Cuando tenemos una amistad o una relación con alguien que es importante para nosotros, siempre estamos dispuestos a escuchar, a disfrutar de su compañía y así crece el amor, con nuestro Padre Celestial ocurre lo mismo, mientras más escuchamos Su Palabra, le vamos conociendo y amando más, esto se logra solo por la fe y es ahí cuando crecemos espiritualmente, por tanto que cada día mantengamos esa relación fortalecida con la confianza y obediencia a Su Palabra.
MADURAR EN LA FE PARA ESCUCHAR MEJOR A DIOS
Leer | Mateo 17.5
Nuestra capacidad para escuchar al Señor tiene que ver directamente con nuestra relación con El. Por ejemplo, un incrédulo puede oír solamente un mensaje de Dios: el llamado al arrepentimiento y a la salvación en Jesucristo. Si no da este paso vital, nada de lo Dios haga o diga lo afectara en algo.
Pero que de los creyentes? Como afecta la relación con Dios de un cristiano su manera de escucharlo? Esto es, básicamente, un asunto de identificación. Después de recibir a Cristo como Salvador, tenemos la seguridad de la salvación y estamos eternamente seguros en El. Pero, más allá de eso, Dios quiere que crezcamos y maduremos en nuestra fe.
Crecemos en Cristo cuando nos identificamos más y más con Jesús. Esta identificación continua nos acerca más a Dios. Por eso, cuando oramos, no estamos orando a un dios frio y distante “errante en alguna parte”, sino a un Dios que nos ama, sostiene y moldea a su propia imagen.
Esto cambia la manera como nos acercamos a Él, verdad? En vez de caminar a rastras y con el rostro en la tierra, enlutados y gimiendo por nuestro pecado, e implorando Su misericordia, podemos venir a Él confiadamente y con gozo, seguros de que el Señor nos ama, nos perdona y se regocija con nuestras oraciones.
Si tenemos un compañerismo sin estorbos con el Padre, definitivamente lo oímos mejor. Cuando crecemos en intimidad con Él, nuestros oídos espirituales siguen mejorando. Por medio de Jesús podemos tener una relación estrecha inimaginable y una comunicación en doble sentido con el Dios Todopoderoso. Dígale al Señor que ese es su deseo.
CRECIMIENTO POR FE
Por fe andamos, no por vista. (2 Corintios 5:7)
El versículo de hoy se refiere al andar en el sentido de ser más semejantes a Cristo. Eso tiene lugar cuando vivimos por fe. Sin embargo, cuando lo juzgamos todo por lo que vemos, tenemos un crecimiento difícil.
¿Recuerda a los doce espías de Israel enviados a Canaán (Nm. 13)? Diez regresaron y dijeron que se sintieron como saltamontes en una tierra de gigantes. Esos diez anduvieron por vista. Pero Josué y Caleb tuvieron fe, sabiendo que Dios estaba de su parte. Diez ni siquiera pensaron que Dios podía dirigir las circunstancias, pero dos sabían que Él es más grande que cualquier situación.
¿Vive usted por fe? Si quiere crecer espiritualmente, crea en la Palabra de Dios y confíe en Él en toda situación.
Así que la confianza de que dependemos de un Dios Poderoso que nos acompaña siempre y nos defiende es fundamental en la vida diaria, por eso la fe cumple un papel esencial para que la vista no nos engañe, porque el enemigo siempre nos traerá pensamientos adversos y que miremos lo que nos rodea, pero debemos estar convencidos de que si estamos sobre la Roca Espiritual que es Cristo, nada nos hará caer, crezcamos en fe todos los días para que nuestro andar sea seguro.
Los amo y bendigo en Jesucristo.
MAGNOLIA