Orar por otros
Miro el Cristo en cada persona por quien oro.
Comienzo mi oración por otros centrando mi atención en la paz de Dios. Con fe, afirmo: “Dios es tu ayuda en cada necesidad”. Al orar por mis seres queridos, mantengo una imagen de ellos en mi mente que afirma el resplandor de su ser como creaciones amadas de Dios.
Si atraviesan por un reto de salud, al orar los visualizo sanos, perfectamente vivos y disfrutando de la vida. Si su necesidad es financiera, los visualizo bendecidos abundantemente, en el fluir del bien de Dios, con cada necesidad satisfecha. Si están en una encrucijada, afirmo que reciben la guía divina para proseguir por el mejor camino para ellos. Con un corazón lleno de fe, oro.
Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu.—Efesios 3:14, 16
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