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De: Ceciliak59 (Mensaje original) |
Enviado: 12/08/2010 21:32 |
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"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor."
(1 Juan, IV, 18. Es la comprension la que nos lleva a derribar al miedo, el miedo frena toda posibilidad de crecimiento por lo tanto, es necesaria la comprension de las cosas para entender el verdadero desarrollo...
Gracias
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glip el febrero 20, 2010 a las 7:01am
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patricia el febrero 22, 2010 a las 6:43am
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Homero el marzo 8, 2010 a las 1:29am
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Cecilia el marzo 9, 2010 a las 5:35pm
Queridos Compañeros: Llevo unos cuántos días con la frase dando vueltas en mí, desde que la han colgado, jajaja. Y la he dejado allí, sin tratar de acelerar el proceso. Intentaré volcar aquí lo que me ha llegado, aunque más que una conclusión, es más un compartir. Mi primer custionamiento, mi primera interrogante es acerca del Amor. Dice el texto: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor." ¿Qué clase de Amor es ese? ¿He sentido alguna vez ese Amor? En mi relación de pareja desde luego que no, siempre ha existido el temor, el temor al abandono, o sea que las relaciones de pareja, descartadas. ¿En la relación con mis padres? Pues tampoco. Si hay algo que vengo viendo es cómo me fui alejando de mi misma, siempre en busca de cariño, por necesidad, y en la necesidad siempre está presente el temor, el temor de no llegar a conseguir eso que necesitamos. En ninguna de estas dos relaciones ha estado presente el “Amor sin condiciones”, aquel que entiendo es el único que puede estar libre de la necesidad y del temor. Y me pregunto, ¿amo sin condiciones a mis hijos? Siento que el amor hacia mis hijos, es el amor más cercano a ese amor sin condiciones. ¿Puedo decir que mis hijos se han visto libres de mis condiciones, de mis expectativas? Pero ¿estoy libre yo de condiciones? ¿Acepto con amor lo que hay en mí? En la medida en que no pueda llevar luz y amor a esos rincones más oscuros y tenebrosos de mi misma, en la medida que el miedo me lo impida, será el juez interior el que esté actuando y mi miedo a su juicio y castigo me hará de barrera, de freno. Cada vez que sea capaz de “amarme a pesar de….” Seré capaz de “amar a otro a pesar de….”, antes, no. Un besote a cada uno Cecilia
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