucho. La cosa se pone peor cuando vemos que al lado nuestro, hay otros que consiguen lo que desean, sin tanto esfuerzo, ni sacrificio. Y eso molesta todavía más.
Salomón era muy sabio, y nos deja este consejo que no pasó de moda.
Todo tiene su tiempo. Las cosas siempre llegan. Pero no puedes manejar el tiempo. Eso depende del control de Dios. En Su Soberanía absoluta, Dios maneja las agujas de la eternidad, y sabe cuando es mejor entregar que cosa. Nada escapa de su sabiduría ni de su control. Todo llega.
¿Qué te gustaría tener que parece inalcanzable? ¿Un auto, una notebook, una novia, un aumento, una recompensa, un trabajo, una herencia, una palm, un Ipod, una casa, un titulo? Si tuvieras la lámpara de Aladino, ¿qué tres deseos pedirías? Dios no funciona así.
Él sabe que necesitas y también conoce tus deseos. Y te repite: Todo tiene su tiempo.
Dios no satisface caprichos malcriados, pero responde siempre. Él sabe mejor que nadie que es lo que estás necesitando. Y te lo va a dar. Todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tal vez la tuya está por llegar.
REFLEXIÓN - Todo llega. Dios sabe.
Por eso no debemos estar afanosos por nada, Dios todo lo conoce y sabe lo que nos ha de convenir y responde la oración cuando El lo considere necesario, esa es la razón para tener paciencia porque El que es Bueno y nos ama con ese amor eterno que no varia jamás, sabe cuando recibiremos las cosas, pero que lo fundamental sea la comunión con El en el Espiritu para que cuando oremos en lo secreto, El nos responda en publico, nadie como nuestro Dios, por eso merece toda la Gloria.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119: