Cuando tengo un moretón, observo que este cambia de color a medida que sana. Cuando tengo la influenza, espero que la fiebre baje como una señal de mejoría. Puede que la curación no siempre sea aparente, mas confío en que la Vida divina restaura mi salud.
Cuando no me sienta saludable, en paz o gozoso, determino volverme receptivo al poder sanador de Dios. La salud surge de la plenitud divina en mí. Al centrar mis pensamientos en la vida perfecta que soy, la paz perfecta que soy y el gozo perfecto que soy, suscito la curación en mí. Oro con fe en el resultado divino, y dejo ir cualquier duda acerca de cómo o cuándo sanaré.
Pero para ustedes que me honran, mi justicia brillará como la luz del sol, que en sus rayos trae salud.—Malaquías 4:2
Vivir en el momento es una práctica poderosa. Sin embargo, a veces puede que necesite apartarme un poco para tener una mejor perspectiva. Al contemplar dónde he estado y lo que he logrado, puedo apreciar mi progreso.
Quizás todavía no haya alcanzado mi pleno potencial, mas valoro cada etapa de mi viaje —pasada, presente y futura. Cada paso al frente profundiza el significado y el propósito de mi vida. No necesito apresurarme ni forzar mi progreso. Soy uno con la Única Presencia —en todo lo que existe y existirá. Sé que gozo del apoyo divino, y descanso y disfruto de las oportunidades que la vida me presenta para aprender y crecer.
Yo envío mi ángel delante de ti, para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que yo he preparado.—Éxodo 23:20
Creer plena y completamente en el amor perdonador de Dios es conocer la paz y la libertad. Cuando me dirijo a Dios en oración, con humildad y aceptación, soy liberado de errores pasados. El amor perdonador de Dios disuelve instantáneamente la amargura, el resentimiento y la condena.
Quizás haya actuado o hablado de una manera de la cual me avergüenzo. Mas es al vivir que aprendemos y crecemos. Mis pasos en falso me han ayudado a ver cómo deseo cambiar y quién deseo ser. No importa lo que haya hecho o las circunstancias que me hayan influenciado, puedo comenzar de nuevo, hacer enmiendas y aceptar el perdón de Dios. Acojo una visión nueva de vida y soy libre ahora para expresarla.