Mis sueños llueven al verte, mujer de mis desvaríos,
tú ahogándote en otros mares... y yo naufragando en frente,
con una sed de beberte los labios entre suspiros
de aquellos que no te cuentan mis ojos cuando te sienten.
Y porque siempre te olvido asumo siempre regresas
mi vida de cuentos vive, y cuentos no hay sin princesa,
iluso cuando me alejo, iluso cuando te acercas,
iluso cuando te miro, soñándote si te ausentas...
Dibujas sin percatarte mi pecho con tus palabras
bordando tras tu sonrisa mis más profundos anhelos
eres el viento que aviva cuando me enflaquece el alma
y el huracán que se agita con el calor de tu aliento...
Mis desvaríos han sido por siempre regalo tuyo
culpables nuestras miradas que se encontraron mil veces...
tus ojos en busca de algo... los míos en lo profundo
de un sueño de unos segundos... en los que decidas verme.
Beto Aveiga - Ecuador