Último tema de este Curso de Crecimiento Personal
TEMA 16. Pesimismo – Depresión.-
Las personas con tendencias pesimistas son más propensas a la depresión. Ven la copa medio vacía, siendo que el optimista la ve medio llena. Podríamos decir que se autoprograman como fracasados. Que no nos extrañe ver a un pesimista deprimido. Pero esa no es la única clase de depresión que existe.
Se puede estar deprimido por una baja de nivel vital debido a un problema de salud. El organismo entero se pone en campaña para superar la situación y empieza ahorrando esfuerzos: disminuye la actividad motora, no hay interés en personas o eventos, no es posible concentrarse en el trabajo o estudio. En ese caso, además de ir al médico y seguir sus indicaciones, hay que comprender que no se puede rendir como cuando se está sano, y que se debe esperar que la salud sea recuperada y con ella el tono vital anterior. Quedarse tranquilo, detener las quejas, evitar la imaginación negativa, relajarse, darse cuenta de que se está enfermo y de que se dispone de escasas fuerzas, es la manera correcta de encarar la situación.
Además de la depresión producida por un mal estado general, está la que se origina por algún conflicto externo, generalmente por pérdida, ya sea por muerte o alejamiento de un ser querido, ruptura matrimonial, pérdida de bienes materiales o empleo, etc. Entonces se habla de depresión exógena.
Finalmente, existe la depresión endógena, sin causa aparente justificada. Igual que la anterior, necesita de psicoterapia. Puede deberse a cansancio por una vida mediocre sin esperanzas para el futuro, o a exigencias desmesuradas que la persona se hace a sí misma y cuya falta de realización la deprime: imagen idealizada versus realidad.
El cerebro produce endorfinas que mantienen alto nuestro nivel vital. La depresión hace que la persona produzca menos endorfinas y esto la deprime más. Cae así en un círculo vicioso que la puede llevar al suicidio. En casos graves, junto con la psicoterapia, se usan antidepresivos que sustituyen las endorfinas faltantes.
Desde el punto de vista psicológico, es una de las emociones negativas más contagiosas que existen. La convivencia con un depresivo puede robarnos toda nuestra alegría de vivir.
Durante la semana, observen en qué situaciones se deprimen, y si esto tiene relación con exigencias autoimpuestas que no pueden cumplir. Vean también si la depresión aparece cuando se sienten frustrados por esperar demasiado de las otras personas o de las circunstancias. Es obvio que antes habrán descartado un posible mal estado de salud.