Hola mis amados:
Que mensaje tan especial es el que a continuación van a leer, porque lo que el Señor busca en Sus hijos es fe, que esta nos lleve a vivir conforme a Su Palabra, acogida a Sus promesas que son Fieles y Verdaderas y que creamos todo las riquezas que allí están para nosotros, porque al tener la Palabra en el corazón, hablaremos de ella con poder, profetizándola para ver resultados increíbles, no dejes que las situaciones adversas te venzan, sino que creyendo y profetizando veas los resultados poderosos.
VICTORIA EN EL VALLE DE LOS HUESOS SECOS
Por Brian Zahnd
La mano del Señor vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu del Señor, y me puso en medio de un VALLE que estaba lleno de huesos. Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. Ezequiel 37:1-2
El Valle de los Huesos Secos es el valle de los sueños muertos y las visiones fallidas. Este es uno de los valles más difíciles que vas a tener que atravesar en tu vida. Pero Dios le mostró a Ezequiel cómo lograr la victoria en el Valle de los Huesos Secos y tú puedes hacer lo mismo.
El Espíritu del Señor llevó a Ezequiel al Valle de los Huesos Secos. Era una imagen de desesperación total y desesperanza absoluta. Piensa en lo que vio Ezequiel: huesos blanqueados por el sol, totalmente secos, esparcidos en un campo de tierra desolada, un valle desnudo con algunas hojarascas negras dando vueltas. Una escena totalmente desprovista de vida. La visión del Valle de los Huesos Secos que Dios le dio a Ezequiel era un símbolo de la condición de la nación de Israel durante el cautiverio en Babilonia.
Mientras Ezequiel permanecía de pie entre los huesos secos, el Espíritu del Señor le hizo una pregunta: “Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?” (Ezequiel 37:3). Cuando Dios le hace una pregunta a un hombre, puedes estar seguro de que no está buscando información. En vez de eso, Su intención es revelar algo acerca de nosotros a nosotros y por supuesto, Dios está buscando lo que siempre está buscando en las personas: ¡FE!
Cuando el centurión romano le dijo a Jesús “Di la palabra y mi siervo sanará” (Mateo 8:8), Jesús le respondió diciendo: “Ni aún en Israel he HALLADO tanta fe” (Mateo 8:10) Obviamente, Jesús estaba buscando hallar fe. Jesús también dijo en Lucas 18:8 “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Dios siempre está buscando fe, y cuando encuentra fe, ocurre un milagro. Debes entender que Dios no se mueve por tu nivel de tu necesidad, sino por el nivel de tu fe. Puede que no te guste, pero sé que es verdad. Todos necesitamos ser salvos y Dios ha provisto para esa necesidad, pero nadie será salvo hasta que llegue al nivel de la fe. Es así con cada una de las otras necesidades de nuestra vida: Dios las va a satisfacer según nuestro nivel de fe. Si Ezequiel entendía esto de la fe, habría un milagro en el Valle de los Huesos Secos.
¿Y qué respecto a ti? ¿Alguna vez has estado en el Valle de los Huesos Secos? ¿Te has encontrado alguna vez en el valle de las visiones fallidas y los sueños muertos? ¿Alguna vez estuviste emocionado por un sueño o una visión que pensaste que venía del Señor, sólo para verla morir después? Hiciste todo lo que pudiste, oraste, creíste, luchaste: le diste a tu sueño respiración cardio-pulmonar en lo espiritual, pero al final el fiscal coloca la sábana blanca sobre tu sueño y lo declara muerto. ¿Qué haces entonces? Tienes que responder a la pregunta que Dios le hizo a Ezequiel. ¿Vivirán estos huesos? Es una pregunta delicada en el Valle de los Huesos Secos, pero es la pregunta que hace el Señor.
Cuando Dios te da un sueño o una visión, es una cosa muy poderosa. De hecho, los sueños y las visiones son tan poderosos que tienen el potencial de destruirnos. Podemos cautivarnos tanto con el sueño que Dios nos ha dado que nos volvemos extremadamente posesivos con ese sueño e intentamos construir nuestro propio reino basados en ese sueño. Es por eso que muy a menudo, Dios toma esos sueños y visiones y los lleva por un proceso de santificación. El proceso que Dios utiliza para santificar nuestros sueños y visiones está en el centro del corazón del evangelio: muerte-sepultura-RESURRECCIÓN. Cuando tu sueño ha muerto y tu visión ha fracasado a pesar de tus más valientes esfuerzos, y han sido enterrados en el cementerio de la desesperanza, entonces Dios resucita tus sueños y visiones, y tú te das cuenta que no eres tú quien hace que las cosas sucedan, sino Dios. Tus sueños y visiones son santificados en el Señor por el conocimiento que en realidad no es para nada tu sueño o visión, sino que son del Señor y que tu sólo las estás cuidando.
Si tu sueño dado por Dios está muerto como los huesos secos del valle de Ezequiel, déjame contarte que todavía hay esperanza de que tu sueño viva de nuevo, pero debes saber qué hacer en el Valle de los Huesos Secos.
Tú debes PROFETIZAR en el Valle de los Huesos Secos
Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra del Señor. Ezequiel 37:4
Cuando estás en el Valle de los Huesos Secos, el valle de los sueños muertos y las visiones fallidas, debes PROFETIZAR. Desafortunadamente, la mayoría de las personas tienen un concepto muy limitado de la profecía. Cuando hablas sobre profecía, la mayoría de la personas piensan en alguien que predice el futuro o en la misma hermana “súper espiritual” que se levanta cada domingo y profetiza la misma cosa cada semana: “Sí, así os dice el Señor: Yo os amo, pueblo Mío, no os desviéis a la derecha ni a la izquierda”. Hay un aspecto predictivo en la profecía, y hay un don de profecía, el cual opera en la congregación, pero profecía es en realidad declarar la Palabra de Dios sobre cualquier situación. No necesitas estar en la reunión del domingo en la mañana para profetizar; puedes hacerlo mientras lavas los platos el jueves por la tarde y profetizar en tu cocina. Cuando declaras lo que la Palabra de Dios dice acerca de una situación, estás profetizando. Cuando declaras la palabra rhema del Señor sobre una circunstancia, estás profetizando.
Profetiza en el Valle de los Huesos Secos. Dios ni siquiera le dijo a Ezequiel que profetice sobre las personas: le dijo que profetice sobre los huesos. Piensa en eso: profetizar sobre los huesos. “Profetiza sobre estos HUESOS, y DILES: Huesos secos, oíd palabra del Señor” (Ezequiel 37:4). Si vas a vivir una vida de victoria sobrenatural, vas a tener que aprender que no somos personas ordinarias. Hacemos cosas que las personas con mente natural piensan que son extrañas, pero para nosotros, esas cosas son parte de nuestro vivir en fe. Por ejemplo, declaramos sobre las circunstancias y las situaciones. Cuando Zorobabel estaba en un proyecto de construcción muy difícil, Dios le dijo que declare a los que se le oponían y que declare sobre el templo sin terminar.
¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella. Zacarías 4:7
Durante nuestro difícil proyecto de construcción, hice que las personas de la congregación vayan al lugar de la construcción y griten: “¡Gracia, gracia a ella!”. Estoy seguro de que algunos de los trabajadores en la construcción no entendían por qué las personas pasaban constantemente por allí y le gritaban a un edificio en construcción, pero estábamos profetizando. Estábamos declarando la Palabra del Señor sobre esa situación.
Jesús enseñó que tú tendrás lo que hayas DICHO: esto es profetizar. Jesús nos enseñó de la fe mediante la semilla de mostaza (una fe que crece, ver Marcos 4:31-32), podemos declarar sobre l
Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; Y OS OBEDECERÍA. Lucas 17:6
La clave de la victoria en el Valle de los Huesos Secos es profetizar: declarar la palabra de Dios con fe. Esto es lo que Dios le dijo a Ezequiel que haga, y cuando él habló proféticamente sobre esa situación, hubo un milagro increíble.
Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo. Ezequiel 37:7-10
Nada de esto hubiera podido pasar sino hasta que Ezequiel profetizara. La profecía de Ezequiel no era meramente predictiva, era creativa. La profecía de Ezequiel liberó el poder de Dios para traer vida a los huesos secos. Tú no vas a tener el poder total de Dios en tu vida hasta que comiences a declarar la palabra de Dios en cada situación y circunstancia de tu vida. Hasta que profetices, no vas a obtener un milagro de resurrección en el valle de los sueños muertos y la visión fallida. Dios ha establecido el principio de que nada en la tierra se moverá si no es de acuerdo con la profecía. Es por eso que dice en Amós 3:7 “Porque no hará nada el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas”. ¡Dios no hace nada sin revelárselo a alguien, quien lo profetizará!
Cuando Dios se determina hacer una cosa sobre la tierra, la primera cosa que Él hace es buscar a un hombre o una mujer quien profetizará aquello. Si Dios no puede encontrar alguien con la sensibilidad espiritual y la fe para profetizar, entonces esperará hasta que alguien se levante y profetice. A veces, Dios tiene que esperar por generaciones antes de encontrar la persona dispuesta a profetizar la voluntad de Dios. ¿Por qué obra así Dios? Lo hace así por el hecho de que le dio al hombre dominio sobre la tierra.
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree”. Génesis 1:26
“Los cielos son los cielos del Señor; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres”. Salmo 115:16
Fue John Wesley quien dijo: “Dios no hace nada sino mediante la oración y todas las cosas a través de ella”. Yo podría añadir, Dios no hace nada excepto de acuerdo con la profecía. ¿Alguna vez te has preguntado por qué el Antiguo Testamento es tan grande? El Antiguo Testamento es tres veces más grande en tamaño que el Nuevo Testamento. Esta es la razón: La obra de Dios en Cristo debía estar de acuerdo con la profecía. Es porque Dios no hace nada sin antes anunciarlo primero a los profetas (Amós 3:7). Tomó cuatrocientos años y treinta y nueve libros de profecía antes de que el Mesías pudiera venir y completar los propósitos de Dios. Dios respeta el dominio que Él le ha dado al hombre sobre la tierra y Él se moverá sólo de acuerdo a la profecía del hombre. Dios está dispuesto a cooperar con el hombre para actuar sobre la tierra, pero Él no se moverá en la tierra independientemente del hombre. Puede parecer increíble pero es cierto. Es por eso que algunas partes de la tierra todavía están atadas y en tinieblas. ¿Por qué el norte de India está tan atado en el hinduismo y tan poco del evangelio puede encontrarse allí? ¿Es porque no es la voluntad de Dios que haya un gran avivamiento en el norte de la India? ¡Claro que no! Simplemente Dios no puede encontrar suficientes personas dispuestas a cooperar con Él en el norte de India, pero las cosas están cambiando. Alrededor de todo el mundo, el pueblo de Dios está profetizando el derramamiento del Espíritu Santo del tiempo final y el más grande avivamiento que el mundo haya visto. ¡Aleluya! Estoy trabajando junto con algunos grandes hombres de Dios en India y estoy profetizando que aquellos huesos secos van a vivir de nuevo, que Dios va a soplar su aliento a la iglesia del norte de India y ellos van a estar sobre sus pies como un ejército grande en extremo. Eso es lo que tienes que hacer en el Valle de los Huesos Secos: ¡profetiza!
Si queremos ver grandes cambios, solo depende de nosotros mismos, tenemos estas armas maravillosas de la Palabra de Dios y de la fe, unidas son más efectivas que una bomba atómica, porque el Señor espera que nosotros hagamos lo humano para El hacer lo Divino, anda en busca de personas que estén dispuestas a llamar las cosas que no son como si fuesen sin dudar para ver los resultados más asombrosos, así que anímate a profetizar para que te goces en ver el poder de Dios obrar.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA
MÉTELA EN TU CORAZÓN
Según un predicador escocés, guardar la palabra en el corazón es meter una cosa buena en un buen lugar para un buen fin. Muchos tienen la Biblia en la cabeza, o en el bolsillo. Lo que necesitan es tenerla en el corazón. -D.L. Moody-
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti"
Salmo 119:11
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